Si est¨¢s en Mosc¨² por el Mundial, seis pistas para descubrir la ciudad
Del Museo Garage de Rem Koolhaas a los helados de los almacenes GUM y un balneario convertido en bar, visitas originales al margen del Mundial
El Mundial de F¨²tbol 2018, inaugurado este jueves y cuya final se disputar¨¢ el 15 de julio en el estadio Luzhnik¨ª de Mosc¨², est¨¢ animando las calles de la capital rusa, que espera estas semanas la visita de un mill¨®n de turistas (casi la mitad de ellos extranjeros). Citas deportivas aparte, estas son seis pistas muy apetecibles.
Paralelep¨ªpedo trasl¨²cido
Desde 2015, el Garage (entrada, 4,75 euros) es uno de los museos m¨¢s originales de Mosc¨². Dedicado al arte moderno, se encuentra en el parque Gorki, el gran espacio verde moscovita que cumple este agosto 90 a?os. La historia del Garage se remonta a 2008 y est¨¢ ligada a Dasha Zhukova, la exesposa del millonario Rom¨¢n Abram¨®vich, cofundadora del centro, que se ubic¨® inicialmente en un edificio de 1927, obra del constructivista Konstant¨ªn M¨¦lnikov, una antigua cochera de autobuses al norte de la ciudad. En 2012 la colecci¨®n se traslad¨® al parque Gorki, donde ocup¨® un pabell¨®n temporal proyectado por el arquitecto japon¨¦s Shigeru Ban, sustentado por columnas de cart¨®n. Rem Koolhaas (OMA) fue el responsable de la rehabilitaci¨®n de su sede actual, inau?gurada en junio de 2015. El arquitecto holand¨¦s transform¨® una construcci¨®n de la era sovi¨¦tica, abandonada tras la desaparici¨®n de la URSS, donde se encontraba el popular restaurante Vremena Goda. Koolhaas conserv¨® el esqueleto y otros elementos originales del edificio (azulejos, mosaicos, ladrillos) y lo convirti¨® en un rectangular bloque de hormig¨®n de 5.400 metros cuadrados, con dos niveles y fachadas trasl¨²cidas. Dentro aguardan espacios amplios y di¨¢fanos. Hasta el 2 de septiembre se recrear¨¢ en parte del ala oeste del museo el ambiente del restaurante Vremena Goda, abierto en 1968, hace ahora 50 a?os. Adem¨¢s, hasta el 26 de agosto se podr¨¢ admirar una reconstrucci¨®n de Atom, escultura de 13 metros de altura, tambi¨¦n de 1968, obra de Viacheslav Koleichuk, figura clave del arte kin¨¦tico sovi¨¦tico.
Colas y barquillos
Los famosos grandes almacenes GUM se sit¨²an en plena plaza Roja, frente al mausoleo de Lenin. De noche el edificio destaca especialmente por su iluminaci¨®n, que rivaliza con la del Kremlin y la catedral de San Basilio. Dentro llaman la atenci¨®n las largas colas que se forman ¡ªen cualquier ¨¦poca del a?o (con fr¨ªo g¨¦lido o calor)¡ª en los puestos de helado repartidos por sus largos pasillos. Por menos de un euro se pueden probar muchos sabores diferentes (muy recomendables los de chocolate y fresa), que se sirven en un barquillo con forma de vaso.
Mendeleev Bar
Bajo el letrero de Lucky Noodles y con apariencia de restaurante asi¨¢tico de dimensiones bastante reducidas se encuentra una puerta seguida de unas escaleras que conducen a un piso inferior, donde se esconde una cocteler¨ªa muy concurrida. El Mendeleev Bar tiene arcos de piedra como techo y una larga barra que recorre casi todo el local. Sus profesionales mix¨®logos son especialistas en c¨®cteles que contienen absenta.
Sonidos b¨¦licos
Con sus 170 metros sobre el nivel del mar, el monte Poklonnaya es una de las siete colinas de Mosc¨². En una explanada de grandes dimensiones presidida por el monumento de la Victoria, un obelisco de 140 metros de altura, se encuentra el Museo de la Gran Guerra Patri¨®tica de Mosc¨² (entrada gratis). Expone maquetas a tama?o real de escenas de la Segunda Guerra Mundial, muchas ambientadas con grabaciones de sonidos reales. Otro de los reclamos es una proyecci¨®n en 3D sobre el interior de la gran c¨²pula del museo. La pel¨ªcula, de unos 10 minutos de duraci¨®n, representa los momentos m¨¢s relevantes del antes, durante y despu¨¦s de la guerra. Adem¨¢s, las instalaciones ofrecen la posibilidad de ver los uniformes de los diferentes ej¨¦rcitos implicados, adem¨¢s de aviones, tanques de guerra y dem¨¢s artefactos b¨¦licos utilizados durante el conflicto.
Tras las fachadas
La ciudad de Mosc¨² tiene m¨¢s de 12 millones de habitantes, pero apenas se ven aglomeraciones de gente en sus calles. ?D¨®nde hacen vida los moscovitas y d¨®nde est¨¢n aparcados los casi cinco millones de veh¨ªculos registrados si la mayor¨ªa de los edificios no disponen de aparcamiento subterr¨¢neo? Ante la curiosidad de los turistas, el gu¨ªa local Nikolay Borkovoy siempre da la misma explicaci¨®n: ¡°La vida cotidiana de los moscovitas est¨¢ ligada a los patios¡±. Luego ofrece un dato revelador: los patios abarcan m¨¢s superficie que todas las calles y plazas de Mosc¨² juntas, y es en estos espacios donde sus habitantes hacen vida social. Suelen incluir una zona verde con bancos, caminos que conducen a cada vecino hasta su portal, aparcamientos¡ Y no se ven desde la calle, ya que permanecen ocultos tras las fachadas de los edificios.
?Ba?eras o copas?
Durante la ¨¦poca sovi¨¦tica fue una sauna, y cuando hace algo m¨¢s de un a?o se convirti¨® en club nocturno, apenas mud¨® su mobiliario interior. El Squat 3/4 (en la calle Teatral¡¯nyy Proyezd, 3c4) conserva elementos tan caracter¨ªsticos como ba?eras, espejos y azulejos. Su nombre hace referencia al colectivo okupa, pintores, m¨²sicos, poetas, escritores y actores, entre otros, que ocupan edificios abandonados para realizar sus actividades. El interior del local ha sido decorado por artistas callejeros, incluidas las mesas del caf¨¦. Un nuevo lugar de reuni¨®n para los talentos creativos de Mosc¨².
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