El Brooklyn de Paul Auster
Del puente de Brooklyn a los restaurantes y librer¨ªas de Park Slope, los escenarios literarios, cinematogr¨¢ficos y cotidianos del escritor estadounidense en Nueva York
Para m¨ª todo empez¨® con Smoke, de Wayne Wang y Paul Auster, hacia 1995. Quiz¨¢ antes exist¨ªan precedentes del imaginario de Brooklyn, las pel¨ªculas de Spike Lee y Woody Allen, pero su foco se dirig¨ªa hacia los conflictos raciales (por ejemplo, en Haz lo que debas) o bien se abr¨ªa desde los miradores de Brooklyn hasta alcanzar Manhattan (como suced¨ªa en Annie Hall). El viajero que desee informaci¨®n acerca de este borough (condado), uno de los cinco de Nueva York (junto a Manhat?tan, Queens, Bronx y Staten Island) puede hacerlo a trav¨¦s de los recursos habituales, pero a m¨ª me gustar¨ªa recomendarle no solo la obra literaria de Paul Auster, sino tambi¨¦n el visionado de Blue in the Face, la segunda colaboraci¨®n que este llev¨® a cabo con el director Wayne Wang. Cuando me encuentro con Auster en Brooklyn, como sucedi¨® de nuevo este verano, siempre se alegra de que alguien rememore sus pel¨ªculas.
Park Slope ha entrado en los ¨²ltimos a?os en las listas de los mejores barrios de Nueva York y de Estados Unidos
Blue in the Face es una comedia entre el documental y el cine de ficci¨®n que transcurre en una calle pr¨®xima a Prospect Park y al mismo tiempo una forma desenfadada y l¨²dica de conocer un poco la historia de Brooklyn y a algunos de sus personajes c¨¦lebres. El imaginario del borough se encuentra tan estrechamente ligado a la obra de Auster, que resulta ineludible; por ejemplo, dos de sus novelas, Brooklyn Follies y Sunset Park, toman su nombre de lugares del borough e incluyen escenarios que el viajero puede visitar. Yo les propongo como epicentro de su recorrido Park Slope: la esquina de Auggie Wren, la Quinta Avenida y la S¨¦ptima Avenida. Auster ¡ªque acaba de publicar 4321 (editado en Espa?a por Seix Barral), su primera novela en siete a?os¡ª vive muy cerca de all¨ª. Junto a esos lugares se hallan otros menos conocidos pero de gran inter¨¦s. Son el Museo de Brooklyn, Grand Army Plaza, Prospect Park, la Biblioteca P¨²blica de Brooklyn, el cementerio de Green-Wood y Sunset Park. La entrada a ese universo se suele hacer a trav¨¦s del puente de Brooklyn, como muestra una de las secuencias iniciales de Smoke: el tren de la l¨ªnea Q nos lleva al mundo de Auggie Wren y Paul Auster.
Brooklyn Bridge
Antes de llegar a Park Slope es de obligada visita el puente de Brooklyn y sus alrededores. Dise?ado por John Augustus Roebling con la inestimable ayuda de su esposa, Emily Warren Roebling, el puente se construy¨® entre 1870 y 1883 sorteando muchas dificultades, varios trabajadores murieron en el desarrollo de las obras. Dos kil¨®metros de largo, una anchura cercana a los 25 metros, y una altura de 85 metros desde el East River, unen Manhat?tan con Brooklyn. Desde all¨ª se arroja uno de los personajes m¨¢s c¨¦lebres de la literatura de Auster, Peter Stillman padre, que aparece en Ciudad de cristal, la primera novela de la trilog¨ªa de Nueva York. El puente resulta uno de los iconos por excelencia de la ciudad. No solo escritores estadounidenses como Hart Crane, autor de El puente, lo han incluido como protagonista en sus libros, Jos¨¦ Mart¨ª le dedic¨® un breve ensayo, y Federico Garc¨ªa Lorca, el Nocturno del Brooklyn Bridge.
