Qu¨¦ hacer 24 horas en Bath, una ciudad para un ba?o de historia y literatura
De origen romano y de arquitectura georgiana, la jornada puede empezar en sus termas, seguir en la abad¨ªa y los museos dedicados a Jane Austen y Mary Shelley y terminar con delicioso pescado y marisco
Su tarjeta de presentaci¨®n es su nombre: Bath es una ciudad que los romanos idearon, dise?aron y construyeron en el a?o 52 para el relajo y el disfrute. Algo que hac¨ªan con poca ropa, desnudos y a remojo en unos ba?os naturales de agua caliente. Fuera de esas magn¨ªficas termas milenarias que se conservan y que se pueden visitar, pero no usar, hay una ciudad de arquitectura georgiana, de piedra del color de la miel y elegante, atravesada por el Avon. R¨ªo que cruza, entre otros, el puente Pulteney; uno de los pocos en el mundo con locales en su interior.
Bath, en el oeste de Inglaterra ¡ªy vecina de Bristol, las separan unos 20 kil¨®metros¡ª, es una ciudad termal, peque?a y tranquila. Tranquila hoy, antes su l¨ªnea cronol¨®gica ten¨ªa forma de dientes de sierra por el vaiv¨¦n sufrido a lo largo de su historia milenaria; reformas arquitect¨®nicas y religiosas, conflictos sociales y dos guerras mundiales, entre otros episodios. Aqu¨ª pasaron algunos a?os de su vida las autoras Jane Austen y Mary Shelley y la Unesco ha encontrado motivos de sobra para reconocerle su patrimonio romano; las termas, su arquitectura georgiana; edificios como The Circus y The Royal Crescent, s¨ªmbolos de un esplendoroso siglo XVIII, y su entorno natural.
10.11 En tren desde Bristol
A Bath Spa (1) se puede llegar en hora y media en tren desde la estaci¨®n londinense de Paddington y en 15 minutos desde la estaci¨®n de Temple Meads en Bristol, ciudad en la que tambi¨¦n hay aeropuerto. La frecuencia de trenes es alta y los precios de los billetes son de unos 40 euros en el caso de hacerlo desde Londres y unos 10 euros desde Bristol.
Los ba?os romanos de Bath (2) son a lo que aspiran ser los balnearios de hoy en d¨ªa. Se trata de un complejo dual en el que hay cabida para lo mundano y lo sagrado. Adem¨¢s de relajarse tomando un ba?o de agua caliente, hacer ejercicio en el gimnasio y/o conversar, en el sitio se rend¨ªa culto a la diosa Sulis Minerva. Unos ba?os ¨²nicos por su tama?o y por el agua caliente que sigue brotando. La visita que hoy se puede hacer ¡ªsin usar las piscinas¡ª sigue un recorrido que en el pasado es posible que hicieran los usuarios de dicho ba?o: se suceden habitaciones climatizadas, salas de masajes, jacuzzis, un caldarium y una gran piscina de agua caliente. Una vez finalizada la visita quien se quede con las ganas de un ba?o terap¨¦utico puede ir a la moderna instalaci¨®n de Thermae Bath Spa (3), en la azotea de un edificio pr¨®ximo a los ba?os romanos y con vistas de toda la ciudad.
12.00 La abad¨ªa de Bath
Durante el recorrido por los ba?os romanos, la abad¨ªa de Bath (4) se deja ver. No hay manera de que se esconda este templo g¨®tico del siglo XVI, que antes fue una iglesia anglosajona y despu¨¦s una catedral normanda; siempre situada en torno a la vieja muralla de la ciudad. Una vez dentro captan la atenci¨®n sus vidrieras y la b¨®veda de abanico que cubre la nave central de la abad¨ªa. Lo bueno de visitarla es que uno puede asombrarse al contemplarla.
13.00 Un bocado t¨ªpico
En Bath hay un gran n¨²mero de restaurantes en los que comer. Si se quiere optar por uno hist¨®rico, Sally Buns (5) es una buena opci¨®n. Se trata de una sala de t¨¦ en la que tambi¨¦n sirven comidas, y se encuentra en unas de las casas m¨¢s antiguas de la ciudad, desde 1680. Cuenta con una cocina museo, la misma en la que una legendaria panadera, Sally Lunn, huida de Francia por ser hugonote, horne¨® el primer Bath Bunn ¡ªuna especialidad regional que es como una especie de panecillo o bollo hecho con levadura a base de leche y az¨²car¡ª.
