La ¨²ltima subversi¨®n masculina: vestirse con ropa de mujer de Chanel
Emblema de la elegancia femenina, la casa de costura francesa ha terminado sucumbiendo a la reclamaci¨®n masculina de su legado, el ¨²ltimo espacio del lujo que se le resist¨ªa al hombre. La firma no comercializa una colecci¨®n para ellos, pero sus verdaderos creyentes no tienen reparo en comprar la de mujer
En el nombre de la creadora de moda que ayud¨® a liberar a la mujer, imbuy¨¦ndola del poder de prendas, tejidos y prerrogativas del armario masculino, ahora tambi¨¦n hay hombres que proclaman su libertad para vestir. La cuesti¨®n tiene m¨¢s que ver con un asalto al poder, la conquista del ¨²ltimo reducto del lujo que siempre se les ha resistido, que con la tra¨ªda y llevada deconstrucci¨®n identitaria o la disrupci¨®n de g¨¦nero, aunque, sea como fuere, no puede resultar m¨¢s parad¨®jica.
Un giro de los acontecimientos que Gabrielle Chanel jam¨¢s habr¨ªa sospechado, ella, que solo le echaba cuentas a ellos si pod¨ªa sacarles ventaja, al menos en t¨¦rminos de indumentaria. Que la casa de costura que estableci¨® en 1910, santo y se?a durante un siglo de la elegancia femenina empoderada, terminara convertida en inusitado destino de caballeros es algo que siempre se ha procurado evitar desde la propia marca. Pero el signo de los tiempos no solo la ha alcanzado de pleno, sino que encima le ha dado donde m¨¢s le duele. Los hombres que aman los trajes hechos para las mujeres claman hoy los titulares a la vista de la cada vez m¨¢s abultada y notoria presencia de embajadores de la firma y se?ores chanelizados en sus desfiles. Hasta el Ken de la Barbie de Greta Gerwig luce una chaqueta de esqu¨ª Chanel en su escapada al mundo real.
¡°No lo habr¨ªa entendido, hubiera puesto el grito en el cielo¡±, apunta ?Inmaculada Urrea a prop¨®sito de la posible reacci¨®n de mademoiselle ante la reclamaci¨®n masculina de su legado. Autora de Coco Chanel: La revoluci¨®n de un estilo (Cita de Letras, 1997) y con una reveladora biograf¨ªa de la creadora en preparaci¨®n, esta consultora de moda experta en branding tiene licencia para especular: ¡°Que fue una disruptora y se salt¨® todas las reglas del vestir en su ¨¦poca, por supuesto. No olvidemos que lo que antes se llamaba unisex lo adelant¨® ella, en 1918. Sin embargo, para los roles de g¨¦nero era de mentalidad muy cl¨¢sica, antigua incluso: la mujer ten¨ªa que vestirse para agradar y seducir al sexo opuesto, dec¨ªa. Al final de sus d¨ªas acab¨® enfadad¨ªsima porque se lamentaba: ¡®Hoy las mujeres son m¨¢s hombres que los hombres¡±. Para el caso, Urrea tambi¨¦n tiene claro que a la firma hace tiempo que dej¨® de importarle el significado de su fundadora, que de Chanel apenas gasta el nombre. ¡°Si no oliera a operaci¨®n de marketing, a d¨¢rselas de moderna y relevante en un mercado en el que prima la imagen sobre la sustancia, podr¨ªa considerarse incluso una manera de cerrar el c¨ªrculo¡±, concluye. Algo de raz¨®n le asiste: la casa de costura parisiense nunca ha comercializado colecciones masculinas, tampoco ahora. Aunque ha jugado al despiste.
Sobre la pasarela, el hombre Chanel es en realidad viejas noticias. A Karl Lagerfeld le gustaba sacarlo a relucir al menos en sus desfiles. Los modelos ayudaban a dar empaque masculino a los gadgets deportivos que entonces adornaban las colecciones crucero, de pelotas de rugby a raquetas de p¨¢del, pasando por manoplas de nataci¨®n, bates de cr¨ªquet y hasta bumeranes. Ninguna de las prendas que vest¨ªan en aquellos desfiles llegaban, eso s¨ª, a producirse. Al menos no como tales para hombre. La expectaci¨®n, sin embargo, estaba servida. Tanto que, en 2017, la firma tuvo que salir al paso de los rumores de una colaboraci¨®n con Hedi Slimane, el creador por el que Lagerfeld hab¨ªa recuperado la talla S, empe?ado en embutirse en sus trajes de Dior Homme. ¡°Chanel no est¨¢ trabajando en el lanzamiento de una colecci¨®n de hombre¡±, zanjaban.