Las mejores vistas que puede tener el viajero del puente y de algunas zonas de Manhattan ser¨¢n siempre desde los vagones del metro. Cruzado el puente, se puede visitar Brooklyn Heights y sus alrededores: Brooklyn Promenade y el parque del Puente de Brooklyn. El viajero podr¨¢ transitar por las calles ajardinadas de Brooklyn Heights y deleitarse con los antiguos brownstones, los t¨ªpicos edificios de ladrillo construidos a partir del siglo XIX por la alta burgues¨ªa emergente. El barrio ha acogido a multitud de personalidades relacionadas con la cultura: Arthur Miller y Marilyn Monroe, Gabriel Byrne, Carson McCullers, Norman Mailer, Truman Capote, Bj?rk, Matthew Barney. Tambi¨¦n vivi¨® aqu¨ª, en Brooklyn Heights, el poeta Hart Crane, a quien Lorca visit¨® durante su estancia neoyorquina en 1930. Por cierto, Auster es un ferviente admirador de Garc¨ªa Lorca, as¨ª me lo hizo saber cuando le coment¨¦ que estaba trabajando en un mapa de la ciudad relacionado con Poeta en Nueva York. En sus a?os de estudiante, Auster conoci¨® en la Universidad de Columbia a Laura Garc¨ªa Lorca, que es amiga suya, y me habl¨® con admiraci¨®n de las distintas traducciones del libro.
Llegados a Brooklyn Promenade, el visitante se puede deleitar con unas excepcionales vistas de Manhattan: el puente de Brooklyn, la Estatua de la Libertad y Staten Island. Para quienes prefieran la orilla del East River, pueden descender hasta el parque del Puente de Brooklyn para dar un paseo junto al r¨ªo. Las vistas resultan igual de atractivas, pero cambia la visi¨®n del puente, que crece sobre nosotros. Los atardeceres en ambos lugares son de una belleza notable.
Prospect Park
Al comenzar Blue in the Face se nos presenta un fotograma con un mapa de un parque donde se lee: ¡°Brooklyn. City of New York. You are here¡±. Se trata de Prospect Park, el segundo parque m¨¢s grande del borough. Paul Auster y Siri Hustvedt, su esposa, han caminado por ¨¦l cientos de veces. Mi amigo el escritor estadounidense Rolando P¨¦rez vive muy cerca del parque, y al comentarle que iba a visitar a Paul Auster, me dijo que se hab¨ªa cruzado con ¨¦l recientemente muy cerca de all¨ª. Prospect Park es el lugar id¨®neo para desconectar. Concebido y realizado por los mismos dise?adores de Central Park (Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux), se termin¨® en 1867; pensaban que era mucho m¨¢s interesante que Central Park por su falta de simetr¨ªa, su desorden, sus senderos y sus lagos sinuosos. Los m¨¢s de dos kil¨®metros cuadrados que ocupa el recinto son atravesados por enormes prados, bosquecillos, peque?as cascadas, un gran lago, una zona destinada al patinaje y una pista de seis kil¨®metros para bicicletas, corredores y caminantes. Lo id¨®neo es transitar por Long Meadow, atravesando la entrada norte frente a Grand Army Plaza, hasta llegar al lago de Prospect Park. El caminante se ir¨¢ cruzando con un espect¨¢culo de vegetaci¨®n silvestre y color, puentes y peque?os lagos artificiales. Al suroeste de Prospect Park Lake se puede contemplar, junto a la inmensidad del lago, algunos de los edificios que rodean el parque. Todo ello ha sido remozado en los ¨²ltimos a?os, pero conserva el encanto de lo desordenado y lo salvaje en muchos de sus tramos, y es un regalo para la vista.
En su paseo el caminante podr¨¢ advertir que al igual que cambia el paisaje natural, tambi¨¦n lo hace el paisaje humano. Prospect Park es un microcosmos donde los lectores de Auster se podr¨ªan topar con todos esos personajes que pueblan su narrativa y sus pel¨ªculas. Personajes que abarcan distintos estratos de la clase media: los que est¨¢n a punto de perder esa condici¨®n ante las duras condiciones que impone Nueva York (la parte m¨¢s oriental), la nueva burgues¨ªa emergente (parte m¨¢s occidental norte) y la clase media trabajadora (el resto).
