Viktor & Rolf, 30 a?os de moda y rebeli¨®n: ¡°No puedes estar siempre arriba¡±
De la incomprensi¨®n al aplauso y del mercado minoritario al ¨¦xito comercial, el d¨²o de dise?adores holand¨¦s repasa tres d¨¦cadas de trayectoria y prendas irreverentes.
Viktor Horsting y Rolf Snoeren no leen las cr¨ªticas de sus desfiles. ¡°Las malas tienen raz¨®n y las buenas no¡±, bromean. ¡°Decidimos dejar de leerlas hace un tiempo porque no nos ayudan. Hay siempre un punto nacionalista en el que se da m¨¢s importancia a los dise?adores franceses e ingleses, y nosotros somos holandeses¡±, opinan. ¡°Adem¨¢s, no podemos dar por hecho que todo el mundo que asiste a nuestros desfiles sabe que llevamos en esto 30 a?os¡±. Tres d¨¦cadas en este sector, que ve nacer y morir marcas de autor casi cada a?o, suponen una proeza. ¡°Hemos aprendido que no puedes estar siempre arriba, hay colecciones mejores y otras peores, y vives m¨¢s tranquilo cuando lo asumes¡±, confiesan.
Esta vez no ha sido Par¨ªs sino Barcelona el enclave elegido para realizar su primer desfile de moda nupcial, que, junto a nuevos dise?os, ha repasado algunos de los m¨¢s importantes de su l¨ªnea Mariage, activa desde 2017, aunque llevan m¨¢s de una d¨¦cada realizando encargos a medida. ¡°Este es el Par¨ªs de las novias¡±, dicen, refiri¨¦ndose a la semana de la moda dedicada al sector que se celebra anualmente en la ciudad, y en la que muestran sus creaciones firmas especializadas de todo el mundo. Aunque dentro de este ¨¢mbito su mayor hito fue vestir a la princesa Mabel de Holanda en 2004, lo que les hizo comenzar a dise?ar trajes de novia fue la boda de su gestora, ¡°una de las primeras tras legalizarse el matrimonio igualitario en Pa¨ªses Bajos, en 2001. Las dos iban vestidas igual¡±.
Su aproximaci¨®n al dise?o nupcial es ¡°muy similar a la de cualquier vestido de alta costura¡±, algo que en su caso se traduce en juegos esculturales de proporciones y elementos, como los lazos o la pedrer¨ªa que, a base de rei?terarse en la prenda, rozan la iron¨ªa. ¡°Aunque hay una diferencia importante, y es que en un solo vestido tienes que explicarlo todo. Adem¨¢s, tiene que poder llevarse¡±, dicen. Porque, aunque parezca una paradoja, Viktor & Rolf llevan 30 a?os creando colecciones que no suelen verse en el cuerpo de nadie, a excepci¨®n de unas pocas (y osadas) celebridades. ¡°Nuestra principal clientela son los museos, y eso nos facilita mucho las cosas porque ellos no buscan lo ¨²ltimo, les da igual la temporalidad de las colecciones. Adem¨¢s, nos permite hacer lo que queremos¡±. No se consideran artistas, aunque por la din¨¢mica de su trabajo pudiera parecerlo, pero su forma de entender la moda es tan peculiar como su historia.
En 1993, reci¨¦n salidos de la escuela de dise?o, debutaron dentro del marco del festival de Hy¨¨res, que pone en contacto a creadores emergentes con grandes marcas y del que han salido dise?adores como Julien Dossena (hoy en Paco Rabanne) o Anthony Vaccarello (en Saint Laurent). Se llevaron los tres premios principales con una colecci¨®n que borraba los l¨ªmites entre el vestido y la escultura. Esta aproximaci¨®n conceptual los llev¨® a iniciar su carrera haciendo instalaciones en galer¨ªas: una muestra de vestidos dorados con grandes lazos suspendidos del techo, un desfile en miniatura con mu?ecas o una performance en la que publicitaron un perfume que no ol¨ªa a nada.
