Creatividad sobre los escombros de Christchurch
Un paseo por Re:START, nuevo espacio comercial creado sobre los escombros del terremoto de 2011 a base de apilar contenedores de barco

Mucha gente dir¨¢ que la comparaci¨®n entre Auckland y Christchurch es absurda, porque mucha gente ha tirado la toalla en lo que a la ¨²ltima se refiere. El terremoto de 2011 fue devastador para la ciudad, cierto, y pone los pelos de punta que tres a?os despu¨¦s las consecuencias sigan siendo tan obvias. La zona m¨¢s castigada fue el centro, que hoy en d¨ªa sigue sin existir. En su lugar hay edificios en pie pero con visibles desperfectos y las puertas precintadas, tal vez para siempre, tal vez a la espera de su demolici¨®n definitiva. Tambi¨¦n hay solares reconvertidos en huertos urbanos y parcelas en reconstrucci¨®n por doquier. La meca del shopping que eran cuatro calles peatonales entrecruzadas se han convertido en Re:START, un espacio comercial creado sobre los escombros a base de apilar contenedores de barco.
Se trata de dotar a Christchurch de un barniz alternativo y cool que distraiga la vista de los cascotes. Pero son muchos los que han abandonado la ciudad por miedo a que todos sus esfuerzos por reconstruirla se vean barridos de un plumazo por un nuevo temblor. Existe p¨¢nico a que la historia se repita. Y prefieren reconstruir su vida en un terreno donde la furia subterr¨¢nea del planeta no sea tan devastadora. El destino favorito parece ser Auckland, que no ha parado de ganar habitantes desde 2011, por su clima m¨¢s benigno, sus oportunidades laborales y, sobre todo, su localizaci¨®n en una zona sin riesgo s¨ªsmico alguno.
Re:START creatividad sobre los escombros en la ciudad neozelandesa tras el terremoto que la arras¨® en 2011
Pero Christchurch sigue mereci¨¦ndose toda la atenci¨®n, porque su capacidad de renacer de las cenizas (y en muchos casos se trata de una expresi¨®n literal) no tiene nada que envidiar a la de los japoneses tras Fukushima. Se trata de la t¨ªpica cat¨¢strofe occidental que atrae una solidaridad y una empat¨ªa brutal, al contrario de lo que ocurre en pa¨ªses tercermundistas. Si de por s¨ª Nueva Zelanda es un pa¨ªs que recibe much¨ªsima juventud de paso, el n¨²mero de voluntarios rebas¨® todas las expectativas en los meses que siguieron al 22 de febrero de 2011. En el aniversario de la tragedia el lienzo lavado que era el centro de la ciudad ya se hab¨ªa convertido en un suculento pastel al que hincarle el diente desde el arte y la arquitectura de vanguardia.

El experimento Re:START es muy gr¨¢fico. El espacio de contenedores mar¨ªtimos no solo ha atra¨ªdo a boutiques y tiendas de dise?adores locales; tambi¨¦n concentra una generosa colecci¨®n de buenos caf¨¦s y restaurantes cosmopolitas. Se trata de aprovechar los espacios en blanco y dotarlos de vida, como en la calle Lichfield, que acoge un mercadillo ¨¦tnico, varios puestos de comida para llevar, espect¨¢culos, actuaciones semanales de la banda de m¨²sica e incluso un museo dedicado a los terremotos.
Cerca est¨¢ la catedral de Christchurch, o lo que queda de ella. Sus ruinas son especialmente dolorosas, ya que fue la primera que los colonos montaron en el pa¨ªs. En los alrededores hay varias instalaciones de flores, guijarros escritos, cuadraditos de pl¨¢stico coloreado que forman figuras pixeladas. Para los fieles sin templo, el arquitecto japon¨¦s Shigeru Ban ha construido uno gigante solo a base de cart¨®n en el terreno donde se alzaba otra iglesia anglicana, tambi¨¦n destruida en el terremoto. No es casualidad que pensasen en Ban, que ya construy¨® gigantescos cobertizos de emergencia tras el tsunami de Jap¨®n y resistentes caba?as de cart¨®n en Hait¨ª.
Todo tiene vagos tintes de fugacidad. Todo es ef¨ªmero en la Christchurch de los ¨²ltimos a?os. Entre los j¨®venes hay muchos, como Nathan, que se aferran con u?as y dientes a la ciudad. Este DJ de 32 a?os tuvo vetada la entrada a su casa durante los seis meses que siguieron al terremoto por razones de seguridad. Varias de las discotecas donde pinchaba con regularidad cerraron por destrozos. Pero ¨¦l no se ha rendido, y aunque ahora se ve obligado a vivir en las afueras e impulsar su carrera desde locales m¨¢s modestos, asegura que no le mover¨¢n de Christchurch.
?Vas a viajar a Nueva Zelanda? Pincha aqu¨ª

{ "active": true, "code": "255118", "elementType": "offerExtension", "id": 13, "name": "CHRISTCHURCH", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.