Ocho lugares para enamorarse de Ruman¨ªa
Del delta del Danubio a la seductora ciudad de Sibiu, en Transilvania, ruta por escenarios imprescindibles entre ciudades medievales y leyendas vamp¨ªricas
Ruman¨ªa suena cada vez m¨¢s como destino de vacaciones: castillos de cuento y ciudades medievales, enriscadas fortalezas que nos hablan de leyendas de vampiros, iglesias pintadas de vivos colores, monta?as rocosas y suaves colinas, pueblos tradicionales que parecen de otra ¨¦poca y unos paisajes fant¨¢sticos para disfrutar de la naturaleza, el deporte y la observaci¨®n de aves.
1 Castillo de Bran y la leyenda de Dr¨¢cula
Hay pocos pa¨ªses donde una leyenda domine casi por completo su imagen tur¨ªstica. Es lo que le pasa a Ruman¨ªa con Dr¨¢cula. Y el lugar clave de todo es el castillo de Bran, con sus torres y almenas, dominando un puerto de monta?a de Transilvania, rodeado de bosque y niebla. Toda una industria que se nutre de su mala reputaci¨®n. Su exterior es digno de una pel¨ªcula de terror pero el interior es de todo menos espeluznante, con paredes blancas y un patio decorados de geranios. Cuenta la leyenda que Vlad el Empalador (quien inspir¨® el personaje del conde Dr¨¢cula) estuvo encarcelado aqu¨ª y los turistas siguen sus pasos a trav¨¦s de un conjunto de patios y pasadizos secretos.
El castillo de Dr¨¢cula estuvo abandonado durante muchos siglos hasta que en 1920 se cedi¨® a la reina consorte Mar¨ªa de Ruman¨ªa como agradecimiento a sus esfuerzos por mantener unido al pa¨ªs; de hecho, en la fortaleza hay m¨¢s informaci¨®n sobre la reina que sobre el personaje creado por Bram Stoker. Cada vez hay m¨¢s casas y pensiones para dormir en Bran, aunque la mayor parte de los visitantes solo van a pasar el d¨ªa desde Brasov. Desde Bran los visitantes suelen completar la visita con una subida a Poiana Brasov, una peque?a estaci¨®n de esqu¨ª con 20 pistas que presume ser el escenario de la pel¨ªcula Cold Mountain (2003).
2 Arte a lo grande en Bucovina
Escondidos en la vertiente oriental de los C¨¢rpatos, los monasterios pintados de Bucovina, declarados patrimonios mundial, son un ejemplo de la tradici¨®n ortodoxa con toques latinos de Ruman¨ªa. Son de lo m¨¢s original en la cristiandad y sus frescos reviven desde pasajes b¨ªblicos hasta el asedio de Constantinopla en el siglo XV. Los monasterios fueron construidos en su mayor¨ªa por orden del pr¨ªncipe Esteban el Grande (Stefan cel Mare), que posteriormente fue canonizado.
En total son media docena de monasterios, repartidos a lo largo de una extensa franja de Bucovina, caracterizados sobre todo por sus coloridos frescos exteriores, mucho de los cuales han conseguido sobrevivir relativamente intactos a los duros inviernos de la regi¨®n. Muchos de estas iglesias tienen tambi¨¦n peque?os museos. Los principales son los monasterios de Arbore (en colores verdes), Humor (en colores rojo y marr¨®n), Voronet (en azul), Moldovita (amarillo) y Sucevita (verde).
3 Estuario de un gran r¨ªo
Tras recorrer 2.800 kil¨®metros a trav¨¦s de Europa y cruzar numerosos pa¨ªses, el Danubio crea enormes humedales en el este de Ruman¨ªa antes de desembocar en el mar Negro. En la localidad de Tulcea el r¨ªo se divide en tres brazos principales, dando origen a una extensi¨®n de 4.000 kil¨®metros cuadrados de marismas, islotes de juncos y bancos de arena. Bajo la protecci¨®n medioambiental de la Reserva de la Biosfera del Delta del Danubio, la regi¨®n se ha convertido en un refugio para peces y aves. Es un lugar fant¨¢stico para ornit¨®logos, pescadores y todo el que se quiera escapar del mundanal ruido. Se pueden pueden avistar especies como la carraca europea, el pigargo europeo, la garceta grande e incluso uno o dos abejarucos.
