Una urbanizaci¨®n ¨ªbera de hace 2.000 a?os
El yacimiento de Fuente de la Mota, en Cuenca; las grutas del madrile?o Risco de las Cuevas y otras visitas para amantes de la historia
Para respirar este invierno, hay quienes han aprovechado la cercan¨ªa del mar y quienes han podido acercarse a alg¨²n puerto de monta?a a ver la nieve. Aqu¨ª les vamos a proponer otras actividades para disfrutar al aire libre, pero en la meseta castellana. Para los afortunados que lo tengan cerca o bien para cuando se levanten las restricciones entre comunidades, se trata de visitar algunos de los interesantes yacimientos arqueol¨®gicos del centro de la Pen¨ªnsula, cuyas piedras nos hablan de nuestros ancestros, de sus modos de vida, sus creencias y hasta de sus diosas. Son excursiones que iluminar¨¢n el presente desde un pasado en el que podemos iniciarnos en el Museo Arqueol¨®gico Nacional, en Madrid, porque sus infograf¨ªas con l¨ªneas del tiempo y los preciosos objetos que alberga nos animan a completar nuestro ¨¢rbol geneal¨®gico.
Esta vez no hace falta tomar aviones para ir a la isla de Pascua o a Egipto a enso?arnos con culturas ex¨®ticas, porque tenemos sus voces a pocos kil¨®metros. Antes de emprender el viaje, una sugerencia: cargar el libro Diosas y dioses de la Vieja Europa, de la arque¨®loga lituana Marija Gimbutas, un complemento ideal para disfrutar de estos instantes frente a piedras con mucho significado, que evocan diferentes ¨¦pocas y usos. La otra recomendaci¨®n consiste en no olvidar que en nuestras ciudades y sus monumentos se fueron superponiendo las diferentes culturas.
Yacimiento ¨ªbero de Fuente de la Mota
En Barch¨ªn del Hoyo (Cuenca) puede visitarse una urbanizaci¨®n ¨ªbera con una distribuci¨®n muy singular de entre los siglos V y I antes de Cristo. Se trata de un yacimiento prerromano en el que destacan las fortificaciones (la muralla, la torre, un doble foso tallado en la roca), los almacenes subterr¨¢neos y la perla de sus descubrimientos: una casa con planta triangular ¡°que es ¨²nica en el mundo ib¨¦rico¡±, explica Antonio Madrigal, el arque¨®logo que trabaja en estas excavaciones. ¡°Antes de los romanos, en este territorio conviv¨ªan muchos pueblos, entre ellos celt¨ªberos, bretones, galaicos, fenicios o p¨²nicos. En este caso, estos fueron los ¨²ltimos ¨ªberos que vivieron tambi¨¦n en ¨¦pocas romanas¡±, aclara. En sus callejones se encuentran objetos que dan cuenta de sus costumbres, viajes y sus particulares dise?os edilicios, como el tri¨¢ngulo, que claramente evoca a las deidades femeninas. Esta habitaci¨®n triangular, que parece rendir culto a la fecundidad y a la vida, est¨¢ en una manzana irregular que organiza el urbanismo, con ¡°el v¨¦rtice al sur, mientras la fachada mira hacia el norte, y una puerta por la que entra el sol exactamente durante el solsticio de primavera, algo que ocurre en sus sitios sagrados¡±, sostiene Madrigal. ¡°Supimos, por otros yacimientos ¨ªberos, de la diosa ind¨ªgena de la fertilidad, cuyo nombre latinizado es Betato; en el mundo c¨¦ltico se conoce tambi¨¦n a Epona, una diosa ligada a los caballos, y hay ¨ªberos y celt¨ªberos que estuvieron en Grecia y le rindieron culto a la diosa Hera, y lo sabemos porque all¨ª se encontraron broches de cintur¨®n celt¨ªberos en las prendas griegas¡±, informa el arque¨®logo, que confiesa que a¨²n queda mucho por conocer. Entre esos misterios figura la lengua ¨ªbera, de la que poco se sabe. ¡°En Barch¨ªn encontramos la inscripci¨®n de una maldici¨®n a dos personas, de entre el a?o 25 antes de Cristo y el 25 de nuestra era, y que es ¨²nica en el mundo romano porque es redonda, con trazos en espiral y en dos idiomas; por fuera del disco de plomo doblado aparece el griego, y por dentro, el mismo texto en lat¨ªn. Estas tablillas de maldiciones se escrib¨ªan por encargo¡±, explica el especialista. Aqu¨ª tambi¨¦n conocemos que los ¨ªberos ten¨ªan comercio a larga y media distancia, ¡°y ansiaban comprar piezas de cer¨¢mica hechas en Atenas¡±.
