Dubl¨ªn, la vida alegre de la isla esmeralda
Diez propuestas para saborear la capital de Irlanda y contagiarse del car¨¢cter y la felicidad del pueblo irland¨¦s
Dubl¨ªn tiene craic. Es el nombre con el que definen sus habitantes a un incombustible optimismo acompa?ado para bien o para mal de una vida disoluta, tranquila y sin complejos. La capital de Irlanda es joven, divertida, ruidosa y cosmopolita a la fuerza, por la ingente afluencia de turistas que recibe cada a?o. Pero el tigre celta, plet¨®rico gracias a la bonanza econ¨®mica de la d¨¦cada de 1990, goza guardando celosamente sus tesoros: la m¨²sica en vivo, la cerveza negra, la conversaci¨®n en los pubs y un humor impenetrable.
La ciudad se divide en dos: la zona sur, hogar de los m¨¢s pudientes y el norte, donde viven las clases con rentas m¨¢s bajas. En medio, cruza la espina dorsal de la capital irlandesa: el r¨ªo Liffey. No hay metro, pero Dubl¨ªn dispone de una amplia red de tranv¨ªas y autobuses. A¨²n as¨ª, las distancias son cortas en el centro y merece la pena recorrer a pie esta ciudad extremadamente coqueta, sociable y hospitalaria.
El clima ca¨®tico es una desventaja de Dubl¨ªn, aunque sus habitantes encuentran en este fen¨®meno materia de chufla. La respuesta irlandesa a la queja del viajero ser¨¢: "Si no te gusta el tiempo espera diez minutos". O quiz¨¢: "No hace mal tiempo, simplemente no tienes la ropa adecuada". De resultas, aqu¨ª funciona el adagio de a mal tiempo buena cara. Su clima sincopado, de cuatro estaciones el mismo d¨ªa, requiere filosof¨ªa y sosiego.
EL VIAJERO propone un itinerario por la capital de la isla esmeralda llena de vitalidad y magia. La naci¨®n de los leprechauns o duendes irlandeses es un destino soberbio para experimentar un sano contagio de felicidad.
1. Guinness Storehouse. Es un rinc¨®n muy especial de la capital porque se puede descubrir el proceso de creaci¨®n de la cerveza m¨¢s famosa de Irlanda antes de entregarse a su ingesta en el sinf¨ªn de pubs dublineses. Ubicada en un antiguo granero frente a la primitiva St. James's Gate Brewery, este espacio muse¨ªstico recurre a exposiciones multimedia para relatar la historia de la Guinness.
La cerveza negra, en estos lares llamada stout o black staff tuvo su origen en el incendio que devast¨® Dubl¨ªn en 1666. Casi toda la cosecha de cebada se calcin¨® durante el mismo pero el rey Carlos II decidi¨® usarla para fabricar cerveza. Tras probarla orden¨® que se distribuyera en grandes cantidades a la poblaci¨®n, para familiarizarle con el nuevo sabor. Posteriormente, Arthur Guinness fabric¨® en 1759 en masa esta cerveza ¨²nica en todo el mundo.
Otro motivo para visitar este interesante museo es el local de la ¨²ltima planta, el Gravity Bar. Desde aqu¨ª es posible disfrutar de una de las mejores panor¨¢micas de Dubl¨ªn, degustando al mismo tiempo una cremosa Guinness servida en dos tiempos, un lujo para los sentidos. Para muchos, el mejor lugar de la capital.
2. Grafton Street. La arteria de Dubl¨ªn y milla de oro se extiende al sur de la ciudad. La calle comercial m¨¢s famosa de la ciudad es un escaparate donde compran las clases m¨¢s adineradas y el cuello de botella por donde parece concentrarse toda la ciudad. Puede que esta v¨ªa peatonal no sea apta para bolsillos sensibles pero, a¨²n as¨ª, pasear por el adoquinado y contemplar la fauna capitalina y los excelentes m¨²sicos callejeros es imprescindible.
La anfitriona de esta avenida es la estatua de la popular Molly Mallone, vendedora de pescado del viejo Dubl¨ªn que tuvo una muerte prematura y que ha pasado gloriosamente al subconsciente colectivo irland¨¦s como uno de los s¨ªmbolos de la ciudad. La canci¨®n hom¨®nima, dedicada a su m¨ªsera y corta vida, es interpretada a menudo en la calle y en los cuantiosos pubs que pueblan la ciudad.