S¨ª prosper¨® al cabo de un par de a?os la entente con Pharrell Williams, en una c¨¢psula que introdujo la firma en la tierra prometida del streetwear, versi¨®n lujo. ?ntimo de Lagerfeld, el cantante, rapero y productor musical ¡ªaupado a la direcci¨®n creativa de la colecci¨®n de hombre de Louis Vuitton el pasado febrero¡ª se hab¨ªa trabajado poco antes el terreno desfilando para la l¨ªnea M¨¦tiers d¡¯Art y adelantado los acontecimientos con unas sneakers customizadas v¨ªa Adidas. De ah¨ª a colarle a la firma su particular visi¨®n indumentaria, un paso, calzado con las pertinentes deportivas, vestido con las sudaderas de rigor y complementado con la cantosa joyer¨ªa al gusto del hip hop. Pero, de nuevo, falt¨® arrojo para comercializarla como masculina. El actual despliegue de ri?oneras y zapatillas en las boutiques comenz¨® ah¨ª. La chanelman¨ªa entre los caballeros, m¨¢s o menos, tambi¨¦n.
En el principio, se cuenta, fue Future, quien se atrevi¨® con las cadenas de eslabones dorados y ristras de perlas con el logo de la doble C cruzada. Semejante estilismo caus¨® sensaci¨®n en 2017, aunque no fue hasta 2019 cuando se dej¨® ver con una chaqueta adornada con broches centelleantes. Mientras, Usher se dejaba ver en el desfile primavera/verano 2017 convenientemente chanelizado. Luego vendr¨ªa Gunna, fardando en Instagram de bolso grafiteado perteneciente a la c¨¢psula en colaboraci¨®n con Pharrell. Suficiente para cimentar el mito del var¨®n chanelista, reforzado por la pr¨¢ctica de nombrar embajadores masculinos establecida en la casa desde 2012, cuando Brad Pitt se convirti¨® en perfumada imagen del emblem¨¢tico N? 5. Los m¨²sicos S¨¦bastien Tellier, Nile Rodgers y el proclamado rey del k-pop G-Dragon ostentan el t¨ªtulo, al igual que un pu?ado de actores chinos.
¡°Cuando tienes una marca de la repercusi¨®n de Chanel, tan prominente, un baluarte de la moda femenina, y un hombre puede alcanzarla de repente, es como el premio definitivo. Porque todos los t¨ªos van a quererla, aunque no puedan acceder a ella¡±, explicaba Bobby Wesley, estilista de cabecera de raperos, en una entrevista en GQ cuando se desat¨® la fiebre, en 2019. A tipos de fama y fortuna como Maluma, Joe Jonas, Kendrick Lamar, A$AP Rocky o Chris Rock solo los vemos chanelizados en la fiesta de turno o el espect¨¢culo de pasarela de rigor organizados por la firma.
?Existe entonces un consumidor masculino real de Chanel? Por supuesto, est¨¢n los coleccionistas, que atesoran los cl¨¢sicos trajes de chaqueta box en tweed aunque nunca vayan a pon¨¦rselos. Tambi¨¦n, cada vez m¨¢s, aquellos que se atreven con los bolsos. Aunque para encontrar al verdadero cliente/creyente hay que dirigirse a Asia. El filipino Bryan Yambao, de fama bloguera como Bryanboy, es, seguramente, el m¨¢s prominente por presencia medi¨¢tica. Posee 60 trajes de chaqueta, abrigos y jers¨¦is de mujer que usa a diario. ¡°Con Chanel me siento libre¡±, dijo el bloguero alguna vez. Mejor no saber qu¨¦ dir¨ªa la creadora de moda que ayud¨® a liberar a la mujer imbuy¨¦ndola del poder de la ropa de hombre.
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