Bel¨¦n Rueda: ¡°Cuando empec¨¦ en el cine algunos me llamaron intrusa¡±
La actriz de series como ¡®Los Serrano¡¯ o ¡®Periodistas¡¯ y de pel¨ªculas como ¡®Mar adentro¡¯ o ¡®El orfanato¡¯ vuelve a los escenarios con la obra teatral ¡®Salom¨¦'
Una y otra vez contradice con hechos Bel¨¦n Rueda (Madrid, 58 a?os) el maldito axioma que sostiene que ni la pantalla ni la escena tienen sitio para las actrices en edad provecta. Lo suyo es un no parar. Si aquella belleza rubia y chispeante aunque de mirada triste encandil¨® a media Espa?a desde la peque?a pantalla entre 1990 y 2008 (primero como presentadora de programas como VIP noche, La ruleta de la fortuna o T¡¯ha tocao y despu¨¦s con series que fueron bombazos de audiencia como M¨¦dico de familia, Periodistas o Los Serrano¡), su salto al cine de la mano de Alejandro Amen¨¢bar (Mar adentro, 2004, Goya a la mejor actriz revelaci¨®n), seguido de una veintena larga de pel¨ªculas, m¨¢s series de televisi¨®n como Luna, el misterio de Calenda o La embajada, y tres experiencias teatrales (Closer, La ca¨ªda de los dioses y Pen¨¦lope) hacen de ella una de las actrices espa?olas m¨¢s prol¨ªficas de su generaci¨®n. Y, desde luego, una de las m¨¢s vers¨¢tiles.
Dotada por igual para la comedia familiar televisiva y para el drama de autor e incluso el cine de g¨¦nero ¡ªy en concreto de misterio y terror, donde ha brillado en t¨ªtulos como El orfanato, El cuerpo, No dormir¨¢s o La ermita, de pr¨®ximo estreno¡ª, acaba de zambullirse en los ensayos de Salom¨¦, la historia de la princesa hijastra de Herodes y s¨ªmbolo del poder sensual absoluto, en versi¨®n de Mag¨¹i Mira y que se estrenar¨¢ el 9 de agosto en el Festival de M¨¦rida. Bel¨¦n Rueda viene a ser, aun sin ruidos ni alharacas, la actriz que siempre estuvo all¨ª.
?Empezar unos ensayos es igual que empezar un rodaje, o hablamos de planetas opuestos?
Es diferente. Para empezar, los tiempos son diferentes. Esta obra se estrena en M¨¦rida el 9 de agosto¡ y estamos ya en junio. Eso es algo extraterrestre en el cine. Pero yo, cuando entro en proceso de ensayos de teatro, me fascinan tanto que es como que no quiero cerrarlo, no quiero que acabe, es una sensaci¨®n extra?a. En el cine no, en el cine tienes que cerrarlo, hay un final m¨¢s inmediato.
?Podr¨ªa decirse que la diferencia consiste en que en el cine, cuando un int¨¦rprete acaba el rodaje, ya est¨¢ el trabajo hecho, mientras que en el teatro, cuando acabas los ensayos, empieza de verdad lo bueno? O lo malo¡
?No, lo malo no, lo malo nunca! Pero yo lo relaciono, m¨¢s que con lo bueno o lo malo, con un proceso creativo abierto y libre en el que pasan cosas, en el que surgen problemas. Del todo, del todo, nunca est¨¢ cerrado ese proceso. Lo que dice es interesante, porque en cine dices: ¡°Ahora vamos a hacer todo lo que hemos ensayado¡±, vale, pero cuando se termina a m¨ª me fascina. Cuando veo la pel¨ªcula acabada y montada, con su sonido, con su m¨²sica, con todas esas secuencias en las que no has estado¡, nunca deja de sorprenderme. Y, sin embargo, en el teatro lo que me sorprende es lo que se va haciendo en cada d¨ªa de funci¨®n.
Siendo un poco crueles, ?no es el cine un ¡°corta y pega¡± ¡ªtodo un arte, brillant¨ªsimo a veces y hasta genial en ocasiones¡ª, mientras que en el teatro ¡°esto es lo que hay¡±?
Mmmm¡
?C¨®mo sale una todos los d¨ªas a escena est¨¦ sana o griposa, haya tenido o no una bronca con su pareja, tenga un d¨ªa de subid¨®n o un d¨ªa de baj¨®n¡, y es capaz de hacer re¨ªr, llorar, emocionar, etc¨¦tera?
Pero hay algo com¨²n entre el cine y el teatro. Si ese d¨ªa has discutido con tu pareja, si tienes fiebre, si has tenido un problema econ¨®mico o lo que sea¡, una vez que gritan ¡°?acci¨®n!¡± y una vez que se levanta el tel¨®n, es impresionante, pero todo eso pasa a un segundo plano de una manera brutal. Eso s¨ª, cuando termina la funci¨®n, vuelve.