3. El parque de Saint Stephen's Green. Utilizado anta?o para flagelaciones p¨²blicas, pat¨ªbulos y hogueras, este espacio verde es un remanso de paz donde almuerzan muchos irlandeses. La belleza del entorno, con estanques donde chapotean gansos y patos, es de cuento de hadas. Este parque se encuentra al final de Grafton Street por lo que es un buen sitio para descansar y olvidar lo material.
Otro rinc¨®n para el esparcimiento y el descanso es Phoenix Park, el verdadero pulm¨®n verde de Dubl¨ªn y un oasis de c¨¦sped y ¨¢rboles. Cientos de dublineses se dedican a pasear y practicar deportes al aire libre en el mayor parque de Europa.
4. El popular Trinity College es el hogar de las mejores mentes del pa¨ªs. Adem¨¢s, la universidad de mayor prestigio de Irlanda es un refugio excelente para huir del bullicio dublin¨¦s. Fundada en 1592 por la Reina Isabel I, ha acogido a variopintos sujetos entre sus alumnos como Bram Stoker, Jonathan Swift u Oscar Wilde.
En pleno coraz¨®n de Dubl¨ªn se encuentra este reducto de paz que deja atr¨¢s la agitaci¨®n de la capital. Su reclamo principal es el Libro de Kells, un c¨®dice iluminado elaborado en torno al a?o 800, conocido mundialmente por su belleza, que se puede observar en la Old Library del recinto universitario.
5. Temple Bar. Es tur¨ªstico, vulgar y por la noche un santuario para borrachos pero tambi¨¦n una fuente inagotable de diversi¨®n y vida alegre. Es uno de los barrios m¨¢s antiguos de la ciudad y ha pasado por rachas de auge y decadencia. Actualmente, es un deber visitar sus numerosos pubs, tiendas fetichistas, restaurantes, galer¨ªas de arte y mercadillos. Destaca el Temple Bar Pub, uno de los m¨¢s antiguos de la ciudad, concurrido por oriundos y turistas, y el Porter House, de varias plantas, con m¨²sica en directo y una nutrida oferta de cervezas propias para degustar.
Este popular distrito limita en el norte con el r¨ªo Liffey y una serie de puentes entre los que se encuentra el famoso Ha'penny Bridge, literalmente puente del medio penique, en referencia al peaje que se tuvo que pagar hasta 1919.
6. Catedral de San Patricio. Seg¨²n la tradici¨®n el santo patrono de Irlanda lleg¨® a la isla principios del siglo V y expuls¨® a todas las serpientes. Adem¨¢s, este misionero introdujo el cristianismo en la regi¨®n. Es por ello que San Patricio cuenta con este templo bello y sencillo a la par dedicado a su figura. La Catedral se construy¨® sobre el manantial donde se cree que el santo bautizaba a los conversos.
7. Excursi¨®n a la monta?a de Howth. Los alrededores de la ciudad tambi¨¦n merecen una escapada. La pen¨ªnsula de Howth es una buena raz¨®n para escapar del gent¨ªo y disfrutar del saludable aire marino. Se puede llegar f¨¢cilmente con el ferrocarril r¨¢pido DART empleando apenas media hora. Este apacible rinc¨®n irland¨¦s cuenta con un hom¨®nimo pueblo de pescadores con algunos buenos pubs y excelentes puestos de fish and chips. Desde la monta?a de Howth se accede a una panor¨¢mica privilegiada de Dubl¨ªn y la bah¨ªa.
De vuelta a la ciudad, otro lugar interesante para visitar del extrarradio dublin¨¦s es Kilmainham Gaol, un rinc¨®n donde se escribi¨® la historia del pueblo irland¨¦s durante siglos. Cualquier persona que quiera ir m¨¢s all¨¢ de la superficie y comprender c¨®mo se ha ido construyendo la Irlanda independiente debe visitar la c¨¢rcel de Kilmainham, que se ha convertido con los a?os en un monumento nacional. Este edificio alberg¨® durante siglos tanto a presos pol¨ªticos como a delincuentes comunes.
