Los peligros de usar un emblema marsell¨¦s para patrocinar un equipo de Par¨ªs
La marca que fabrica uno de los ¡®pastis¡¯ m¨¢s bebidos en la Provenza se ve forzada a cancelar su acuerdo comercial con el Paris Saint-Germain
Todo aquel que haya estado en Marsella y por extensi¨®n en el sur de Francia sabe lo que significa el pastis y conoce su capacidad de identificaci¨®n con el territorio. No hay aperitivo con m¨¢s presencia y que mejor se acople a las canciones de Tino Rossi, a la tapenade (pasta de aceitunas negras machacadas t¨ªpica de la Provenza) o a los estallidos de las bolas de petanca cuando chocan entre s¨ª en busca del cochonet mientras el sol se diluye en el ocaso.
El pasado 2 de septiembre, el diario La Provence difundi¨® una noticia que trastoc¨® el fin de la temporada estival y enfureci¨® a los seguidores del equipo de f¨²tbol del Olympique de Marsella: el grupo Pernod Ricard, n¨²mero dos mundial de los espirituosos y especialista en pastis, productor del emblem¨¢tico Pastis 51, anunciaba por todo lo alto un acuerdo de patrocinio con el Paris Saint-Germain para las cuatro pr¨®ximas temporadas, vincu?lando su cartera de marcas premium (que incluye pastis, vodka, champ¨¢n, whisky, etc¨¦tera) a todos los equipos profesionales del club parisiense. Un golpe dif¨ªcil de digerir para muchos marselleses, que alucinaron al ver al presidente del grupo, Alexandre Ricard (nieto del fundador), afirmar que estaba ¡°deseando apoyar al PSG y sus grandes ambiciones para las pr¨®ximas temporadas¡±.
Muchos de los fans del OM necesitaron con urgencia tomar otro petit jeune (peque?o amarillo, como se le llama coloquialmente, n¨®tese la identificaci¨®n con la luz) antes de decidir que ser¨ªa el ¨²ltimo. Se llam¨® al boicoteo a trav¨¦s de redes sociales y se puso en marcha la campa?a #Boycott?PernodRicard. Durante unas horas, ver las reacciones que circulaban por los v¨ªdeos que inundaron las redes fue un ejercicio interesante porque, entre el llanto y la risa, la broma se puso seria.
Cuando en 1915 se prohibi¨® la absenta en Francia, Paul Ricard (abuelo de Alexandre) invent¨® el pastis, un aguardiente con el an¨ªs como ingrediente clave. Ten¨ªa 23 a?os, era hijo de un comerciante de vinos de origen marsell¨¦s y quiso transmitir la luz y la joie de vivre provenzal a trav¨¦s de una bebida que llevara su nombre, Ricard, que tuviera como eslogan ¡°Ricard, el verdadero pastis de Marsella¡± y que, adem¨¢s, contara con un logotipo cuyos colores azul y amarillo reflejaran el cielo y el sol de este rinc¨®n soleado de Europa. El pastis se empez¨® a comercializar en 1932 y se serv¨ªa diluido en una proporci¨®n de cinco partes de agua. El ¨¦xito fue inmediato y se extendi¨® en el tiempo.
Se han dado casos de gente que bebe demasiado pastis y al d¨ªa siguiente se arrepiente de lo que ha dicho o lo que ha hecho, pero Alexandre Ricard parec¨ªa sereno y los trabajadores de Pernod Ricard aparec¨ªan sonrientes en las fotos sujetando la camiseta del PSG ante la tradicional frase ¡°Ici c¡¯est Paris¡±. El arrepentimiento se hizo esperar. Mientras en los bares de Marsella se dejaba de servir pastis y la furia de los seguidores del OM en X se expresaba en plan ¡°Es una pu?alada por la espalda¡±, ¡°?Cu¨¢ndo patrocinar¨¢ el vi?edo de Burdeos al Toulouse FC o los bouchons de Lyon al Saint-?tienne?¡± o ¡°Marsella se merece algo mejor que marcas que venden su alma por euros catar¨ªes¡±, Alexandre Ricard despert¨® de la resaca y, una semana despu¨¦s, tras escuchar a su familia, a empleados, clientes y accionistas cambi¨® de punto de vista y comunic¨® que la compa?¨ªa daba un paso atr¨¢s: ¡°Durante m¨¢s de 90 a?os, la historia de Ricard ha estado inextricablemente ligada a Marsella, donde naci¨®. Esas ra¨ªces son fuertes y profundas, as¨ª que la decisi¨®n que tomo hoy me sale del coraz¨®n. Estoy seguro de que todos los que han trabajado en este proyecto entender¨¢n mi elecci¨®n¡±.
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