Esclavista, supremacista y leyenda: qu¨¦ hacer con John James Audubon, genio de la ornitolog¨ªa estadounidense
Una nueva biograf¨ªa resucita la complicada figura del mito del dibujo de aves, cuyo legado est¨¢ cada vez m¨¢s marcado por las pseudociencias y el racismo
Fue un maestro autodidacta del dibujo. Y tambi¨¦n comerciante de esclavos. Le?ador. Plagiario. Falsific¨® su pasado. Estuvo en la c¨¢rcel. Rob¨® cr¨¢neos de soldados mexicanos de un campo de batalla en Texas en un proyecto de frenolog¨ªa racista y pseudocient¨ªfico que buscaba clasificar las razas humanas por su inteligencia. ?Era un monstruo? Existen ciudades, calles y aves con su nombre. John James Audubon (1785-1851) es todo un mito.
¡°Fue el fundador de la ornitolog¨ªa estadounidense¡±, describe Santiago Merino, profesor de investigaci¨®n del Museo de Ciencias Naturales-CSIC. Su pasi¨®n por la naturaleza le enfrent¨® a un empe?o tit¨¢nico: dibujar a tama?o real todas las aves de la regi¨®n. Esa perseverancia se titula The Birds of America (Las aves de Estados Unidos, en su traducci¨®n al espa?ol). Una obra de arte. Sus cuatro vol¨²menes, escritos entre 1827 y 1838, incluyen 435 planchas grabadas y coloreadas y recogen 1.065 p¨¢jaros de 489 especies. Los animales parecen dispuestos a echar a volar. Tan solo sobreviven 200 recopilaciones y el valor ronda los 11,5 millones de euros. Se ha convertido en uno de los libros m¨¢s caros del mundo.
Audubon naci¨® en Saint-Domingue (hoy Hait¨ª), probablemente de una de las dos amantes de su padre en una plantaci¨®n azucarera. Quiz¨¢ tuviera sangre africana. Su pasado fue mentira. En un ensayo escrito a sus hijos, que cita Gregory Nobles, autor de John James Audubon: The Nature of the American Woodsman (sin traducci¨®n al espa?ol), describe a su madre biol¨®gica como una bella y rica ¡°dama de ascendencia espa?ola¡± de Luisiana que regres¨® a Saint-Domingue con el padre de Audubon y se convirti¨® ¡°en una de las v¨ªctimas durante el lamentado periodo [1791-1804] de insurrecci¨®n negra de la isla¡±. Era falso. Solo era la reafirmaci¨®n de un supremacista blanco.
Los Audubon, incluida su esposa, Lucy, adquirieron esclavos. En 1810 tuvieron nueve trabajando para ellos cuando viv¨ªan en Henderson (Kentucky). Terminaron vendi¨¦ndolos. Tambi¨¦n esclavizaron a otros m¨¢s durante 1820. Tras una d¨¦cada, su destino fue el mercado. Era una forma de ganar dinero antes de viajar a Gran Breta?a para imprimir Las aves. Algo imposible en Estados Unidos por su gran coste. En Londres encontr¨® al impresor Robert Havel Jr., quien financi¨® las ediciones del naturalista. Superaba a otros expertos de la ¨¦poca como Charles Bonaparte (sobrino de Napole¨®n). Tambi¨¦n le ayud¨® ser eid¨¦tico, algo similar a tener memoria fotogr¨¢fica, solo que las im¨¢genes que se recuerdan se parecen m¨¢s a un v¨ªdeo que a una foto.
Pero hasta llegar ah¨ª grab¨® las planchas con luz y oscuridad. Mat¨® a centenares de aves para dibujarlas, se aprovech¨® de afroamericanos y nativos de los que consegu¨ªa informaci¨®n, aunque jam¨¢s los acept¨® como racialmente iguales y tuvo un desencuentro por plagio con el ornit¨®logo y pintor Alexander Wilson (1766-1813), autor de American Ornithology (1808-1814).
Roberta Olson es quien cuida, en una c¨¢mara climatizada, las acuarelas originales de Audubon en la New York Historical Society. ¡°Es falso que algunas de las aves que dibuj¨® fueran un fraude. Audubon cometi¨® errores con p¨¢jaros j¨®venes y pint¨® ciertas ¡®aves misteriosas¡¯. Varias eran juveniles o con plumajes inusuales que nunca se hab¨ªan identificado. No exist¨ªa la comprensi¨®n de la hibridaci¨®n actual¡±, aclara por correo electr¨®nico esta profesora em¨¦rita de dibujo, quien public¨® en mayo Audubon as Artist. A New Look at the Birds of America (sin traducci¨®n al espa?ol). El texto propone la influencia de Rubens o Jacques-Louis David en el ornit¨®logo. Sin embargo, la pregunta es: ?qu¨¦ pervive, el genio o el esclavista? ¡°No se puede negar la excelencia del arte de Audubon, y la gente deber¨ªa verlo. Pero tampoco se puede negar la verg¨¹enza de la esclavitud, y la gente deber¨ªa saberlo¡±, propone Gregory Nobles. Despu¨¦s, se le condena o se le absuelve.
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