La ciudad portuaria m¨¢s grande del delta es Tulcea, desde donde parten numerosas excursiones en barco que recorren este vasto humedal, y cuyo somnoliento puerto de Sulina es su principal atractivo. A mediados del siglo XIX fue elegida sede de la Comisi¨®n Europea del Danubio, una temprana iniciativa multinacional nacida para transformar los canales del delta en una ruta navegable. Y hasta aqu¨ª llegaron rusos, griegos, turcos, iran¨ªes, brit¨¢nicos, franceses, alemanes y todo ello cre¨® un clima realmente internacional y hasta de lujo... La II Guerra Mundial termin¨® con el proyecto, pero algo queda.
4 Viaje en el tiempo en Maramures
Maramures es para muchos viajeros, la regi¨®n m¨¢s bella de Ruman¨ªa. Es, tambi¨¦n, la m¨¢s tradicional, salpicada de iglesias de madera y granjas con puertas delicadamente labradas. Uno tiene la sensaci¨®n de retroceder 200 a?os a bordo de una rudimentaria m¨¢quina del tiempo. Entre praderas, poblada por campesinos vestidos de manera pintoresca, es como sumergirse un cuento de los hermanos Grimm. Esto es el coraz¨®n de la Ruman¨ªa medieval y folkl¨®rica, donde sobrevive la ¨²ltima cultura campesina de Europa.
Como agujas negras que despuntan en las laderas boscosas del norte de Ruman¨ªa, las iglesias de madera de Maramures son. a la vez, austeras y hermosas, con tejados de tablillas y ajados campanarios de estilo g¨®tico. Sus exquisitos interiores lucen frescos de tem¨¢tica b¨ªblica, algunos de ellos originarios del siglo XIV. Los domingos, los lugare?os se visten de manera tradicional para asistir a misa, por ejemplo a la iglesia rural de Budesti, tambi¨¦n de madera, una de las m¨¢s bonitas (y grandes) de Maramures. Una de las visitas m¨¢s cl¨¢sicas en la zona es pasear entre las coloridas y simp¨¢ticas l¨¢pidas de madera pintada del cementerio de Sapanta: cada una cuenta una historia, una labor tradicional de la zona.
5 Bucarest: caf¨¦s, villas y recuerdos comunistas
A pesar de su mala fama, Bucarest es una ciudad din¨¢mica y divertida donde los vestigios del comunismo conviven con el capitalismo m¨¢s desenfrenado. Muchos viajeros solo pasan una noche en la ciudad, de paso hacia Transilvania o los C¨¢rpatos, pero merece la pena dedicar un poco m¨¢s de tiempo para ver sus modernos caf¨¦s, algunas iglesias ortodoxas, las elegantes villas art nouveau y alg¨²n vestigio comunista sorprendente, como el Palacio del Parlamento.
Considerado un incre¨ªble despilfarro de la dictadura y, simult¨¢neamente, un impresionante muestrario de materiales y artesan¨ªa patrios, la mayor¨ªa de los visitantes concluyen que el parlamento del pa¨ªs es una mezcla de ambas cosas. Independientemente de sus fines siniestros, las emociones que suscite la antigua ¡°Casa del Pueblo¡±, su tama?o (similar al del Taj Mahal) o el Pent¨¢gono, es uno de los edificios m¨¢s grandes del mundo y hay que verlo para creerlo.
6 Cluj-Napoca: tras las huellas del vampiro
El norte de Transilvania est¨¢ cubierto por bellos y crudos paisajes monta?osos con una pincelada de Bran Stoker como atractivo tur¨ªstico extra. Son los motivos b¨¢sicos para viajar por el norte de Transilvania. El coraz¨®n de la regi¨®n es Cluj-Napoca, la segunda mayor ciudad de Ruman¨ªa, que ahora cuenta con caf¨¦s bohemios, restaurantes, festivales musicales, clubes nocturnos y bares, adem¨¢s de ser el centro de arte contempor¨¢neo del pa¨ªs. Su ambiente juvenil y vida nocturna hay que agradec¨¦rselos a sus miles de estudiantes. Cluj cada vez recibe a m¨¢s visitantes, relacionados con el aumento de vuelos a m¨¢s ciudades europeas, aunque normalmente salen disparados hacia Brasov, Sibiu o Sighisoara.
