Viaje al coraz¨®n de la ciencia: as¨ª es el nuevo museo CERN Science Gateway
Tres salas de exposiciones, dos laboratorios pr¨¢cticos con talleres para todas las edades y un auditorio esperan en el edificio proyectado por Renzo Piano, que abre al p¨²blico este domingo. Un lugar perfecto para conocer mejor nuestro mundo y escaparse despu¨¦s a la cercana Ginebra

En los a?os cuarenta del siglo pasado, Robert Oppenheimer levant¨® una ciudad entera en medio del desierto de Nuevo M¨¦xico con el ¨²nico objetivo de construir una bomba at¨®mica. En la d¨¦cada siguiente, en las afueras de la ciudad de Ginebra, en Suiza, naci¨® el Laboratorio Europeo para la Investigaci¨®n Nuclear (el CERN), cuyos fundadores establecieron desde el primer momento que ninguna tecnolog¨ªa all¨ª desarrollada pod¨ªa ser utilizada con fines b¨¦licos o armament¨ªsticos, sino solo como instrumento para el avance del conocimiento humano. Mucho ha llovido desde entonces, pero el esp¨ªritu sigue siendo el mismo. En sus casi 70 a?os de historia, el CERN ha ensanchado enormemente las fronteras del conocimiento acerca del mundo en el que vivimos, con hitos tan importantes como el descubrimiento del Bos¨®n de Higgs en 2012, que vino a completar el modelo est¨¢ndar de la f¨ªsica d¨¢ndonos la posibilidad de entender por qu¨¦ las part¨ªculas tienen masa, es decir, por qu¨¦ existe todo lo que existe, incluidos nosotros mismos.
Este 8 de octubre, a punto de celebrar su setenta cumplea?os, el CERN abre las puertas del CERN Science Gateway, un game changer en t¨¦rminos de educaci¨®n y de divulgaci¨®n cient¨ªfica, una experiencia inmersiva e interactiva que ayudar¨¢ a las personas de todas las edades a entender el trabajo que desde hace d¨¦cadas se viene desarrollando ah¨ª dentro, as¨ª como a incentivar las vocaciones cient¨ªficas.

El edificio, dise?ado por el arquitecto italiano Renzo Piano en colaboraci¨®n con Brodbeck Roulet Architectes Associ¨¦s, se compone de dos tubos gemelos que se elevan a ambos lados de la carretera que conduce hacia la ciudad de Ginebra, unidos por un puente de vidrio que conecta las tres salas de exposiciones, los dos laboratorios pr¨¢cticos, el auditorio, la recepci¨®n y el restaurante. En ellos se puede ser testigo del modo en que se estudian las part¨ªculas en el CERN, del viaje de casi 14.000 millones de a?os que ha tenido lugar desde el nacimiento del universo hasta hoy, y de las particularidades y misterios del mundo cu¨¢ntico a trav¨¦s de un recorrido inmersivo en el entorno subat¨®mico. Tambi¨¦n se puede asistir a los talleres pr¨¢cticos que se ofrecen en los laboratorios para p¨²blicos de todas las edades, en los que se explican, con distintos grados de complejidad, las bases fundamentales de la f¨ªsica que conocemos, o asistir a alguno de los espect¨¢culos que se ofrecen en el auditorio, para adentrarse en tem¨¢ticas tales como la materia, la superconductividad, la naturaleza de las part¨ªculas o el Big Data, que dan buena idea de la ciencia y la tecnolog¨ªa que se desarrolla aqu¨ª.

Si bien el grueso de las instalaciones se encuentra en territorio suizo, el LHC, el acelerador de part¨ªculas m¨¢s grande del mundo, un anillo circular de 27 kil¨®metros que constituye el experimento estrella de la instituci¨®n y el mayor artilugio t¨¦cnico jam¨¢s construido por el ser humano, se extiende bajo tierra a ambos lados de la frontera entre Francia y Suiza. Con cerca de 4.000 empleados fijos, m¨¢s otros 13.000 usuarios e investigadores que van y vienen, el CERN ha transformado radicalmente la fisonom¨ªa de la regi¨®n.

