El arte es pol¨ªtica
El Museo M+ de Hong Kong, nueva referencia del arte contempor¨¢neo asi¨¢tico, abre entre tinieblas de censura.
El Museo M+ de Hong Kong es el primer centro de arte contempor¨¢neo asi¨¢tico de la historia. Inaugurado en noviembre, aspira a competir con el Pompidou de Par¨ªs o la Tate Modern de Londres. Pero una pregunta sobrevuela sus galer¨ªas: ?conseguir¨¢ la cultura esquivar la censura de China? La apertura del centro, que posee una colecci¨®n de 8.000 piezas, se ha producido entre las acusaciones por parte de los funcionarios pro Pek¨ªn de promover la disidencia, y la frustraci¨®n de una comunidad art¨ªstica que teme por su libertad de expresi¨®n.
El pasado mes de marzo, Carrie Liam, jefa del ejecutivo de Hong Kong, asegur¨® que las autoridades garantizar¨ªan que las exposiciones del M+ cumpl¨ªan con la Ley de Seguridad Nacional de 2020. Y el arte ya ha sufrido las consecuencias de esta norma. En octubre, el escultor dan¨¦s Jens Galschiot vio c¨®mo la Universidad de Hong Kong retiraba su monumento conmemorativo de la represi¨®n de Tiananmen de 1989, que hab¨ªa permanecido en el campus durante m¨¢s de 20 a?os. La subdirectora de Colecciones y Exposiciones del M+, la espa?ola Ver¨®nica Castillo, afirma que el museo ¡°es un proyecto extraordinario para Hong Kong y Asia¡±. Coincide con ella el artista internacional Kacey Wong. ¡°Me alegro y estoy orgulloso de que est¨¦n expuestas en ¨¦l dos de mis obras, pero desgraciadamente no puedo asistir a mi propia inauguraci¨®n¡±, lamenta por videoconferencia desde Taiw¨¢n, donde permanece en autoexilio en se?al de protesta por la represi¨®n pol¨ªtica que vive su ciudad natal.
Las alarmas ya saltaron en 2013 cuando un legislador advirti¨® al museo de que no deb¨ªa confundir arte y pol¨ªtica despu¨¦s de que el M+, que todav¨ªa era un proyecto, adquiriera la colecci¨®n del suizo Uli Sigg de 1.510 obras chinas producidas entre 1979 y 2009, algunas de ellas pol¨ªticamente provocativas. Muchas de estas piezas se pueden ver en la colecci¨®n online del museo, entre ellas las fotograf¨ªas del disidente pol¨ªtico Ai Weiwei, exiliado en Lisboa. Excepto una, que aparece tapada con un tel¨®n gris de censura, en la que Weiwei levanta el dedo coraz¨®n frente a la plaza de Tiananmen, donde el Gobierno chino acab¨® con las protestas estudiantiles de 1989 con un ba?o de sangre. Es un reflejo de la ambig¨¹edad de los comisarios del centro, que afirman: ¡°El trabajo de M+ est¨¢ centrado en la excelencia curatorial trabajando siempre dentro del marco de la legislaci¨®n local¡±.
La cultura visual espec¨ªfica de Hong Kong es el n¨²cleo de las colecciones del M+, seg¨²n el propio museo. Una de las piezas inaugurales es del artista callejero Tsang Tsou-choi, tambi¨¦n cr¨ªtico con el r¨¦gimen de Pek¨ªn, pero cuya obra en cuesti¨®n denuncia el antiguo dominio colonial brit¨¢nico de la ciudad, no la represi¨®n actual de China. El museo no recoge en cambio las expresiones art¨ªsticas que surgieron de la Revoluci¨®n de los Paraguas de 2014 o las protestas de 2019. ¡°Esto no est¨¢ relacionado con ning¨²n tipo de censura como se ha especulado¡±, replica Ver¨®nica Castillo: ¡°La exposici¨®n inaugural refleja la cultura de un periodo espec¨ªfico¡±. Wong, en cambio, opina que el partido comunista est¨¢ provocando un vac¨ªo gigantesco: ¡°Los trabajos que est¨¢n en el museo ya est¨¢n viejos, incluyendo mis obras¡±.
Paddling Home (2009), una de las instalaciones de Wong expuestas en el museo, representa un barco-casa que flota en unas aguas inquietantes. Para Wong, esa obra representa su vida 12 a?os despu¨¦s: ¡°A causa de este peligroso oc¨¦ano, estoy en un estado de autoexilio. La gente ver¨¢ mi obra y pensar¨¢: ¡®Vaya, este es el artista que escap¨® de la prisi¨®n de Hong Kong¡±.
Al final y aunque las autoridades traten de frenarlo, como dijo Ai Weiwei: ¡°Todo es arte, todo es pol¨ªtica¡±.
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