En la comarca de la Maragater¨ªa, en Le¨®n: pintorescos pueblos, un museo sobre el pop y una gastronom¨ªa excepcional
La profunda influencia de los maragatos ha pervivido en la arquitectura, comida, indumentaria y costumbres de esta zona del centro de la provincia de Le¨®n. Este es un viaje para adentrarse en las entra?as de su esencia
En el sureste de la provincia de Le¨®n, entre la localidad de Astorga y el monte Teleno, despliega sus alas la comarca de la Maragater¨ªa, una de las regiones m¨¢s desconocidas y a su vez tradicionales de la Pen¨ªnsula. Viajar hasta esta tierra es una oportunidad para descubrir qui¨¦nes son los maragatos y por qu¨¦ su impagable legado ha permanecido pr¨¢cticamente intacto hasta nuestros d¨ªas. Los integrantes de este grupo ¨¦tnico, conocidos tambi¨¦n como muleros o arrieros, habitaron la regi¨®n durante m¨¢s de tres siglos y su cometido era el transporte de mercanc¨ªas entre el mar y el resto de Le¨®n. Su profunda influencia ha pervivido en una arquitectura, gastronom¨ªa, indumentaria y costumbres propias. Nos adentramos en las entra?as de la esencia maragata.
¡°Los maragatos son quiz¨¢ la casta m¨¢s singular de cuantas pueden encontrarse en la mezclada poblaci¨®n de Espa?a. Tienen costumbres y vestidos peculiares y nunca se casan con espa?oles. (¡) casi todo el comercio de una mitad de Espa?a est¨¢ en manos de los maragatos (...)¡±, escribi¨® George Borrow en La Biblia en Espa?a (1837).
?Imaginan un destino mejor para disfrutar de unos d¨ªas de relax, cultura, historia y una excelente gastronom¨ªa en un paraje ex¨®tico y rural? Aqu¨ª esperan localidades pintorescas como Santa Colomba de Somoza o Castrillo de los Polvazares, que han preservado intacta la esencia maragata. Los mit¨®manos de la m¨²sica pop tambi¨¦n tienen aqu¨ª una cita ineludible: desde el pasado mes de junio, Alex Cooper (Alejandro D¨ªez Gar¨ªn), exvocalista de grupos de los ochenta como Los Flechazos, lidera el Archivo Gr¨¢fico de la Era Pop, un museo ¨²nico.
?Qui¨¦nes eran los maragatos y de d¨®nde procede su etimolog¨ªa?
Uno de los grandes enigmas de la historia de Espa?a sigue siendo el verdadero origen de este pueblo de arrieros. Las teor¨ªas m¨¢s aceptadas sugieren que podr¨ªan ser descendientes de mercenarios africanos o musulmanes que se asentaron en la zona. Respecto a su denominaci¨®n de origen, no existe consenso. Hay historiadores que consideran que el apelativo maragato podr¨ªa derivar del lat¨ªn mericator; otros afirman que el nombre surgi¨® por el hecho de que habitualmente transportaban productos desde Galia, el mar, hasta los ¡°gatos¡±, en referencia a Madrid.
Para arrojar m¨¢s luz sobre este asunto, qu¨¦ mejor que bucear entre las p¨¢ginas de la famosa novela de Concha Espina La esfinge maragata, publicada en 1914 y traducida a varios idiomas. Para poder conocer a fondo qui¨¦nes eran y c¨®mo viv¨ªan las mujeres maragatas, la escritora no dud¨® en viajar hasta estas rec¨®nditas tierras y convivir con este grupo ¨¦tnico. Los aficionados a la literatura pueden aprovechar la visita a Castrillo de los Polvazares para contemplar el busto de la autora en la plaza del pueblo, as¨ª como pasear por la calle que lleva su nombre.
Mientras las mujeres luchaban en este ¨¢rido rinc¨®n leon¨¦s para mantener a sus familias, sus maridos viajaban para transportar todo tipo de mercanc¨ªas ayudados de carros tirados por mulas. Es as¨ª como consiguieron la gran proeza de convertir una tierra de secano, abocada inevitablemente a una econom¨ªa de subsistencia, en una regi¨®n pr¨®spera y prestigiosa. Tal fue su poder que disfrutaron de favores reales como los t¨ªtulos de hidalgu¨ªa o la exenci¨®n del pago de algunos impuestos. No es de extra?ar que la Maragater¨ªa presuma de una arquitectura singular, casas de piedra construidas 300 o 400 a?os atr¨¢s, donde no faltan los escudos de cada una de estas familias de hidalgos, patios interiores similares a las corralas, puertas redondas para la entrada de los carros y muy pocas ventanas.
