El empe?o de la ultraderecha en manipular la historia a trav¨¦s de la Reconquista
El Ayuntamiento de Badajoz, gobernado por el PP con el apoyo de Vox y Ciudadanos, ha declarado d¨ªa de la ciudad el 19 de marzo, en homenaje a su toma por el rey leon¨¦s Alfonso IX en 1230
El Ayuntamiento de Badajoz, gobernado por el PP con el apoyo de Vox y Ciudadanos, acaba de declarar el 19 de marzo como d¨ªa de la ciudad en homenaje a su conquista, en 1230, por el rey leon¨¦s Alfonso IX. La propuesta, presentada por el ¨²nico concejal del partido ultranacionalista en Badajoz y aprobada con los votos favorables de sus socios en el Gobierno ¡ªel PSOE se abstuvo y Unidas Podemos vot¨® en contra¡ª es, seg¨²n muchos historiadores, un intento de ¡°institucionalizar la manipulaci¨®n de la historia¡± y la recuperaci¨®n de la ret¨®rica nacionalcat¨®lica de la Reconquista: la urbe fue fundada en el a?o 875 por el caudillo musulm¨¢n rebelde Ibn Marwan al-Yiliqi.
¡°La ultraderecha sigue la misma t¨¢ctica en todos los asuntos y, respecto al pasado, adopta la misma estrategia que respecto a la violencia machista o a la inmigraci¨®n: propagar bulos¡±, asegura a trav¨¦s de correo electr¨®nico Alejandro Garc¨ªa Sanju¨¢n, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Huelva y autor de La conquista isl¨¢mica de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y la tergiversaci¨®n del pasado (Marcial Pons Historia, 2013). De hecho, la iniciativa de Badajoz no es nueva. Vox ya lo intent¨® en Andaluc¨ªa, cuando propuso celebrar el d¨ªa de la comunidad el 2 de enero para conmemorar la toma de Granada de 1492, y en Murcia, donde tambi¨¦n pretende trasladar la fiesta de la regi¨®n al 2 de febrero. ¡°Tal d¨ªa como aquel de 1266 nuestros antepasados conquistaron la taifa de Murcia¡±, se?al¨® el partido de Santiago Abascal en un comunicado, en el que explic¨® abiertamente que ¡°sin los valores de la Reconquista no se entiende la esencia de Espa?a en su realidad hist¨®rica¡±.
El mural de azulejos inaugurado en Badajoz para conmemorar la conquista cristiana de la ciudad ha sido recientemente vandalizado, con un importante destrozo en los azulejos sobre los que estaban representados los soldados cristianos. El acto ha sido denunciado por varios colectivos de la ciudad, incluidos los representantes de la comunidad musulmana.
Para Garc¨ªa Sanju¨¢n, editor de la revista Al-Andalus y la Historia, la ret¨®rica de Vox ¡°representa la recuperaci¨®n de la vieja narrativa nacionalcat¨®lica y franquista que pretende establecer que Espa?a es una naci¨®n forjada contra el islam¡±, una herramienta que ya utiliz¨® pol¨ªticamente el dictador Francisco Franco para ¡°identificar al enemigo y legitimar su aniquilaci¨®n¡±. Pero, adem¨¢s, supone ¡°una doble manipulaci¨®n del pasado¡±. En primer lugar, contin¨²a el experto, ¡°reduce el periodo medieval a ocho siglos de reconquista, cuando en realidad el conflicto entre cristianos y musulmanes representa solo un aspecto dentro de un per¨ªodo mucho m¨¢s complejo¡±. Por otro lado, ¡°convierte la conquista y destrucci¨®n de al-?ndalus en una lucha de liberaci¨®n nacional y, en realidad, la llamada reconquista no se hizo en nombre de Espa?a ni su objetivo era restablecer la perdida unidad de la naci¨®n espa?ola¡±, apostilla. Muestra de ello es que el concepto de ¡°reconquista¡±, como recuperaci¨®n del territorio hispano que invadieron los musulmanes en 711, no fue generalizado hasta mediados del siglo XIX, cuando Modesto Lafuente lo utiliz¨® en su Historia General de Espa?a, m¨¢s de tres siglos despu¨¦s de que los Reyes Cat¨®licos tomaran Granada. Hasta 1936, el Diccionario de la Real Academia Espa?ola no incluy¨® el t¨¦rmino.
