Al encuentro de ¡®El Abuelo¡¯ en Chav¨ªn, el ¨¢rbol m¨¢s grande de Espa?a
Este ejemplar de casi 62 metros de alto preside el eucaliptal del Souto da Retorta (Lugo). A pocos kil¨®metros esperan la r¨ªa de Viveiro, la legendaria cueva de la Doncella y la fotog¨¦nica punta de Fuci?o do Porco
Cerca de Viveiro (Lugo), en uno de los bosques m¨¢s septentrionales de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, se yergue O Av¨®, El Abuelo, un eucalipto plantado en 1880 que es considerado el ¨¢rbol m¨¢s grande de Espa?a. Nueve hombres hacen falta para abrazar su tronco de 10,5 metros de per¨ªmetro. Tiene una altura de 61,78 metros, como un edificio de 20 plantas, y un volumen de 75,2 metros c¨²bicos. Esto, por si alguien no se lo imagina, es much¨ªsima madera, suficiente para forrar de tablas la Praza Maior de Viveiro. Dos veces.
Para visitar a El Abuelo hay que acercarse al Souto da Retorta, que as¨ª se llama el bosque en cuesti¨®n, el cual est¨¢ bien se?alizado a 6,5 kil¨®metros de Viveiro, en el lugar de Calvoso (parroquia de Chav¨ªn). Tambi¨¦n est¨¢ bien indicado, con un panel al principio, el sendero que recorre esta magn¨ªfica espesura: es muy sencillo, de solo dos kil¨®metros (una hora, ida y vuelta), llano y sin extrav¨ªo posible, pues discurre en todo momento entre el r¨ªo Landro y el canal de desag¨¹e de una central hidroel¨¦ctrica.
Aprovechando que no hay p¨¦rdida, recordaremos que los eucaliptos llegaron a Europa en el siglo XIX, cuando el misionero gallego Rosendo Salvado llev¨® a Australia la palabra de Dios (¡°Noso Pai, que estas no Ceo. / Santificado sexa o teu Nome...¡±) y se trajo a cambio unas semillas de Eucalyptus globulus. Y que todos los que se ven en el Souto da Retorta fueron plantados entre 1880 y 1912 para ayudar a drenar los terrenos bajos encharcados por los afluentes del Landro. A medio camino, en una cerrada curva del r¨ªo, se encuentra El Abuelo ¡ªdeclarado Monumento Natural, junto con otros 600 ejemplares del Souto da Retorta¡ª y, pr¨®ximo a este coloso, un eucalipto de 68 metros, el m¨¢s alto de Europa (aunque, por volumen, es algo menos grande que el primero). Al llegar a la central hidroel¨¦ctrica, el sendero acaba y toca volver por el mismo camino, admirando la b¨®veda vegetal que forman, junto con los alt¨ªsimos eucaliptos, casta?os, robles, alisos, fresnos y arces. El sol no nos quemar¨¢, eso seguro, pero de tanto pegar el occipucio a la espalda, la tort¨ªcolis puede ser mortal.
Como la excursi¨®n es cortita, podemos hacer doblete de senderos en una sola jornada visitando el Pozo da Ferida, una poza donde el r¨ªo Loureiro, afluente del Landro, se remansa despu¨¦s de pegar un salto de 30 metros de altura. Es otra ruta circular sencilla, de menos de una hora. En Google Maps aparece bien indicado el punto de partida, en Xove, a cinco kil¨®metros del Souto da Retorta. Y en Wikiloc se puede descargar el track de la ruta. ?Y si no tenemos navegador, ni forma de acceder a internet? Pues se puede encontrar el lugar a la antigua usanza, preguntando a los paisanos.