- Centro de recepci¨®n de visitantes en el Ayuntamiento de Barch¨ªn del Hoyo. +34 969 20 30 01. Entrada: 3 euros.
La ciudad romana de Valeria
En este asentamiento de Cuenca del a?o 90 antes de Cristo hubo ¨ªberos contempor¨¢neos de los de Barch¨ªn. Entre sus particularidades: un foro bien conservado y los vestigios de sus casas colgadas en las rocas, adem¨¢s del bello paisaje en que se encuentra. Y por supuesto, el Ninfeo, su edifico m¨¢s representativo: un muro de contenci¨®n de 105 metros de longitud, con tabernae (tiendas, talleres, almacenes¡) a sus pies, y que se habilit¨® como fuente ornamental. Durante la visita guiada se aprende sobre las especificidades de la construcci¨®n romana, como los techos de tejas, los ladrillos de barro cocido y las paredes decoradas. Seg¨²n comentan los arque¨®logos, los ¨ªberos usaban un z¨®calo (en contadas ocasiones, del color rojo del ¨®xido de hierro, con puntitos), con muy poca cimentaci¨®n de piedra y muros de adobe o tapial de yeso.
- Centro de recepci¨®n de visitantes: +34 969 20 89 19. Visitas guiadas: +34 618 64 90 30. Web: valeriaromana.es. Entrada: 5 euros.
D¨®lmenes
El dolmen de Azut¨¢n, en la provincia de Toledo, en la riqu¨ªsima cuenca del Tajo, es todo un viaje a la prehistoria, pues esta estructura de piedra perteneci¨® a poblaciones del Neol¨ªtico y el Calcol¨ªtico. Es uno de los mejor conservados de la Pen¨ªnsula, donde se encuentran algunas de las m¨¢s antiguas construcciones megal¨ªticas de Europa. En este caso, el santuario de c¨¢mara y corredor sirvi¨® posiblemente para usos funerarios entre los a?os 6.000 y 5.000 antes de Cristo. Para llegar al dolmen hace falta GPS o la gu¨ªa experta de alguien que ya lo haya visitado. Entre estas milenarias placas de piedra gran¨ªtica, todas del mismo tama?o, puestas en pie y formando una doble l¨ªnea de paredes circulares, se puede disfrutar de un rato de silencio introspectivo. Con un poco de paciencia, podremos adivinar qu¨¦ significan sus grabados, en algunos casos antropomorfos, en otros geom¨¦tricos, y dejarnos mecer por otros ritmos, como el de la brisa castellana sobre el trigo.
Tambi¨¦n en Castilla-La Mancha podemos acercarnos a otro dolmen, el de la necr¨®polis del Portillo de las Cortes, en Aguilar de Anguita (Guadalajara), un yacimiento de la edad del bronce. Este fue documentado en los albores del siglo XX por el marqu¨¦s de Cerralbo, historiador que da nombre a un museo en Madrid.
La Capadocia madrile?a
Con esta imagen suele mencionarse el Risco de las Cuevas, en Perales de Taju?a (Madrid), una serie de paredes calizas y yeso que albergan lo que fueron viviendas rupestres en los huecos formados en las grandes rocas desde el Neol¨ªtico hasta ¨¦pocas m¨¢s recientes. Hay miles de leyendas sobre quienes habitaron este risco en las m¨¢rgenes del Taju?a, a 40 kil¨®metros de la capital. Si la percepci¨®n es como un proyector de espejismos, caminar por el sendero que transcurre junto al risco permite imaginar escenas de tiempos en los que las tribus celt¨ªberas viv¨ªan en esos edificios-cuevas que se comunican por dentro. Y seguramente nos guardaremos preguntas para seguir indagando sobre sus antiguos inquilinos. De otro modo, podemos intentar simplemente estar all¨ª y dejarnos sentir como parte del paisaje.
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