Esta manipulaci¨®n de la historia en la que se empe?a la ultraderecha es, seg¨²n Juli¨¢n Casanova, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Zaragoza, ¡°una tendencia europea, donde hay una forma extrema de nacionalismo etnicista y anticomunista, que nace fundamentalmente de Europa del Este ¡ªcomo Hungr¨ªa, Polonia o Serbia¡ª y que realiza una revisi¨®n de la historia, sobre todo, para criminalizar el comunismo y, si hace falta, para rehabilitar a gente que hab¨ªa pasado por fascista y a la que ahora se la presenta como nacionalista¡±, explica en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S. ¡°Ese nacionalismo etnicista¡±, considera Casanova, ¡°engulle la historia del antifascismo, que es la gran fundaci¨®n de la Europa Occidental de 1945¡±. Y en el caso espec¨ªfico de Espa?a, intenta construir la identidad espa?ola como ¡°una combinaci¨®n entre nacionalismo y catolicismo¡±, vinculado a la percepci¨®n de que ¡°Espa?a tuvo una identidad cat¨®lica que se alz¨® contra los protestantes, contra los herejes o contra los comunistas¡±, contin¨²a el historiador.
Y en esta construcci¨®n de la identidad, tanto en Europa en general como en Espa?a en particular, la ultraderecha descarta mostrar una historia compartida y rechaza ¡°todo aquello que se percibe divisivo y perjudicial para la imagen oficial que ellos consideran o para la mitolog¨ªa nacional¡±, analiza Casanova. El historiador ha publicado recientemente Una violencia ind¨®mita. El siglo XX europeo (Cr¨ªtica, 2020), donde precisamente analiza que ¡°cuando existen pasados fracturados, hay memorias cruzadas y, por tanto, un presente dividido¡±. Un claro ejemplo son las dos guerras mundiales que ¡°se recuerdan de forma diferente en varios pa¨ªses europeos. Lo que se celebra en algunos como ejemplos de hero¨ªsmo se percibe en otros como acciones criminales, escribe. Y la labor del historiador es diferenciar entre lo que es ¡°memoria¡± y lo que son ¡°hechos documentados¡±.
¡°T¨¦cnica t¨ªpica del fascismo¡±
La revisi¨®n hist¨®rica de Vox es, para Federico Finchelstein, historiador y autor de A brief history of fascist lies (Breve historia de las mentiras fascistas, University of California Press, 2020), ¡°una t¨¦cnica t¨ªpica del fascismo¡± que manipula la historia para ¡°crear un mito del pasado¡±. ¡°Los fascistas reemplazan la historia con una narrativa de ficci¨®n, es decir, desgajan y distorsionan la realidad pasada como tambi¨¦n lo hicieron con el presente y el resultado de todo esto es el reino de la mentira¡±, explica en conversaci¨®n con este diario. Seg¨²n Finchelstein, que ha estudiado a fondo el fascismo y el postfascismo, Vox ¡°niega una Espa?a diversa para crear algo que nunca existi¨®¡± y promueve una visi¨®n hist¨®rica que ya ¡°intent¨® imponerse con la dictadura de Francisco Franco, que fue otro gran mentiroso fascista¡±.
Una de las formas m¨¢s eficaces para hacerlo es el v¨ªnculo con la memoria y los sentimientos, como demuestra la proclamaci¨®n del D¨ªa de Badajoz en homenaje a la conquista cristiana de la ciudad. ¡°Tambi¨¦n se revisan las fiestas, las cosas que conectan con las emociones y las identidades, que tienen mucho m¨¢s impacto que intentar cambiar un libro de texto¡±, apunta Juli¨¢n Casanova.
La gran amenaza de esta tergiversaci¨®n hist¨®rica, seg¨²n Alejandro Garc¨ªa Sanju¨¢n, ¡°no solo radica en recuperar la ret¨®rica franquista sobre el pasado¡±, que diferencia entre buen y mal espa?ol, sino sobre todo en tratar de legitimarla mediante el uso de las instituciones¡±. Esa ¡°manipulaci¨®n¡±, a?ade, ¡°se difunde con gran facilidad porque la simplicidad es m¨¢s sencilla de entender que la complejidad¡±. ¡°Cuando se intenta contrarrestar o criticar la manipulaci¨®n de la ultraderecha parece que se est¨¢ respondiendo desde otra perspectiva ideol¨®gica, cre¨¢ndose, as¨ª, versiones ideol¨®gicas contrapuestas del pasado¡±, lamenta el investigador, que alerta de que ¡°la manipulaci¨®n tambi¨¦n consiste en eso, en crear la sensaci¨®n de que todo depende de la ideolog¨ªa del que habla¡±. Y es muy efectiva, concluye, ¡°si opera sobre audiencias sin formaci¨®n suficiente para contrarrestarla con informaci¨®n fiable¡±.
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