La crisis tensiona el Estado auton¨®mico

La pen¨²ltima Conferencia de Presidentes fue la m¨¢s dura de las cuatro celebradas telem¨¢ticamente desde que estall¨® la crisis del coronavirus, seg¨²n relatan distintas fuentes que participaron. Aunque el formato no propicia el debate, porque Pedro S¨¢nchez abre y cierra y los 17 presidentes auton¨®micos no tienen posibilidad de r¨¦plica, la cita estuvo cargada de tensi¨®n. El lehendakari, ??igo Urkullu, ten¨ªa un gran enfado por las formas unilaterales del Gobierno a la hora de comunicar a las autonom¨ªas la paralizaci¨®n econ¨®mica, y la madrile?a Isabel D¨ªaz Ayuso, al frente del territorio m¨¢s desbordado y punta de lanza del PP, insisti¨® en la confrontaci¨®n leyendo un listado de exigencias para su comunidad. Los reproches volaron de ida y vuelta: el presidente aludi¨® por su parte al problema en las residencias de ancianos ¡ªde competencia auton¨®mica¡ª en lo que algunos interpretaron como un aviso: ¡°Ense?¨® los dientes¡±, relata una fuente que particip¨®.

El cansancio y la presi¨®n hacen mella entre los jefes de Gobierno que afrontan la mayor crisis desde la Guerra Civil. El sistema espa?ol, con las competencias en Sanidad transferidas a las comunidades aut¨®nomas, obliga a un mayor esfuerzo de coordinaci¨®n. No est¨¢ siendo f¨¢cil. La respuesta a la emergencia sanitaria desde el punto de vista institucional ha aflorado dos tipos de cr¨ªticas: por un lado, la supuesta existencia de 17 sistemas sanitarios batallando por separado contra el virus y un Ministerio de Sanidad vaciado de competencias, y, por el otro, un mando ¨²nico gubernamental ineficaz.

EL PA?S desvel¨® que las comunidades no trasladan enfermos entre ellas, a pesar de que el foco del virus golpea de forma mucho m¨¢s virulenta a unos territorios que a otros, y algunos Gobiernos auton¨®micos, como el catal¨¢n o el madrile?o, no dudaron en acusar al central de requisarles material para sus sanitarios. Hay deslealtades y choques entre Administraciones ¡ªel conflicto est¨¢ muy enconado entre el Gobierno de Ayuso y el de S¨¢nchez¡ª, adem¨¢s de cr¨ªticas de inoperancia al Ministerio de Sanidad. ¡°Es un ministerio peque?o y est¨¢ anquilosado. El ejemplo es que no ha podido hacerse cargo de contratar el material sanitario, y ha tenido que asumir esa tarea el Ministerio de Hacienda¡±, se queja el mando de una comunidad aut¨®noma.

Con esta fotograf¨ªa, una pregunta se abre paso: ?es el Estado de las autonom¨ªas una r¨¦mora para afrontar la pandemia? ¡°La descoordinaci¨®n ha sido m¨ªnima¡±, contesta Guillermo Fern¨¢ndez Vara, presidente socialista de Extremadura. ¡°Esta misma semana muchos pacientes extreme?os est¨¢n siendo tratados en Madrid. Nosotros les hemos mandado por nuestra parte algunos recursos¡±, defiende. ¡°Los problemas de coordinaci¨®n en un momento determinado no est¨¢n rompiendo la solidaridad. Nadie est¨¢ negando la ayuda a los otros, no hay una frontera de ego¨ªsmo¡±, apostilla su compa?ero de partido y presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa Page.

La colaboraci¨®n entre Administraciones est¨¢ funcionando a tres niveles: el ministro Salvador Illa se relaciona con los consejeros auton¨®micos de Sanidad en el Consejo Interterritorial de Salud; el delegado del Gobierno en cada autonom¨ªa lo hace con el consejero de protecci¨®n civil y los alcaldes; y, por ¨²ltimo, los presidentes auton¨®micos se dirigen a los ministros de Sanidad y Hacienda y otros miembros del Gobierno. ¡°Hoy he llamado a tres ministros y no puedo decir que alguien no me coja el tel¨¦fono¡±, apunta un presidente del PP. Los jefes de Gobierno auton¨®micos tambi¨¦n se llaman entre ellos, casi a diario.