Si el viajero lo desea puede visitar la Biblioteca P¨²blica de Brooklyn. Queda junto al parque, en el n¨²mero 10 de Grand Army Plaza, y es uno de los espacios capitales de la cultura del borough, al igual que el Museo de Brooklyn. La parte frontal del edificio imita a un libro abierto y en su p¨®rtico se encuentran homenajes realizados por Thomas Hudson y Carl P. Jennewein a iconos de la literatura estadounidense: Moby Dick, de Herman Melville; El cuervo, de Edgar Allan Poe; Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain, y Walt Whitman, entre otros. Muchos de esos autores y personajes aparecen en la narrativa de Auster, solo hay que echar un ojo a Ciudad de cristal o a Brooklyn Follies. Dentro de la biblioteca, en la planta dedicada a la literatura, cuelgan numerosos retratos de escritores nacidos en Brooklyn o que desarrollaron all¨ª su trabajo. No solo est¨¢ Auster, sino tambi¨¦n otros como Arthur Miller, Norman Mailer, Pete Hamill o Walt Whitman.
Park Slope
En la salida del parque por Prospect Park West, a la altura de la calle 15, el viajero se topar¨¢ a su derecha con un antiguo cine cerrado recientemente, The Pavilion (que reabrir¨¢ sus puertas en oto?o como el Nitehawk) y una min¨²scula plazoleta, Bartel-Pritchard Square. Justo al frente ver¨¢ el Connet?ticutt Muffin, un peque?o caf¨¦ con terraza desde donde podr¨¢ localizar el antiguo estanco de Auggie Wren que aparec¨ªa en Smoke: Prospect Park West con la calle 16. La Brooklyn Cigar Company de Auggie Wren, que solo fue un estanco en la ficci¨®n, es ocupada ahora por The Pie Shop. El viajero podr¨¢ evocar all¨ª las encantadoras an¨¦cdotas de Smoke y Blue in the Face. Park Slope ha entrado en los ¨²ltimos a?os en las listas de mejores barrios de Nueva York y EE?UU. Residencia de italianos e irlandeses en los cincuenta del siglo pasado, estos lo abandonaron progresivamente con la llegada de poblaci¨®n negra y latina, y fue foco de algunos disturbios raciales en el pasado. Desde finales de los a?os setenta, Park Slope se ha ido gentrificando y neoyorquinos de clase media y clase media alta procedentes de Manhattan lo han repoblado. No obstante, durante el proceso de gentrificaci¨®n en los ochenta, no cesaron los asaltos y los tiroteos en algunas de sus calles. Sucesos de ese tipo aparecen en El cuento de Navidad de Auggie Wren y en Smoke (la mujer del escritor Paul Benjamin fallece por una bala perdida en un atraco cerca del estanco de Auggie). El propio Auster me lo comentaba en su casa, junto a la S¨¦ptima Avenida, ante uno de esos enormes cuadros que Sam Messer dedic¨® a su m¨¢quina de escribir: ¡°Antes nadie quer¨ªa vivir aqu¨ª. Bajar a la Quinta Avenida era toda una odisea¡±. Treinta a?os m¨¢s tarde, ese entorno resulta muy distinto al de anta?o, y distintas clases sociales y nacionalidades conviven de manera pac¨ªfica en Park Slope; de hecho, es uno de los barrios m¨¢s famosos por su tolerancia, sede del movimiento LGTB en Brooklyn.