?C¨®mo tenemos que llamar a eso? ?Tiene nombre?
Es algo como de magia.
?No es simple cuesti¨®n de responsabilidad, de profesionalidad?
No, la responsabilidad yo creo que est¨¢ demasiado relacionada con la raz¨®n, y yo creo que esto de lo que hablamos es m¨¢s irracional. Te conviertes en otra persona durante un tiempo, con tus instrumentos, que son tu cuerpo, tu voz, tu memoria emocional¡, otra persona. En el teatro hay algo que resulta maravilloso y es que, durante el tiempo que dura la historia que est¨¢s contando, vas desarrollando el personaje. Sin embargo, en cine existen otras dificultades. Por ejemplo, en mis dos ¨²ltimas pel¨ªculas he vivido la paradoja de que mi primera secuencia en el rodaje era la ¨²ltima de la pel¨ªcula. Eso produce una inquietud muy grande, porque no has hecho el recorrido del personaje. Les dije: ¡°?Est¨¢is de broma?¡±. Entonces intentas hacer ese recorrido de una forma individual. Porque es eso, que el cine tiene una parte muy individual, mientras que el teatro tiene una parte m¨¢s colectiva. En el teatro, la evoluci¨®n de tu personaje la haces en un escenario, poco a poco, con la energ¨ªa de tus compa?eros, con la energ¨ªa del p¨²blico¡, mientras que en un rodaje tienes que ser eficaz y punto. Y tiene que ser ya.
?El cine es, en cierto modo, m¨¢s esquizofr¨¦nico?
S¨ª.
Vuelve al teatro, y no de cualquier forma: lo hace con una Salom¨¦ en la que antes se metieron Margarita Xirgu, N¨²ria Espert¡, y en el Teatro Romano de M¨¦rida. Mucho peso, ?no?
Es un peso positivo que arrastras y lo metes en tu mochila. Me gustar¨ªa estar a la altura. Pero no pienso demasiado en ello. Lo que me fascina de esta Salom¨¦ es lo que ha hecho Mag¨¹i Mira: resumir con tan pocas palabras tantas cosas que contar. Colocar a cada personaje en su lugar sin necesidad de tener que estar defini¨¦ndolos o subray¨¢ndolos. Con Mag¨¹i fue un flechazo a primera vista. A ra¨ªz de la primera conversaci¨®n que tuvimos, cuando me ofreci¨® Pen¨¦lope, que tambi¨¦n hice con ella en M¨¦rida, descubr¨ª una mujer extraordinaria de la que aprendo muchas cosas. Nunca nunca ¡ªy lo digo con may¨²sculas¡ª pierde esa emoci¨®n infantil por algo que considera que es valioso. Cuando me habl¨® de Pen¨¦lope, parec¨ªa que aquello era lo ¨²nico que hab¨ªa en ese momento en el universo. Es impresionante su energ¨ªa y su curiosidad.
?Qui¨¦n es la princesa Salom¨¦, c¨®mo es esa mujer?
Salom¨¦, a diferencia de la Pen¨¦lope que hice con Mag¨¹i Mira, y que era una mujer m¨¢s racional, m¨¢s fr¨ªa y con una inteligencia que estaba obligada a ocultar, es m¨¢s salvaje, no tiene filtro, y el no tener filtro es lo que la lleva a la destrucci¨®n. Aquella era una ¨¦poca en la que la mujer era tratada como mercanc¨ªa y en la que la palabra ¡°libertad¡± en boca de una mujer directamente no exist¨ªa. No es que no existiera dentro de ellas, es que simplemente no lo verbalizaban as¨ª. Pero hay una frase de Salom¨¦ que dice: ¡°Donde mi palabra pueda ser libre estar¨¢ mi patria¡±. En la obra los personajes son Salom¨¦, el rey Herodes, la reina Herod¨ªas, El Sirio, Juan Bautista y los guardianes de la moral. Que me parece un nombre maravilloso, porque es muy actual, sobre todo en determinados pa¨ªses. Y le recuerdan sin parar a Salom¨¦ que no tiene que salirse de lo que est¨¢ establecido para una mujer. ¡°Tienes que ser digna¡±, le dicen. Y ella contesta: ¡°Dignidad, eso es lo que quiero, ni m¨¢s ni menos que un hombre¡±.
Salom¨¦ es, entre otras cosas, un s¨ªmbolo de la capacidad de seducci¨®n, ?no?
