Alcossebre, un refugio castellonense entre paisajes de olivos, playas y exquisita gastronom¨ªa
Este peque?o n¨²cleo vacacional, con una importante presencia de brit¨¢nicos y alemanes, ofrece a sus visitantes un ed¨¦n donde llevar a cabo una vida reposada y una primavera perpetua para disfrutar del Mediterr¨¢neo y las excursiones por la Serra d¡¯Irta
Alcossebre es una de esas extra?as colonias que tanto abundan en la costa valenciana. La palabra colonia resulta muy pertinente, en este caso. Se trata de un n¨²cleo de poblaci¨®n costero situado en el t¨¦rmino municipal de Alcal¨¤ de Xivert, en la comarca castellonense del Baix Maestrat, a unos 45 kil¨®metros de Castell¨® de la Plana. Agrupa centenares de apartamentos y casas unifamiliares cuyos propietarios son, en gran parte, extranjeros, con una importante presencia de ingleses, alemanes y n¨®rdicos. El motivo parece claro: su clima benigno y su ubicaci¨®n, toda ella orientada hacia unas playas paradisiacas: la Romana, el Moro, Les Fonts, El Carregador, Tres Platges o Manyetes, m¨¢s algunas calas de aguas transparentes y vegetaci¨®n natural, como cala Mundina y cala Blanca. La presencia cercana de la Serra d¡¯Irta, con elevada protecci¨®n medioambiental (es parque natural de la Generalitat Valenciana desde 2002), contribuye a la preservaci¨®n de un espacio sobrevolado por una rica avifauna que encuentra refugio en los roquedales de una costa bellamente abrupta.
Curiosamente, en su origen las tierras donde ahora se levanta la actual arquitectura del ocio ten¨ªan fama de improductivas ¡ªy lo eran¡ª. En Alcal¨¤ de Xivert, los padres legaban en herencia a sus hijos predilectos los terrenos costeros, llanos y feraces, mientras que al que le correspond¨ªa tierra interior maldec¨ªa su suerte. Con el tiempo esto se invirti¨®: los afortunados con propiedades en Alcossebre vieron multiplicarse su fortuna, en forma de proyectos inmobiliarios de alta alcurnia.
A todo esto vino a sumarse, en 2007, la conversi¨®n de una antigua explotaci¨®n naranjera en la Granja Bardomus, un impactante olivar de 120 hect¨¢reas a medio camino entre la Serra d¡¯Irta y el Prat de Cabanes-Torreblanca, una simp¨¢tica albufera (parque natural desde 1988) poblada por especies end¨¦micas como el samaruc (un pez en peligro de extinci¨®n que solo se encuentra aqu¨ª y en las tierras del Ebro).
Bardomus es actualmente una boyante explotaci¨®n aceitunera con 60.000 ¨¢rboles censados. De estos, 4.500 est¨¢n ¡°apadrinados¡±. Por unos 100 euros al a?o, el cliente puede poner su nombre a un olivo y obtener su geolocalizaci¨®n. Cada a?o, al finalizar la temporada, el padrino recibe ocho litros de aceite virgen extra de la variedad arbequina (mayoritariamente). Fernando Agramunt, el gerente de la explotaci¨®n, explica que el 95% de los padrinos son alemanes. Tambi¨¦n los hay austr¨ªacos, luxemburgueses, b¨¢lticos o rumanos, pero pocos espa?oles. La explotaci¨®n es totalmente ecol¨®gica: en su almazara propia, los restos de la obtenci¨®n del aceite (huesos de aceituna, pulpa, agua¡) se mezclan con deposiciones de oveja y se mantiene nueve meses en curaci¨®n. Luego se usa el compost resultante como abono. Bardomus admite visitas guiadas, que incluyen conciertos musicales con catas de aceite y degustaci¨®n de productos de la zona (tomata de penjar de Alcal¨¤ de Xivert, alcachofas de Benicarl¨® con denominaci¨®n de origen, quesos del Maestrat¡).
Para celebrar una visita tan reconfortante, hay que buscar un sitio para comer que est¨¦ a la altura. Precisamente las exigencias de los pobladores de Alcossebre (de nivel adquisitivo medio-alto) han propiciado la existencia de un conjunto de restaurantes de notable calidad. Se puede escoger, entre otros, Can Roig (arroces y mariscos ante la playa de Manyetes), El Pinar (con el foie micuit con licor Beirao como plato estrella, en la avenida de Valencia) o el Serra d¡¯Irta (donde probar un magn¨ªfico royal de liebre, en la cerretera de les Fonts). Me inclino, sin embargo, por un proyecto singular, el restaurante Atalaya, fundado por Alejandra Herreros y Emanuel Carducci en 2014.
Esta pareja de castellonense y argentino se conocieron haciendo pr¨¢cticas en Mart¨ªn Berasategui. Luego volvieron a coincidir con Sergi Arola en Madrid y ya no se separaron. Empezaron con una cocina modesta, enfocado a una clientela b¨¢sicamente inglesa (los ¨²nicos que pasaban todo el a?o en Alcossebre). Fue duro educar a los brit¨¢nicos a salirse de un men¨² de carne, patatas y verduras, pero lo consiguieron. En 2019 reformaron el local y se pasaron con armas y bagajes a la alta cocina. Estuvieron dos a?os en la categor¨ªa de la gu¨ªa Michelin Bib Gourmand ¡ªque destaca la mejor relaci¨®n calidad/precio¡ª y en 2021 les premiaron con una estrella, que han ratificado en 2022 y 2023.
Ofrecen tres men¨²s degustaci¨®n, uno de arroz, otro llamado Bergant¨ªn (que incluye productos de Castell¨® Ruta del Sabor, la marca paraguas de la Diputaci¨®n para promocionar los tesoros gastron¨®micos locales) y otro conocido como Goleta, que es el m¨¢s creativo y donde Alejandra y Emanuel se dejan llevar. Hay que probar, por destacar algunos platos, su miniatura de coca de tomate con bonito ¡ªun cl¨¢sico local¡ª, los apreciados langostinos de Vinar¨°s con caviar, la angula con coliflor o el queso de oveja de Les coves de Vinrom¨¤ resuelto en una espuma como postre. Todo acompa?ado con miel de la monta?a Penyagolosa (el pico m¨¢s alto de Castell¨®n, 1.813 metros) o aceite de olivos milenarios de Sant Mateu.
Despu¨¦s de tan reconfortante ¨¢gape, es el momento de investigar en las actividades que se ofrecen por la zona. Como las Islas Columbretes est¨¢n a dos horas en barco, no se deber¨ªa negligir una visita a este archipi¨¦lago de origen volc¨¢nico que flota en una mar de aguas cristalinas. Se puede practicar el buceo all¨ª mismo o en determinados puntos de la Serra d¡¯Irta, que tambi¨¦n es un lugar propicio al excursionismo o los m¨¢s morigerados paseos.
Una vez realizadas algunas de estas actividades, se comprende la raz¨®n del extra?o atractivo que despierta este lugar para media Europa.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiraci¨®n para tus pr¨®ximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, Twitter e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.