¡°Los inicios fueron complicados. Quer¨ªamos llevar adelante nuestras ideas, pero muy pocos nos entend¨ªan¡±, rememoran. En 1998 logran desfilar dentro de la Semana de la Moda de la Alta Costura. ¡°Al segundo desfile vino toda la prensa internacional. Ah¨ª fue cuando sentimos que pod¨ªamos tener futuro como marca¡±. Sin tiendas propias, produciendo piezas a medida y a¨²n sin financiaci¨®n externa, el d¨²o holand¨¦s jug¨® la baza medi¨¢tica, con eventos pensados para dar que hablar y present¨¢ndose ellos mismos ante la prensa como una pareja de outsiders que no se ce?¨ªan ni a las tendencias ni a las reglas. Tan ajenos al sistema que no creen en las celebridades para publicitar sus dise?os, aunque ambos recuerdan con cari?o el d¨ªa que Cate Blanchett, que ha llevado algunos dise?os suyos, se acerc¨® para decirles que admiraba su trabajo: ¡°No dise?amos teniendo en mente a nadie. El tiempo nos ha ense?ado que, si la idea es buena, la gente vendr¨¢¡±.
El tiempo, y la experiencia: se pasaron de la costura al mucho m¨¢s democr¨¢tico pr¨ºt ¨¤ porter, lanzaron colecci¨®n de gafas, l¨ªnea masculina y pusieron en marcha varias colaboraciones. Algunas funcionaron, otras no tanto. ¡°Nosotros tambi¨¦n hemos hecho zapatillas deportivas¡±, bromean, ¡°porque como marca tienes que hacer muchas cosas que no son t¨², pero solo nos ha funcionado lo que hemos dise?ado porque nos ha dado la gana¡±. Se refieren, por ejemplo, a su colaboraci¨®n con H&M en 2006, para la que confeccionaron un vestido de novia que costaba 298 euros y que fue el germen de su expansi¨®n en este sector, y, sobre todo a Flowerbomb, la fragancia que idearon un a?o m¨¢s tarde junto a L¡¯Or¨¦al y que a¨²n hoy sigue siendo un superventas. ¡°Actualmente nos permite financiar nuestras ideas, y eso que lo pensamos principalmente como un proyecto art¨ªstico¡±, reconocen. El ¨¦xito fue tal que Renzo Rosso, due?o del conglomerado OTB (Diesel, Marni, Margiela¡), compr¨® la mitad de la marca en 2008: ¨¦l se encarga de expandir la firma como intangible comercial y ellos de seguir haciendo lo que les interesa, que es, b¨¢sicamente, seguir practicando una moda cercana al objeto art¨ªstico. ¡°De hecho, si llegamos con bocetos f¨¢ciles a la oficina, nuestro equipo se enfada¡±.
Lo ¨²nico que lamentan es ¡°que no hubieran inventado antes las redes sociales¡±, comentan refiri¨¦ndose al espect¨¢culo de sus shows. La prueba est¨¢ en que su desfile de alta costura para la primavera de 2019, en el que estamparon distintos mensajes ir¨®nicos en ampulosos vestidos de tul, se convirti¨® en viral en una fase en que su fama no estaba en lo m¨¢s alto. Sin embargo, la fiebre de las nuevas generaciones por rescatar con nostalgia momentos del pasado ha hecho que Viktor & Rolf vuelva a ser una marca de referencia, si no en los armarios, s¨ª en los muros de Instagram de muchos aficionados a la moda. ¡°Hace poco hicimos una sesi¨®n para la revista Candy con prendas antiguas, y la gente del equipo, jovenc¨ªsima, sab¨ªa de qu¨¦ a?o era cada una. Alucinamos, y ellos tambi¨¦n, porque para ellos esas prendas solo exist¨ªan en sus tel¨¦fonos¡±.
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