S¨ª, Salom¨¦ tiene una conciencia muy exagerada de lo que es la seducci¨®n para conseguir lo que ella quiere. ?Qu¨¦ pasa? Que en aquella ¨¦poca los hombres tambi¨¦n sab¨ªan que las mujeres ten¨ªan aquel poder sobre ellos, con lo cual todos esos comportamientos que ten¨ªan que ver con la sensualidad y con la seducci¨®n ¡ªque no solo tiene que ver con el sexo, sino con intentar hacerse con un lugar en la sociedad¡ª eran considerados malos. O sea, un hombre que consigue el poder sea como sea es muy valioso, y una mujer que consigue el poder sea como sea es puta. Yo a Salom¨¦ la veo como a un animal enjaulado que expresa todo lo que siente, que lo que desea intenta conseguirlo, pero que no tiene la preparaci¨®n suficiente para enga?ar.
Lleva un buen rato hablando con tanta pasi¨®n de Salom¨¦ que entran ganas de preguntarle si tiene algo de ella¡
S¨ª que lo tengo. A veces el capital er¨®tico se malinterpreta porque se asocia solo con el sexo. Pero tambi¨¦n tiene que ver con saber conseguir lo que quieres a trav¨¦s de una palabra, de un comportamiento¡, no con la inteligencia de Pen¨¦lope de saber c¨®mo ir a una guerra, pero s¨ª de c¨®mo conseguir algo haciendo que a los dem¨¢s les parezca algo maravilloso. Creo que todas lo tenemos, lo que pasa es que lo tapamos porque, si no, no se nos va a tomar en serio. A veces se habla de la perversi¨®n de la sensualidad como modo de conseguir lo que quieres. ?Por qu¨¦ tiene que ser una perversi¨®n? ?Por qu¨¦ el poder de la seducci¨®n es malo y el poder del dinero no lo es?
?Qu¨¦ quiere decir?
Mira, yo ya soy muy mayor y todo me da exactamente igual, ya no tengo que demostrar nada. Pero tengo hijas j¨®venes y veo que est¨¢n con esa lucha todav¨ªa, en el siglo en el que vivimos; quiero decir que, si resulta que t¨² tienes un f¨ªsico m¨¢s atractivo o te mueves de una determinada manera, ya te van a tachar de algo. Y te pasas muchos a?os intentando demostrar que no eres como los dem¨¢s dicen que eres. Es un juicio, siempre, de gente que no te conoce. Y antes sent¨ªa necesidad de pelear contra eso y de que se supiera, pero ahora, de verdad, es que ya me da igual. Y si antes ya era dif¨ªcil, ahora, con este mundo de las redes sociales, es imposible.
Le ha tocado sufrir eso en carne propia, entiendo.
Me toc¨® sufrirlo profesionalmente de una manera exagerada. Primero fui azafata, luego fui presentadora, despu¨¦s actriz de televisi¨®n¡ y luego ya actriz de cine y, m¨¢s tarde, de teatro, y tuve que escuchar de todo¡ Cuando estaba haciendo Los Serrano y me llam¨® Alejandro Amen¨¢bar para Mar adentro, que era mi primera pel¨ªcula, hubo algunas personas que me llamaron intrusa. ?Intrusa de qu¨¦?
Por cierto, confes¨® una vez que le cost¨® much¨ªsimo poner ¡°actriz¡± en el DNI. ?Por qu¨¦?
Pues por eso, porque demasiadas voces me dec¨ªan: ¡°No lo eres, no lo eres, no lo eres¡±.
Hay que decir que antes de ser actriz estudi¨® Arquitectura, y se puso a vender pisos en Madrid, y casi monta una academia de baile¡
S¨ª, hab¨ªa que sobrevivir.
?Por qu¨¦ al final la Bel¨¦n Rueda actriz y no las otras Bel¨¦n Rueda?
Porque la actriz son todas aquellas.
Dir¨¢ que seg¨²n los d¨ªas y las ¨¦pocas, pero, generalizando, ?se considera m¨¢s fr¨¢gil o m¨¢s ?vulnerable?
Los dem¨¢s me consideran fuerte y yo me considero vulnerable. Y eso tiene su peligro, porque cuando te ponen el cartel de ¡°fuerte¡± ya te pueden hacer o pedir lo que sea. Les da por pensar que t¨² tienes una resiliencia maravillosa y que vas a salir de todo¡, y hay un momento en el que dices: ¡°Oye, ya est¨¢ bien¡±. Pero al mismo tiempo creo que nuestra generaci¨®n ha pasado de¡, a ver, yo desde peque?a quise ser madre. Otras desde peque?as quieren ser actrices, vale, fenomenal. Yo quer¨ªa ser madre. S¨¦ que resulta muy raro. Y cuando empec¨¦ a trabajar, dentro de mi entorno nunca quer¨ªa contar a nadie lo que me costaba f¨ªsica y emocionalmente sacar adelante ese trabajo, porque me daba miedo que me tacharan de mala madre. Ahora lo pienso y es tan rid¨ªculo¡ Por ejemplo, nunca dec¨ªa que estaba cansada, aunque durante a?os dorm¨ª tres, cuatro horas¡, hasta que me dio un chungo, claro. Y me dije que algo estaba haciendo mal, y que aquel cartel de fuerte que me pon¨ªan no lo quer¨ªa. Esto es algo que no he contado nunca, pero a m¨ª me dio un ictus, lo que pasa es que nadie lo sabe. Un ictus transitorio. Eso me ense?¨® a m¨ª misma: ¡°Para¡±.