14.30 Un viajero y dos escritoras
Cada uno de los tres museos que se indican a continuaci¨®n est¨¢n ligados a una persona: Sir William Holburne, Jane Austen y Mary Shelley. El Museo Holburne (6) es obra de Sir William Holburne, noble que iba para marino, pero al morir su hermano mayor hered¨® el t¨ªtulo familiar y una fortuna curiosa. As¨ª decidi¨® viajar a Italia, a los Alpes y a los Pa¨ªses Bajos, lo que despert¨® en ¨¦l el gusto por el coleccionismo: esculturas, pintura, porcelana, plata, etc¨¦tera. La colecci¨®n que arm¨® la cuid¨® junto a sus solteras hermanas, ¨¦l tampoco se cas¨®. Antes de morir don¨® dicha colecci¨®n a la ciudad. El Centro Jane Austen (7) est¨¢ asociado a la escritora del mismo nombre, autora de libros inspirados en la ¨¦poca georgiana y quien retrat¨® a la alta sociedad y a la clase media brit¨¢nica. El centro en cuesti¨®n se encuentra en una casa de estilo georgiano en la que vivi¨®. En el edificio de al lado est¨¢ la Casa de Frankenstein (8): un espacio para conocer el mundo de la escritora Mary Shelley, autora de Frankenstein, una novela que empez¨® a escribir en Bath en el invierno de 1816-17.
16.00 Obra de los Wood
The Circus (9) es una construcci¨®n que dise?o el arquitecto John Wood y que termin¨® su hijo en 1768. El complejo en cuesti¨®n son tres segmentos curvos de casas adosadas que forman un c¨ªrculo con tres entradas. A vista de dron, The Circus se distingue una figura con forma de llave, un s¨ªmbolo mas¨®nico, algo que se suele repetir en los edificios de Wood. Si se mira con atenci¨®n las fachadas de las casas es posible distinguir serpientes, bellotas y s¨ªmbolos n¨¢uticos. No era un secreto que al arquitecto le interesaban los druidas y los c¨ªrculos de piedras prehist¨®ricos, tipo Stonehenge, del que tom¨® su di¨¢metro para The Circus.
Relacionado con este complejo y muy cerca del mismo, The Royal Crescent (10) es un conjunto de elegantes viviendas de tres alturas dispuestas en forma de media luna frente a una pradera verde que da paso al Royal Victoria Park (11). El arquitecto del mismo fue tambi¨¦n John Wood, hijo. En una de sus 30 casas hay un museo dedicado a la vida cotidiana de la ¨¦poca y un hotel de cinco estrellas, The Royal Crescent Hotel & Spa.
17.30 Un cementerio a lo Tim Burton
Al sur del Royal Victoria Park, cruzando el r¨ªo Avon, se encuentra el cementerio de St. James (12). Un camposanto inaugurado en 1861 que hoy est¨¢ delimitado por una calle principal, un colegio y las v¨ªas del tren. Tiene un aspecto g¨®tico, propio del universo del director de cine Tim Burton. En el mismo hay una capilla rodeada de un monto verde en el que se sit¨²an las sepulturas, muchas de ellas con las l¨¢pidas a medio caer y cubiertas de la hierba que crece sin gobierno. Las que se mantienen rectas parecen tumbonas sin sombrillas. En 1942 el cementerio sufri¨® los estragos de un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
19.30 Un pescado y a la cama a leer a Jane Austen
The Scallop Shell (13) es un restaurante de pescado y de marisco a la parrilla, acompa?ado de patatas fritas, sin el chorro de vinagre que le suelen echar en muchos de los locales del Reino Unido. Sin estar en Galicia, el sabor de sus zamburi?as se le parece mucho. Y as¨ª con todo. Que su responsable sea un aut¨®ctono casado con una gaditana da garant¨ªas. Antes de dormir, por ejemplo, en el The Francis Hotel (14), muy cerca de The Circus, no es mala idea leer unas p¨¢ginas de Jane Austen y as¨ª poner en contexto lo que se ha visto durante la jornada.
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