Descubriendo el salvaje norte de Costa Rica entre cascadas y volcanes
Una ruta de biodiversidad entre el parque nacional Rinc¨®n de la Vieja, el Volc¨¢n Tenorio y el refugio de vida silvestre Ca?o Negro
Amanece en Ca?o Negro, al norte de Costa Rica, el tercer humedal en importancia del mundo, la bruma a ras del agua se torna anaranjada, es el mejor momento para avistar animales. Rosi es una de las gu¨ªas de la empresa familiar Para¨ªso Tropical, su maestro Ernesto conduce el bote por los canales de la zona del r¨ªo Fr¨ªo, ambos conocen cada rinc¨®n y cada habitante de las casi 10.000 hect¨¢reas que componen este espacio natural costarricense. Con sus prism¨¢ticos, Rosi va observando y se?alando aqu¨ª y all¨¢, nombrando cada animal que sale al paso, nada se le escapa. Antes de cada recorrido pregunta a los visitantes qu¨¦ les gustar¨ªa ver, el jaguar es uno de los m¨¢s dif¨ªciles, todo un reto; Rosi olfatea y se dirige al olor, una hembra con sus cr¨ªas ha dejado sus huellas en el barro h¨²medo antes de internarse en la espesura. En lo alto de un ¨¢rbol un perezoso, murci¨¦lagos, un basilisco corriendo sobre las aguas, caimanes sesteando y aves, miles de aves.
Se puede subir a la torre de observaci¨®n de m¨¢s de 20 metros para hacerse una idea de la extensi¨®n del parque, de frente, una de las 14 lagunas de la zona sur. Dependiendo de la ¨¦poca del a?o el paisaje del humedal cambia de manera radical, en la temporada de lluvias las lagunas se vuelven navegables, en la seca siempre podemos pasear por canales y r¨ªos. Una curiosidad de estos r¨ªos es el pez Gaspar, f¨®sil viviente que no ha cambiado pr¨¢cticamente en 150 millones de a?os.
Rumbo hacia el oeste se puede hacer una peque?a parada antes de llegar al siguiente parque, la finca Blue Valley, donde Maleku ?tiene la plantaci¨®n org¨¢nica de ¨¢rboles de cacao para la producci¨®n de sus chocolates. Dando una vuelta por la finca se aprenden las diferencias entre las variedades de cacao, sus propiedades, su biolog¨ªa, se puede probar la dulce pulpa que envuelve la semilla del cacao y ver c¨®mo se seca al sol antes de ser machacada y convertida en su producto final.
Dos horas m¨¢s de carretera hacen falta para llegar al parque nacional Rinc¨®n de la Vieja, es esta una zona muy activa a nivel volc¨¢nico y la apertura de los diferentes senderos dependen de la misma. Las Pailas es el sendero m¨¢s sencillo y para acceder a ¨¦l hay que atravesar la hacienda Guachipel¨ªn. Antes de pasear por las fumadoras, lodos borboteantes y ver los inmensos ficus estranguladores, merece la pena parar y disfrutar de las actividades que propone la hacienda: mountain bike por los densos bosques, lodos volc¨¢nicos con ba?o termal, clase de yoga con vistas al suave cono del volc¨¢n, cabalgata a caballo por las cascadas o la actividad estrella: el canopy, donde volando en las tirolinas se atraviesa el ca?¨®n del r¨ªo Blanco sobre las copas de los ¨¢rboles.
El recorrido principal del parque nacional Volc¨¢n Tenorio es de unos seis kil¨®metros bosque adentro, lo m¨¢s impresionante es el r¨ªo de color y nombre Celeste que culmina en su imponente cascada. A partir de este momento el r¨ªo forma parte del camino y su contraste con el verde que lo rodea resalta a¨²n m¨¢s su azul. Dentro del parque no est¨¢ permitido el ba?o, pero saliendo del mismo y siguiendo el curso del r¨ªo hay muchos lugares donde poder catar estas curiosas aguas.
Un bosque en las nubes
La entrada a Casitas Tenorio, a pocos kil¨®metros de Bijagua, es la entrada a un bosque nuboso primario. Pipa y Donald llevan m¨¢s de 10 a?os en este proyecto, construyendo las seis casas para hu¨¦spedes, reforestando el bosque y cuidando de la granja donde el viajero es invitado a participar de las tareas diarias. Todo en esta finca se hace en armon¨ªa con la naturaleza y con la comunidad en la que ambos est¨¢n tan involucrados. Aqu¨ª el despertador pueden ser los monos aulladores o las orop¨¦ndolas con su curioso canto, invitando a salir de la caba?a e ir en busca de los otros habitantes de este bosque, los perezosos de dos y tres dedos. Desde las casitas se organizan programas de voluntariado para viajeros que quieran involucrarse m¨¢s en la zona o simplemente traer en la maleta suministros para la escuela o cl¨ªnica local. Si lo que nos mueve es conocer el estilo de vida ¡°tico¡± se puede ir a casa de Do?a Vicky y recibir una clase de preparaci¨®n de tamales mientras se conoce de primera mano la historia de Bijagua cuando nadie lo visitaba, hace tan solo 30 a?os.
El valle de los tapires
Colindando con el parque nacional Volc¨¢n Tenorio se encuentra Tapir Valley, ?que forma parte del corredor biol¨®gico Tenorio-Miravalles. Es un maravilloso ejemplo de la implicaci¨®n de la comunidad para proteger los recursos naturales de la zona. La propiedad fue adquirida por sus nuevos due?os hace 17 a?os y pas¨® de ser explotaci¨®n ganadera a reserva natural, creando pasos de fauna y protegiendo estas zonas tan vulnerables. Del lado tur¨ªstico uno de los puntos fuertes del Tapir Valley son las aves, en tan solo media hora en cualquier punto de observaci¨®n, se pueden avistar m¨¢s de 40 especies, entre ellas varios tipos de colibr¨ªes.
Paseo nocturno
Hoy toca excursi¨®n nocturna. Las instrucciones son sencillas, cuidado donde pisas, para ello, cada participante ha de llevar un frontal. La noche transforma el lugar, oscuro y m¨¢s lleno de sonidos que a cualquier hora del d¨ªa. Despacio por el bosque la primera en aparecer es la rana de ojos rojos, un bicho palo, la mariposa morpho y m¨¢s ranas arboreas que se paran a posar al ser iluminadas. Llega la lluvia y con ella el Tapir en busca de comida, pero a¨²n queda una sorpresa m¨¢s, la terciopelo que, enroscada al borde del camino, mira indiferente. Con esto uno se puede marchar m¨¢s que contento a la cama, hay material de sobra para so?ar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.