Viaje al?aut¨¦ntico origen de Halloween, en Irlanda
Una escapada al ancestral este de la isla esmeralda para ahondar en su pasado celta y descubrir las ra¨ªces genuinas de una fiesta que las pel¨ªculas se empe?an en mostrar con sabor estadounidense
Fueron los celtas, con su inclinaci¨®n al rito, quienes comenzaron a festejar aquella fecha en la que pasaban tantas cosas. Una fecha de transici¨®n en la que la luz, antes de adormecerse, desataba lo tenebroso y aterrador, lo misterioso y espeluznante. En la noche del 31 de octubre llegaba la oscuridad y, con ella, miles de leyendas. Ese momento, justo entre el equinoccio de oto?o y el solsticio de invierno, no solo anunciaba un decisivo cambio de la naturaleza (los d¨ªas se acortan, los cielos se cubren, los ¨¢rboles se deshojan), sino que tambi¨¦n marcaba en el calendario el final de un a?o y el comienzo de otro nuevo. Por eso los druidas (sacerdotes depositarios del saber sagrado y profano) hac¨ªan ofrendas a sus dioses para pedirles una buena cosecha. Adem¨¢s de encender fuegos en todos los hogares, prend¨ªan hogueras comunales que representaban el sol y que se situaban en lo alto de las colinas, a las que ascend¨ªan enfundados en vestimentas que recreaban personajes del bosque.
Resulta, adem¨¢s, que esa noche cargada de energ¨ªas extra?as supon¨ªa el instante en el que ten¨ªa lugar la?conexi¨®n entre la vida y la muerte: los humanos pod¨ªan visitar el mundo de los muertos y los difuntos volv¨ªan del m¨¢s all¨¢ para llenar la tierra de esp¨ªritus.
Tantas similitudes llevan a pensar, sin ¨¢nimo de desmontar tradiciones, que ni las calabazas, ni los disfraces, ni el resto de la parafernalia de Halloween proceden de Estados Unidos, por m¨¢s que las pel¨ªculas se empe?en en mostrar esta fiesta con sabor norteamericano. Su verdadero origen lo encontramos en Irlanda despu¨¦s de retroceder en el tiempo hasta m¨¢s de 2.000 a?os. As¨ª nos situamos en el ancestral este de la isla esmeralda, donde los antepasados, llegado el momento, se entregaban a una celebraci¨®n: la del llamado Samhain, con el que se rend¨ªa homenaje a todo lo anterior.
¡°La evoluci¨®n hasta lo que Halloween supone hoy en d¨ªa es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece: en los pa¨ªses del norte, la llegada del oto?o es tan acusada que casi puede concebirse como la muerte de la naturaleza: los ¨¢rboles desnudos, el verde apagado y el suelo cubierto de hojarasca. En ese contexto el hombre reflexiona sobre su propia muerte: se piensa en los seres que se fueron y se abre una puerta para que vuelvan¡±, explica Cecilia Ferrari, gu¨ªa especializada en arqueolog¨ªa, desde el remoto condado de Meath. Es aqu¨ª donde, cada a?o, se reviven los ritos que practicaban los celtas.
Este territorio, encajado entre el r¨ªo Shannon y el mar de Irlanda, no solo dibuja el t¨ªpico paisaje de colinas onduladas, pintorescas poblaciones de piedra y castillos que se alzan sobre los campos verdes. Tambi¨¦n encierra relatos intrigantes y mitos milenarios. No en vano est¨¢ considerado el lugar donde escarbar en las ra¨ªces del pa¨ªs, algo que se entiende perfectamente cuando se visita Br¨² na B¨®inne. Este complejo, por sus dimensiones y calidad el ejemplo m¨¢s importante de conjunto prehist¨®rico megal¨ªtico de Europa, se remonta alrededor del a?o 3.200 antes de Cristo, por lo que es anterior a las pir¨¢mides de Egipto. Declarado patrimonio mundial de la Unesco en 1993, se trata de una necr¨®polis formada por tres t¨²mulos gigantescos, a los que se atribuyen usos ceremoniales adem¨¢s de funerarios. En uno de ellos, el llamado Newgrange, cada 21 de diciembre (justo en el solsticio de invierno) se asiste a un fen¨®meno m¨¢gico: los rayos del sol penetran por una hendidura y se deslizan por el corredor hasta iluminar la c¨¢mara con un efecto que, de no ser por el desfase hist¨®rico, se dir¨ªa cinematogr¨¢fico.
A unos pocos kil¨®metros hacia el norte, dos impresionantes ruinas destilan nuevos misterios: unas son las de Monasterboice, del siglo VI, formada en su d¨ªa por dos iglesias, una torre circular y las que se consideran las mejores cruces celtas de Irlanda, que resisten a los embates del tiempo. Las otras son las de la antigua abad¨ªa de Mellifont, el primer monasterio cisterciense de 1142, cuyos restos descansan espectrales en las profundidades del valle.
Pero volvamos al origen de Halloween, palabra que procede de la expresi¨®n ¡°All Hallows Eve¡± (v¨ªspera de Todos los Santos). Y dirij¨¢monos a Tlachtga, una colina que lleva el nombre de una hechicera que muri¨® mientras daba a luz a sus trillizos. Es el lugar donde se sit¨²a el primer Samhain en torno a una hoguera. ¡°Por ello creemos que es el comienzo de esta fiesta con todos sus componentes¡±, se?ala Ciara Ni Cr¨¢bhag¨¢in, experta en historia irlandesa. ¡°Los nabos ¡ªque derivaron en las calabazas¡ª se tallaban a modo de l¨¢mparas y las ofrendas votivas de frutos y nueces ¡ªque evolucionaron en el truco o trato¡ª serv¨ªan para apaciguar a los esp¨ªritus¡±, a?ade.
Mucho tiempo despu¨¦s, en este rinc¨®n de Irlanda, Halloween sigue siendo la ocasi¨®n de revivir esta magia ancestral. Para ello est¨¢ el Festival P¨²ca, que recrea el encendido simb¨®lico de los fuegos de Samhain (este a?o se celebra del 31 de octubre al 3 de noviembre). M¨²sica, mitolog¨ªa, espect¨¢culos y propuestas gastron¨®micas inundan las calles de Trim y Athboy, dos id¨ªlicas localidades del condado de Meath que conservan su sabor medieval. Se trata de que los duendes, los esp¨ªritus y los fantasmas dejen paso al P¨²ca, una criatura de aspecto salvaje que provoca terror entre los habitantes. Seg¨²n el folclore celta, este personaje sol¨ªa aparecerse por la noche para destrozar todo cuanto ve¨ªa. Incluso, a veces, se plantaba delante de una casa y llamaba a alguien por su nombre. Esa era la mayor de las desgracias puesto que, quien abriera la puerta, ya no volv¨ªa jam¨¢s. Tambi¨¦n en este festival se rescatan los festejos de la cosecha, pero en un ambiente contempor¨¢neo que incluye conciertos, desfiles y la degustaci¨®n de los productos recolectados.
El ancestral este de Irlanda hace de la noche de Halloween un lugar de celebraci¨®n sagrada, una fuente inagotable de misterio en la que la oscuridad se ti?e de mil colores. Especialmente en Trim, donde la exhibici¨®n de luces Awaken the Spirits (despierta los esp¨ªritus) se proyecta sobre su castillo imponente. Castillo que, por cierto, sirvi¨® de escenario a Braveheart, pese a que la ¨¦pica pel¨ªcula de Mel Gibson estaba ambientada en Escocia.
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