Avenidas Quinta y S¨¦ptima
El centro neur¨¢lgico del barrio son las avenidas S¨¦ptima y Quinta, bien comunicadas por metro (l¨ªneas B y Q), donde el viajero podr¨¢ encontrar todo tipo de restaurantes (Calexico, Colombia in Park Slope, Al Di La Trattoria), caf¨¦s (Kos Caf¨¦, muy recomendable por sus amplios ventanales), cientos de delis, tiendas de ropa, barber¨ªas, supermercados y algunas librer¨ªas. Terrace Books se halla cerca de la Brooklyn Cigar Company, a pocos metros en la acera opuesta, pero ya en la S¨¦ptima se encuentra una librer¨ªa de larga tradici¨®n frecuentada por Auster, Community Bookstore. En el escaparate de esta librer¨ªa ha estado durante muchos meses 4321, su ¨²ltima novela. Tambi¨¦n en la S¨¦ptima se encuentra Barnes & Noble, una especie de Casa del Libro estadounidense. All¨ª compr¨¦ el cuaderno que le entregu¨¦ a Auster el ¨²ltimo d¨ªa de mi estancia en Nueva York, horas antes de partir hacia La Habana. Le ped¨ª que escribiese en ¨¦l algo tan lindo como El cuento de Navidad de Auggie Wren, luego convertido en Smoke. El d¨ªa anterior hab¨ªa estado en la Biblioteca P¨²blica de Nueva York, en Manhat?tan, y encontr¨¦ todos los manuscritos y cuadernos con las distintas versiones del cuento antes de ser publicadas en The New York Times. La compra del cuaderno y la visita casi a su casa para entreg¨¢rselo, ambos improvisados, fue mi manera de darle las gracias por aquel momento inolvidable.
Purity Diner es un lugar que Auster frecuenta. All¨ª almorzamos y me habl¨® de c¨®mo se hab¨ªa gentrificado la zona
Pero regresemos a Park Slope, gran parte del mundo que ha inspirado la obra de Auster se encuentra al caminar por estas avenidas y las calles circundantes. Pienso ahora en la estaci¨®n de bomberos de Union Street: ?tendr¨¢ algo que ver con Jim Nashe, el bombero protagonista de La m¨²sica del azar? Olvid¨¦ pregunt¨¢rselo cuando estuvimos en el Purity Diner¡ Este diner, ubicado en la S¨¦ptima Avenida, es otro de los lugares que Auster lleva frecuentando a?os. All¨ª almorzamos juntos y me habl¨® largo y tendido de c¨®mo se hab¨ªa gentrificado el barrio, y, sobre todo, de sus pel¨ªculas y gustos cinematogr¨¢ficos. Es curioso, las cuatro veces que me he reunido con ¨¦l en los ¨²ltimos a?os (la anterior fue en 2013) siempre ha llevado la conversaci¨®n hacia Smoke, Blue in the Face y el resto de su filmograf¨ªa, como si su producci¨®n literaria fuese algo secundario en nuestros encuentros. Quiz¨¢ se deba a que yo siempre fui un defensor a ultranza de sus pel¨ªculas, sobre todo de las tres primeras, cuando trabajaba sobre su cine en mi tesis doctoral.
En el Purity Diner uno no deja de recordar la escena de Smoke entre Paul Benjamin y Auggie Wren. Al contarle que Montgomery Clift estaba enterrado en el peque?o cementerio cu¨¢quero escondido en Prospect Park, Auster me respondi¨® sonriente: ¡°No lo sab¨ªa. P¨ªdete algo sencillo para comer. Te va a gustar¡±. Por la S¨¦ptima y la Quinta, muy cerca del Purity Diner, viven escritores de la talla de Pete Hamill, Siri Hustvedt, Luc Sante, o actores como Steve Buscemi y John Turturro. No deber¨ªan dejar de pasear por esas calles y ver qu¨¦ se encuentran, la ficci¨®n es siempre solo una parte de la realidad.
