Telas escarificadas, c¨®digos secretos
La exposici¨®n 'La herencia del bogolanfini' muestra una t¨¦cnica textil ancestral maliense que combina elementos naturales, m¨ªstica, medicina, empoderamiento femenino e identidad en Casa ?frica
"En el pasado, las madres confeccionaban pa?os con mensajes y s¨ªmbolos para sus hijas que se casaban. Sin excepci¨®n, todas las novias usaban un pa?o bogolanfini y ataban otro pa?o blanco a modo de cintur¨®n. Todas las comunidades de nuestra generaci¨®n lo portaban, especialmente los b¨¢mbara, excepto los herreros".
Habla Konimba Diarra, cuya imagen sonriente, mientras trabaja en una tela, sirve para anunciar la exposici¨®n La herencia del bogolanfini, que se inaugur¨® el pasado viernes en Casa ?frica. La artesana ya fallecida ten¨ªa, dicen, 103 a?os en la imagen, aunque se murmura que pod¨ªa haber alcanzado los 106. Tambi¨¦n ella figura en el v¨ªdeo que se enrevesa en una de las salas de la muestra, en un bucle infinito, grabado por Fatoumata Tioye Coulibaly, licenciada en Arte y Multimedia y coordinadora de este proyecto en Mal¨ª. Tuvo la suerte de poder entrevistarla antes de que desaparecieran su arte y ella. Tambi¨¦n film¨® a su hermana Numussira Diarra, anciana artista del bogol¨¢n que no para de rezongar contra la falta de inter¨¦s y capacidad de esfuerzo de las j¨®venes de hoy en d¨ªa, deseosas de mudarse a la ciudad para ejercer profesiones menos sufridas.
La artista Irene L¨®pez de Castro es la comisaria y coordinadora en Espa?a de esta muestra peculiar, que une pasado, presente y futuro y homenajea a las madres de este procedimiento a caballo de lo m¨¢gico, lo terap¨¦utico y lo simb¨®lico. Tanto ella como Fatoumata se han envuelto en bogol¨¢n para la ocasi¨®n y documentan cuidadosamente los ¨²ltimos toques del montaje, la rueda de prensa y el taller para un p¨²blico reducido, exclusivamente femenino, que se ha interesado en esta t¨¦cnica textil ancestral venida de Mal¨ª.
Se disponen en el patio calderos donde bullen las hojas de ngalama o se las deja reposar para que desprendan su tinte. En una sala de exposici¨®n, la experta maliense, hija a su vez del artista Kandioura Coulibaly, miembro del Grupo Bogolan Kasoban¨¦ que contribuy¨® a la reinvenci¨®n de esta t¨¦cnica a finales del siglo pasado, despliega un rollo de algod¨®n blanco mientras enfatiza que cuanto m¨¢s naturales sean los ingredientes, mejor y m¨¢s aut¨¦ntico ser¨¢ el producto. Ella dispone vasos de caf¨¦ de pl¨¢stico en una mesa y hace gestos en el aire que imitan cortes como de escarificaci¨®n para describir la forma en que se marca el algod¨®n. Irene L¨®pez de Castro la sigue con su m¨®vil cuando la joven maliense habla desde el respeto y la a?oranza, pausada por la int¨¦rprete que traduce.?
La exposici¨®n La herencia del bogolanfini se vertebra en torno al tejido denominado bogol¨¢n (o bogolanfini), un t¨¦rmino en b¨¢mbara que une tres palabras: bogo (tierra, arcilla), lan (hecho con) y fini (tela).? Es una t¨¦cnica que tambi¨¦n practican los pueblos dog¨®n, dobo, senufo y malink¨¦ de ?frica occidental y que actualmente preserva un pu?ado en extinci¨®n de personas, mientras que la industria china se aplica en copiarlo y producirlo industrialmente.
La pintura de barro sobre algod¨®n es una se?a de identidad del pa¨ªs y se origina, seg¨²n la leyenda, en el accidente de un cazador que embarra sus ropas durante una de sus incursiones en el campo y la agudeza de su esposa, que busca el origen de esas manchas y las convierte en arte y camuflaje. Fatoumata Coulibaly precisa que tiene siglos de historia, porque el rey brujo de los soso, Sumaoro Kante, ya la usaba, al igual que los cazadores de la carta del Mand¨¦ que hoy han devenido dozos. Tambi¨¦n desvela que la escritura que se despliega en los pa?os codifica biograf¨ªas familiares, consejos para preservar un hogar feliz y conjuros para convocar una protecci¨®n m¨ªstica en el seno de una familia pol¨ªgama. El "cintur¨®n del hombre fuerte" es uno de los s¨ªmbolos que se repiten, como una plegaria que las madres dibujan en las ropas de sus hijas. Algunas de las telas que se exponen son taafes (pa?os rituales femeninos), que han servido a sus portadoras para curar las heridas de la excisi¨®n, acompa?arlas en sus bodas y envolverlas a modo de mortaja.
Fatoumata aprovecha los resquicios de la rueda de prensa para proponer una recuperaci¨®n de esta tradici¨®n que trasciende lo simb¨®lico, identitario o art¨ªstico. Se detiene en las propiedades curativas de los pa?os y se pregunta si se podr¨ªa investigar para conocer mejor los secretos medicinales de una comuni¨®n de algod¨®n, tierra y extractos vegetales. Habla de mujeres empoderadas que establecen v¨ªas de comunicaci¨®n entre ellas y definen el mundo a trav¨¦s de pictogramas.
Esta exposici¨®n es una iniciativa de un grupo de expertas: las ya mencionadas Irene L¨®pez de Castro y Fatoumata Tioye Coulibaly, la antrop¨®loga Pauline Duponchel y Annick Turner, artista experta en bogol¨¢n. Re¨²ne a artistas contempor¨¢neos, tanto malienses como extranjeros (Annick Turner, por ejemplo), con expertos de la cultura y el proceso ancestral del bogolanfini, del ¨¢rea del dise?o o la artesan¨ªa. Permanecer¨¢ abierta en las salas Kilimanjaro y Guinea Ecuatorial de Casa ?frica hasta el 30 de septiembre. Tendr¨¢ visita virtual y tambi¨¦n un documental, que se prev¨¦ est¨¦ listo para la clausura de la muestra.?
?ngeles Jurado es T¨¦cnica en Comunicaci¨®n en Casa ?frica.
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