Cluj tiene una bonita arquitectura, desde la segunda iglesia g¨®tica m¨¢s grande de Ruman¨ªa, hasta edificios barrocos y torres medievales, y muchas galer¨ªas y jardines. En el casco antiguo tambi¨¦n encontramos restaurantes pintorescos y casas hist¨®ricas y en el barrio de los estudiantes hay centros de escritores y maravillosos caf¨¦s, adem¨¢s de un bonito jard¨ªn bot¨¢nico y un majestuoso cementerio h¨²ngaro.
Desde aqu¨ª los viajeros suelen desviarse a Bistrita, siguiendo las huellas del vampiro, que suele decepcionar porque con sus edificios renacentistas en tonos pastel, tiene pocas similitudes con la Bistritz descrita en la novela de Bram Stoker. Y a 45 kil¨®metros al este de Bistrita nos espera el desfiladero del Borgo, con el Hotel Castel Dracula, perfecto para leer la novela una vez m¨¢s, sobre todo cuando cae la noche y el viento ulula en el valle.
7 Senderismo de cuento en los C¨¢rpatos
Nos encontramos ante densos bosques primarios que parecen sacados de los cuentos de los hermanos Grimm: osos, lobos, linces, jabal¨ªes y escarpadas mesetas monta?osas y senderos bien se?alizados, con una red de caba?as para entrar en calor. A estos picos se puede acceder tanto desde Transilvania como desde Moldavia. Los montes Retezat, con unos 80 lagos glaciares y cotas de m¨¢s de 2.000 metros, son una zona espectacular de los C¨¢rpatos meridionales. Es la reserva natural m¨¢s antigua de Ruman¨ªa y ejerce de reclamo tur¨ªstico por su fauna y sus vertiginosos senderos.
Los excursionistas pueden sentirse desbordados por semejante oferta de senderos (516 kil¨®metros en total), la mayor¨ªa de ellos para caminatas de m¨¢s de cinco kil¨®metros. La localidad de Hateg, al norte del parque, es una buena base excursionista, y adem¨¢s est¨¢ cerca de la peque?a reserva de bisontes, algunos monasterios y fortalezas peque?os, y el yacimiento de Sarmizegetusa Regia, de ancestrales vestigios dacios.
8 Pueblos sajones e iglesias fortificadas
En el siglo XII, los sajones germanos fueron invitados a establecerse en algunas zonas de la Transilvania rumana para proteger al entonces reino de Hungr¨ªa de las amenazas t¨¢rtaras y turcas. Su legado arquitect¨®nico, una serie de iglesias fortificadas, atalayas y murallas de piedra, salpica el paisaje entre Sighisoara y Sibiu. La mayor¨ªa de los viajeros visita la iglesia fortificada de Biertan, pero tambi¨¦n valen la pena Viscri, Malancrav y Alma Vii.
Las rom¨¢nticas y remotas aldeas de la meseta de Tranave tienen la virtud de sumergir al visitante en el pasado de Transilvania. Repartidas entre Sighisoara y Sibiu, las iglesias flanqueadas por torres de vigilancia y recias murallas sobresalen por encima de pueblos en ruinas. Aunque la mayor parte de los residentes sajones empezaron a abandonar estos pueblos a partir de la II Guerra Mundial, todav¨ªa se nota la profunda huella sajona en sus iglesias, y algo a¨²n m¨¢s ins¨®lito: todav¨ªa se puede escuchar a alg¨²n lugare?o hablar en alem¨¢n.
En los alrededores de estos lugares hay posadas de tem¨¢tica medieval y algunas actividades curiosas como los paseos en carromato, con la posibilidad de ver a pastores y herreros en plena faena.
M¨¢s informaci¨®n en la nueva gu¨ªa Lonely Planet de Ruman¨ªa y Bulgaria, y en www.lonelyplanet.es
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