?Cu¨¢ndo ocurri¨®?
Hace tiempo, da igual. Y estoy bien.
Creemos que podemos con todo, y es mentira. Creemos saber todo, y tambi¨¦n es mentira.
?Es que no podemos tener dudas? ?Es que no podemos sentir confusi¨®n? ?Qui¨¦n dijo que tiene que haber gente tan sabia, tan inteligente y tan culta capaz de solucionarlo todo? ?Es que esa gente no puede equivocarse? Al contrario, yo creo que el no saber es algo muy valiente. Por eso hay que potenciar entre los m¨¢s j¨®venes el ser valientes y meterse en cosas muy locas. Es el momento de hacerlo. Y es lo que les va a ense?ar en la vida, porque la teor¨ªa es fant¨¢stica para encauzar las cosas, pero como en la pr¨¢ctica no hayas vivido¡
Ha dicho antes que ya es muy mayor y que todo le da igual, pero eso¡
No, no todo me da igual, no.
?En qu¨¦ momento de su vida se siente con respecto a esas cosas que han ido saliendo en la conversaci¨®n: la sabidur¨ªa, la templanza, la confianza¡?
Ser muy mayor no va unido solo a los a?os. Tambi¨¦n va unido a la experiencia. A ver, en mi profesi¨®n, ?por qu¨¦, si era azafata, me ten¨ªa que quedar en azafata? ?Por qu¨¦, si era presentadora de televisi¨®n, me ten¨ªa que quedar en presentadora de televisi¨®n? Ahora ya no es as¨ª, pero en aquella ¨¦poca hab¨ªa unos muros muy gruesos, unos compartimentos muy estancos. Si eras actriz de televisi¨®n, no pod¨ªas ser actriz de cine. Si hac¨ªas comedia, no pod¨ªas hacer drama. ?Siempre igual, poniendo carteles! Pero mira, yo en mi casa los tengo todos, y me los quito y me los pongo como me da la gana. Y me he dado cuenta de que lo ideal es que te ofrezcan un papel que te emociona y digas: ¡°?S¨ª!¡±, y que al d¨ªa siguiente te digas: ¡°Ay, Dios m¨ªo, ?por qu¨¦ he dicho que s¨ª?¡±. Pero luego lo superas con trabajo. Y yo soy muy trabajadora, eso es verdad. Muy trabajadora y muy obsesiva.
Bueno, es que cuando un tren te pasa por delante y no te subes, luego te puedes tirar de los pelos toda tu vida¡
Seguramente, pero como la vida te va a llevar por otro lado¡, o sea, yo creo que el dolor hay que pasarlo, pero no quedar atrapados en ¨¦l. El duelo hay que pasarlo, pero no te quedes atrapada.
Por desgracia, habla con conocimiento de causa. [En 1997, Mar¨ªa ?cija, una de las tres hijas que la actriz hab¨ªa tenido con el productor televisivo Daniel ?cija, falleci¨® como consecuencia de una cardiopat¨ªa cong¨¦nita cuando a¨²n no ten¨ªa un a?o].
Totalmente. ?Lo he olvidado? No. Pero lo he colocado en un lugar desde el que hay veces que me vuelve con alegr¨ªa y otras me vuelve con una tristeza muy profunda. ?Eso significa que lo has superado? ?Superarlo es olvidarlo? No. Es revisitarlo cuando el coraz¨®n lo siente, unas veces con la alegr¨ªa de haberlo podido vivir y otras sintiendo que la vida es injusta.
Quer¨ªa acabar con algo que, m¨¢s que una pregunta, es una reflexi¨®n. Tiene una de las miradas m¨¢s bonitas que ha habido en el cine espa?ol. Pero tambi¨¦n de las m¨¢s tristes. Eso no se ensaya, ?no?
Un actor que me ayud¨® a hacer las pruebas para la ?pel¨ªcula Mar adentro, Francis Lorenzo, me dijo una frase que a m¨ª se me ha quedado grabada desde entonces: ¡°El actor no habla solamente con las palabras, con lo que m¨¢s se habla en el cine es con la mirada¡±. Y es verdad. A veces los actores y las actrices nos quejamos de que tenemos pocas frases en una pel¨ªcula. Ya, pero, aunque tengas pocas frases, tienes que contar las cosas sin hablar. A m¨ª me encantar¨ªa ahora un personaje que tuviera que hablar poco. Contar cosas con la mirada es tan dif¨ªcil¡
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