Cementerio de Green-Wood
Tras su fundaci¨®n en 1838, Green-Wood ya era uno de los lugares m¨¢s deseados de las clases pudientes para ser enterrado. La belleza natural del entorno, sus vistas, sus panteones y sus sepulturas lo convert¨ªan en el lugar id¨®neo para pasar all¨ª la eternidad. Hacia 1860 el n¨²mero de visitantes anuales rondaba el medio mill¨®n y pronto se convirti¨® en una de las atracciones m¨¢s importantes del pa¨ªs. La popularidad del recinto, y no es una broma, contribuy¨® a la creaci¨®n posterior de parques p¨²blicos como Central Park y Prospect Park. El paraje alberga una de las colecciones m¨¢s importantes de mausoleos y santuarios de los siglos XIX y XX junto a sus colinas, valles, senderos y lagos. Entre los hu¨¦spedes m¨¢s ilustres (hay cerca de 560.000 personas enterradas) figuran el compositor Leonard Bernstein, Jean-Michel Basquiat, Samuel Morse, Susan Smith McKinney (una de las primeras mujeres negras en obtener el t¨ªtulo de Medicina en Estados Unidos), Louis Comfort Tiffany o Charles Ebbets, propietario de los antiguos Brooklyn Dodgers (despu¨¦s se trasladaron a California para convertirse en Los Angeles Dodgers, episodio destacado en varias secuencias de Blue in the Face).
El cementerio ofrece visitas guiadas y un gran n¨²mero de actividades culturales, sobre todo en verano, como conciertos de blues, paseos meditativos o el popular birdwatching, observaci¨®n de p¨¢jaros. En la actualidad, la artista francesa Sophie Calle ¡ªque aparec¨ªa como personaje en Leviat¨¢n bajo el nombre de Mar¨ªa Turner y adem¨¢s colabor¨® con Auster en Gotham Hand?book¡ª tiene en marcha una obra de arte interactiva en Green-Wood titulada: Here Lie the Secrets of the Visitors of Green-Wood Cemetery 2017-2042. All¨ª, en uno de los pin¨¢culos del cementerio transformado en una mezcla de buz¨®n y confesionario, los visitantes pueden dejar alguno de sus secretos m¨¢s ¨ªntimos. Este es el m¨ªo, Auster me comentaba con iron¨ªa al mencionarle que hab¨ªa estado en Green-Wood: ¡°Creo que esa ser¨¢ mi ¨²ltima residencia¡±.
¡®Sunset Park¡¯
Sunset Park es el t¨ªtulo de una de las novelas de Auster, publicada en 2008. No voy a desvelar la relaci¨®n que pudiera existir entre el lugar real y el texto de ficci¨®n, en este caso, esa tarea se la dejo a los lectores. The New York Times se?al¨® recientemente este parque y las zonas aleda?as como uno de los lugares m¨¢s ¡°calientes¡± de Brooklyn (es decir, con alto riesgo de gentrificaci¨®n). Lo cierto es que todav¨ªa parece uno de los vecindarios menos tur¨ªsticos y m¨¢s tranquilos del condado. Con mayor¨ªa de poblaci¨®n hispana (mexicanos y portorrique?os) y china (es el Chinatown de Brooklyn), se extiende por las avenidas Quinta y S¨¦ptima entre las calles 41 y 44, muy pr¨®ximo al cementerio de Green-Wood.
El barrio ofrece al viajero un sabor diferente por su peculiar car¨¢cter latino, especialmente en la Quinta Avenida. Uno parece encontrarse como en casa: multitud de establecimientos, carteles y restaurantes donde el espa?ol es la lengua oficial. El barrio de Sunset Park tom¨® su denominaci¨®n de este peque?o parque, que se eleva sobre una colina, desde donde se puede observar c¨®mo el atardecer (sunset en ingl¨¦s) envuelve de forma progresiva Manhattan, Staten Island y Nueva Jersey. Es uno de esos parajes pintorescos que sin poseer belleza en s¨ª mismos, la produce por su car¨¢cter peculiar. Para el viajero puede ser el emplazamiento perfecto para cerrar la visita a Brooklyn y evocar personajes, im¨¢genes y tramas austerianas antes de tomar el tren de regreso a Manhattan.
?scar Curieses es escritor, poeta, traductor y experto en la obra de Paul Auster.
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