Castrillo de los Polvazares y Santa Colomba de Somoza
La mejor manera de recorrer la Maragater¨ªa es viajar hasta Astorga, ya sea en veh¨ªculo propio o en tren, y desde all¨ª idear una ruta por algunos de los pueblos mejor preservados de la comarca. A tan solo siete kil¨®metros al oeste de Astorga, exhibe con orgullo su esencia maragata Castrillo de los Polvazares. Declarado Conjunto Hist¨®rico-Art¨ªstico en 1980, esta pintoresca y min¨²scula localidad medieval es famosa por su gastronom¨ªa tradicional, en especial por el cocido maragato, que se sirve al rev¨¦s (primero la carne, despu¨¦s los garbanzos de Le¨®n Pico Pardal y la berza y, por ¨²ltimo, el sabroso caldo). Una buena idea es visitar Casa Juan Andr¨¦s, uno de los restaurantes m¨¢s famosos de la zona.
Siguiendo rumbo al oeste, continuamos explorando el alma maragata y recalamos en Santa Colomba de Somoza, a unos 12 kil¨®metros de Castrillo de los Polvazares. Silueteado por viviendas de piedra con tejados a dos aguas y grandes puertas que permit¨ªan el acceso de los carros de los arrieros, se ha convertido en uno de los mayores reclamos de la zona. Su espectacular entorno natural junto al espacio natural Las M¨¦dulas lo han situado en el epicentro del turismo rural, as¨ª como en sede de originales proyectos de peque?os empresarios. Entre ellos, est¨¢ el museo del leon¨¦s Alejandro D¨ªez Gar¨ªn, conocido en el entorno musical como Alex Cooper.
Tras varios a?os de incesante trabajo, el m¨²sico que le da nombre ha puesto en marcha en la antigua Casa de Maestras de Santa Colomba de Somoza el Archivo Gr¨¢fico de la Era Pop, un museo dedicado a la edad de oro de la cultura pop: los a?os sesenta del pasado siglo. Inaugurado el 1 de junio bajo el nombre de Fundaci¨®n 45, su objetivo principal es la promoci¨®n y difusi¨®n de la cultura pop. ¡°Llegamos a un acuerdo con el alcalde para crear aqu¨ª la sede de nuestra fundaci¨®n: una especie de centro cultural, un laboratorio de cultura pop¡±, explica el cantante en declaraciones a El Viajero. La zona destinada a exposici¨®n exhibe una colecci¨®n in¨¦dita de materiales recopilados durante d¨¦cadas por el propio Cooper. Uno de los grandes atractivos de este incre¨ªble lugar de culto para los amantes de la m¨²sica beat es el archivo gr¨¢fico y sonoro destinado a la investigaci¨®n y uso de todos aquellos mit¨®manos que as¨ª lo soliciten: ¡°Contamos con una de las colecciones m¨¢s completas de revistas musicales de los a?os sesenta de todo el mundo¡±.
Astorga, chocolate e historia
Ponemos el broche de oro a esta ruta maragata en la capital de la comarca, Astorga. Cruce de caminos y tierra de peregrinos, la antigua Asturica Augusta fue una de las localidades m¨¢s pr¨®speras del imperio romano. A unos 50 kil¨®metros de Le¨®n, es famosa tambi¨¦n por ser la capital del chocolate, ya que fue una de las primeras ciudades espa?olas en conocer y tratar este manjar de dioses. En la actualidad, se conservan cinco de las 49 f¨¢bricas chocolateras que llegaron a coexistir en 1914. Y para catarlo en sus m¨²ltiples versiones, en la calle de los Sitios se puede escoger entre infinidad de antiqu¨ªsimas confiter¨ªas y cafeter¨ªas.
Con el regusto del delicioso chocolate en el paladar, es el momento de detenerse a contemplar un palacio de cuento que inevitablemente trasladar¨¢ al universo de fantas¨ªa liderado por la est¨¦tica Disney. El Palacio Gaud¨ª, ideado por el genial arquitecto catal¨¢n ¡ªaunque terminado por Ricardo Garc¨ªa Guereta¡ª, se construy¨® entre 1889 y 1913. Es la actual sede del Palacio Episcopal y desde 1962 alberga el Museo de los Caminos.
Los amantes de la buena mesa encontrar¨¢n en la Maragater¨ªa uno de sus para¨ªsos gourmet. Adem¨¢s del popular cocido maragato, esta tierra es pr¨®diga en platos muy comunes en los puertos mar¨ªtimos como el bacalao, el congrio al ajoarriero o el pulpo. Desde hace siglos, la cecina de vacuno es el producto protagonista en las mesas maragatas. La aut¨¦ntica, ya que cecinas de Le¨®n hay muchas y no todas buenas, est¨¢ distinguida con el sello de la IGP Cecina de Le¨®n, que exige un m¨ªnimo de siete meses de curaci¨®n. Por ello una aut¨¦ntica experiencia maragata no puede saldarse sin una visita a la f¨¢brica de Cecinas Nieto, muy cerquita de Astorga.
Visitar este singular entorno rural es trasladarse a la vida de antes para descubrir el alma de esta enigm¨¢tica cultura que ha dejado en estos lares su huella impert¨¦rrita. Paisajes pintorescos, arquitectura singular, rutas senderistas de gran belleza, historia y un legado cultural de profundas ra¨ªces. Viajar a la Maragater¨ªa conlleva el riesgo de quedar para siempre atrapados en el hechizo maragato.
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