8. Circuito de pintas. Se dice en Irlanda que Dios invent¨® el alcohol para que los irlandeses no dominaran el mundo. Quiz¨¢ es exagerado pero Dubl¨ªn compite con Madrid en n¨²mero de tabernas y ciertamente los pubs son omnipresentes en el pa¨ªs de la Guinness. Son refugios excelentes para beber pintas con los paisanos dublineses, escuchar m¨²sica en directo, conocer gente y charlar durante horas.
Se necesitar¨ªa un libro entero para narrar la historia de los pubs de Dubl¨ªn. Sin embargo, para introducirse en esta faceta de la cultura irlandesa tan sugerente es suficiente con algunos nombres. El O'Neill's es un perfecto para empezar esta especial singladura. Es un antiguo y laber¨ªntico pub de finales del siglo XIX, sito cerca del Trinity College, donde se puede degustar ostras y dem¨¢s platos de la gastronom¨ªa irlandesa. Su ambiente lo forman estudiantes, agentes de bolsa y turistas.
Otro pub de obligada visita es el Stag's Head, construido en 1770 y remodelado en 1895 seg¨²n los dictados de la opulencia victoriana. Sus magn¨ªficas vidrieras, candelabros, superficies de m¨¢rmol y madera tallada es un fest¨ªn a la vista. Tambi¨¦n sirve buena comida y cervezas negras, tostadas y rubias. El Brazen Head, es otro lugar con encanto. Fundado en 1198, es el pub m¨¢s antiguo de Dubl¨ªn y all¨ª se congregan estudiantes extranjeros, turistas y lugare?os en busca de m¨²sica tradicional y una buena Guinness. Para completar una r¨¢pida visita por los pubs m¨¢s caracter¨ªsticos el destino siguiente es el Doheny & Nesbitt's, local inaugurado en 1867 como tienda de alimentos, hoy una guarida para pol¨ªticos y periodistas y un buen rinc¨®n para charlar.
Los pubs son espacios dedicados al intercambio de historias e ideas. La conversaci¨®n fortuita o premeditada, orgullo del pueblo irland¨¦s, ha deparado en este pa¨ªs grandes logros. Uno de ellos es el Libro Guiness de los R¨¦cords. Un d¨ªa de 1951, sir Hugh Beaver, entonces director ejecutivo de Guinness Brewery, hab¨ªa salido a cazar y debat¨ªa con sus compa?eros si el p¨¢jaro de caza m¨¢s r¨¢pido de Europa era el chorlito dorado o el urogallo. Se le ocurri¨® que un libro que proporcionara la respuesta a este tipo de preguntas podr¨ªa llegar a ser muy popular. Decidi¨® encargar a sus socios la recopilaci¨®n de historias y la primera edici¨®n del escrito vio la luz el 27 de agosto de 1955, y en Navidad fue n¨²mero uno de ventas en el Reino Unido.
9. Un paseo por O'Connell Street. En la avenida m¨¢s importante del norte de Dubl¨ªn se yerguen la estatua de James Joyce y la Central de Correos, cuyo papel fue fundamental en la independencia de Irlanda. Los dirigentes de la frustrada revuelta de Pascua de 1916 leyeron la proclamaci¨®n republicana desde sus escaleras.
En esta avenida se encuentra el conocido como Spire o Monumento de la Luz, una aguja de 120 metros de altura que sustituy¨® a la Columna de Nelson. Su construcci¨®n, prevista para los festejo de cambio de milenio lleg¨® tres a?os m¨¢s tarde.
10. Festival de San Patricio. Es la mayor expresi¨®n festiva del pueblo irland¨¦s y es celebrada cada a?o en Dubl¨ªn, en todo el Viejo Continente y allende los mares. La festividad del patr¨®n de Irlanda se celebra el d¨ªa 17 de marzo, d¨ªa grande del festival al que da nombre y que inunda la capital de esp¨ªritu festivo, carrozas y leprechauns.
Por otro lado, cada 16 de junio los admiradores de Joyce toman las calles para seguir el itinerario de Leopold Bloom por el Dubl¨ªn de Ul¨ªses. Durante el Bloomsday se realizan lecturas y representaciones de las obras del escritor irland¨¦s, la gente se viste al estilo de 1904, come gorgonzola y bebe Borgo?a.
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