En l¨ªneas generales, seg¨²n nos explican, los extranjeros viven en el lado franc¨¦s, principalmente en la localidad de Saint-Genis-Pouilly; los franceses habitan las localidades de las que provienen y los suizos se instalan en Ginebra o en la cercana Meyrin, que en su momento fue un pueblo ubicado a mitad de camino entre Ginebra y el CERN y que hoy ha sido absorbido por el tejido urbano de la ciudad. En esas localidades ¡ªy en algunas otras como Ferney-Voltaire, donde se puede visitar el castillo del famoso pensador franc¨¦s¡ª es en donde los investigadores desarrollan sus vidas, cr¨ªan a sus hijos y socializan en los m¨¢s de 50 clubes de deportes, m¨²sica o baile, y en pubs como el tradicional Charly¡¯s o el desenfadado O¡¯Brasseur.
M¨¢s all¨¢ de la ciencia
Pero no solo superconductores y f¨¢bricas de antimateria se pueden encontrar en las inmediaciones del CERN. Quien decida acercarse al Science Gateway puede combinar la visita con un recorrido por los vi?edos que rodean las instalaciones, en donde se producen unos vinos cuya calidad supera ampliamente el reconocimiento internacional que hasta ahora han recibido. Hacia all¨ª nos dirigimos montados en unos tuctucs el¨¦ctricos de la compa?¨ªa Welo para, luego de un id¨ªlico paseo por las vi?as, terminar recalando en La Cabuche, casa rural de la bodega Domaine-Dugerdil, para catar sus vinos y disfrutar de una tradicional raclette en las mesas que han preparado entre las vides.
Por la tarde decidimos hacer un reconocimiento a¨¦reo de la zona. Para ello, nos acercamos al pie del monte Sal¨¨ve, desde donde un telef¨¦rico lleva en menos de cinco minutos a 1.100 metros de altura, regal¨¢ndonos unas vistas de infarto de todo el cant¨®n de Ginebra con el lago Lem¨¢n de un lado y una privilegiada perspectiva de Los Alpes del otro, con el Mont Blanc destacando majestuoso entre los picos nevados. Una caminata de media hora a trav¨¦s del bosque nos deposita en la cima del Sal¨¨ve, emplazamiento del restaurante L¡¯Observatoire, donde cenar vislumbrando c¨®mo el atardecer deja paso a una postal nocturna de los pueblos que, poco a poco, van encendiendo sus luces en el valle.
Al d¨ªa siguiente, y ya que nos encontramos a escasos kil¨®metros del centro de la ciudad de Ginebra, se nos presenta la oportunidad de entrar en contacto con dos de los pilares b¨¢sicos de la gastronom¨ªa suiza: la fabricaci¨®n de chocolates en La Bonbonni¨¨re y una clase de fondue en el restaurante Edelweiss.
El CERN es el mayor laboratorio de part¨ªculas del mundo y la meca de los estudios en ciencia fundamental para los cient¨ªficos. Asomarse a sus instalaciones supone entrar en contacto con el lugar en el que m¨¢s se ha avanzado en la comprensi¨®n de la estructura que compone nuestro universo. Toda la tecnolog¨ªa involucrada en sus experimentos ha tenido que ser desarrollada all¨ª mismo, lo cual ha supuesto avances en los m¨¢s diversos campos del hacer humano, y ha posibilitado valiosos efectos colaterales como el desarrollo del esc¨¢ner PET, el grid computing o la World Wide Web. Nada de eso, sin embargo, es lo que m¨¢s emociona al visitarlo, sino la extraordinaria aventura humana que el proyecto supone, con miles de personas venidas de todos los rincones del planeta trabajando codo con codo con una pasi¨®n y un compromiso pocas veces visto, y sin ning¨²n otro inter¨¦s que el de hacer avanzar un poco m¨¢s el conocimiento del mundo en el que vivimos.
Esta catedral de la ciencia se ofrece hoy como una nueva e inmejorable manera de entrar en contacto con el esp¨ªritu con el que la instituci¨®n fue fundada: como un esfuerzo, y un ejemplo, de cooperaci¨®n internacional en favor de la paz y del conocimiento.
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