Explorando la r¨ªa de Viveiro
Otro d¨ªa (o el mismo, si lo aprovechamos a tope), nos acercaremos al mirador de San Roque, a cuatro kil¨®metros de Viveiro. Desde all¨ª veremos c¨®mo el r¨ªo Landro, el mismo que da de beber a El Abuelo y sus gigantescos hermanos, saca pecho y desagua en el Atl¨¢ntico formando una amplia ensenada, la r¨ªa de Viveiro, limitada a naciente por el monte Faro y a poniente por la punta de Fuci?o do Porco. A la derecha de Viveiro, se ve hormiguear los palangreros en el puerto de Celeiro, el m¨¢s importante de merluza de pincho en Espa?a y el tercero en volumen de capturas de Galicia. A la izquierda, se observar¨¢ c¨®mo extiende su s¨¢bana de kil¨®metro y medio la playa de Covas y c¨®mo, poco m¨¢s all¨¢, se esconde la m¨¢s chica y salvaje de Sacido.
Las que no se ven desde el mirador de San Roque y habr¨¢ que acercarse para hacerlo son la playa Abrela y la cercana cueva de la Doncella. Seg¨²n la leyenda, en esta gruta vive una hermosa doncella de rubia cabellera y blancas vestiduras que, al romper el alba en la ma?ana de San Juan, baja del acantilado para ba?arse y desenredar sus abundantes y sedosos cabellos con un peine de oro y brillantes. Tambi¨¦n se dice que fueron los narcotraficantes los que usaron esta gruta para ocultar sus alijos y los que inventaron el cuento para alejar a los curiosos. Como m¨ªnimo, se ha de tener precauci¨®n, porque hay que gatear 15 metros por un t¨²nel y luego asomarse a un balc¨®n que quita el hipo, desde donde se contempla c¨®mo el Cant¨¢brico acaricia o golpea, seg¨²n el d¨ªa que tenga, los acantilados entre la punta del Caballo y la playa. Barandillas no hay, claro.
Continuaremos el recorrido por la margen occidental de la r¨ªa hasta la punta de Fuci?o do Porco (Hocico del cerdo, en gallego), un lugar del que pocos hab¨ªan o¨ªdo hablar hasta hace unos a?os, cuando los ¨²nicos que se acercaban a este afilado cabo eran los t¨¦cnicos que reparaban y manten¨ªan la radiobaliza all¨ª instalada. Ahora atrae a tanta gente que incluso hay que reservar plaza si se quiere visitar en verano. Una senda escalonada que sube y baja por la crester¨ªa del promontorio, vertiginosa y fotog¨¦nica a m¨¢s no poder, es la culpable de tanta fama. Para evitar una excesiva afluencia de p¨²blico en ciertos momentos, que har¨ªa peligroso transitar por estos despe?aderos, solo se puede permanecer en el paraje 45 minutos. Aqu¨ª s¨ª que hay barandillas.
En alg¨²n momento habremos de recalar en Viveiro, que es un buen lugar para hincarle el diente a los pescados y mariscos que arriban cada d¨ªa a la lonja de Celeiro. Despu¨¦s de andar de ac¨¢ para all¨¢ viendo cosas alt¨ªsimas (¨¢rboles, cascadas, acantilados¡), merece la pena hacer un ¨²ltimo esfuerzo y levantar la mirada para contemplar, en la Puerta de Carlos V, el escudo y el busto del emperador, al que los vecinos estaban tan agradecidos por haberles eximido de impuestos tras el incendio de 1540 que le dedicaron este arco triunfal. ?Ay, el cuello!
Gu¨ªa
- Comer. A Fonte, en Viveiro (982 56 02 00). Restaurante familiar cerca del casco histórico, muy concurrido. No reservan y, a veces, toca esperar un poco. Raciones abundantes de pulpo, calamares, zamburiñas, almejas... Menú del día interesante. O Filón, en Viveiro (982 55 00 60). Típica churrasquería para comer bien, barato y variado, sobre todo si se eligen medias raciones.
- Dormir. Las Sirenas; se encuentra sobre los acantilados de la playa de Sacido. Cuenta con centro de talasoterapia y restaurante panorámico. Pazo da Trave, en Galdo. Es un hotel rural con encanto en un histórico pazo con 8.000 metros cuadrados de jardín y piscina de temporada, a medio camino entre Viveiro y el eucaliptal de Chavín.
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