Las tensiones entre un sistema sanitario unitario o descentralizado existen desde que se aprob¨® la legislaci¨®n que implanta este modelo, la Ley General de Sanidad de 1986. El debate fue entonces si copiar en Espa?a el National Health Service brit¨¢nico o desarrollar otro, m¨¢s conforme a la realidad auton¨®mica de la Constituci¨®n Espa?ola. ¡°Hubo discusi¨®n, sobre todo porque los sanitarios de la izquierda ve¨ªan el sistema sanitario brit¨¢nico como un t¨®tem¡±, recuerda Pedro Pablo Mansilla, jefe de gabinete de Ernest Lluch, el ministro de Sanidad que aprob¨® la ley, y secretario de redacci¨®n de la norma. ¡°Se opt¨® por este sistema porque no hab¨ªa otra soluci¨®n desde el punto de vista constitucional. La realidad jur¨ªdica se impon¨ªa¡±, rememora el ex alto cargo socialista.

Presidentes auton¨®micos de uno y otro signo se oponen a cualquier planteamiento recentralizador. ¡°Ser¨ªa un error. Gracias a las autonom¨ªas hay m¨¢s profesionales, m¨¢s tecnolog¨ªa y m¨¢s infraestructuras¡±, argumenta Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, presidente de Castilla y Le¨®n, del PP. El castellanomanchego Emiliano Garc¨ªa-Page coincide en que el sistema auton¨®mico ¡°ha sido un acelerador de infraestructuras y de recursos humanos¡±. ¡°Si hubiera seguido en manos del Estado, la Sanidad tendr¨ªa hoy un 40 % menos de recursos disponibles¡±, defiende. En Castilla-La Mancha, por ejemplo, hay cinco hospitales m¨¢s desde que en 2001 asumieron las transferencias, y su personal sanitario ha aumentado de 18.000 a m¨¢s de 30.000, seg¨²n datos del Gobierno regional.

A futuro, la reflexi¨®n de quienes est¨¢n viviendo la crisis y de observadores externos es que hay que fortalecer los mecanismos de colaboraci¨®n de los territorios con el Gobierno central. ¡°Se debe reforzar el Ministerio de Sanidad¡±, propone Fern¨¢ndez Ma?ueco. El pol¨ªtico que m¨¢s tiempo ha estado al frente de esa cartera en democracia coincide en esta tesis: ¡°Las comunidades han hecho lo posible por debilitar el liderazgo del ministerio desde hace 20 a?os por una visi¨®n de sus competencias mal entendida¡±, razona Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas. El sucesor de Ernest Lluch aporta adem¨¢s dos propuestas: que el Consejo Interterritorial, donde est¨¢n representados todos los Gobiernos regionales, ¡°tenga car¨¢cter ejecutivo en grandes cuestiones por mayor¨ªa cualificada¡±, y que el Instituto de Salud Carlos III se potencie al estilo del Instituto Robert Koch alem¨¢n. En el fondo: avanzar hacia mecanismos m¨¢s federales.

La emergencia sanitaria ha tra¨ªdo tambi¨¦n una consecuencia inesperada. Por primera vez desde hace casi una d¨¦cada, el lehendakari y el president catal¨¢n han participado en las conferencias de presidentes en pie de igualdad con todos los dem¨¢s. Una anomal¨ªa esperanzadora en un Estado con un conflicto territorial latente. Urkullu y Torra ofrecen lealtad y solidaridad en las reuniones, seg¨²n varios participantes, que cuentan que el presidente catal¨¢n se muestra incluso fraternal, instando a todos a que cuiden de sus familias y ofreciendo su ayuda a quien la necesite. Garc¨ªa-Page valora esta clave con optimismo: ¡°Por primera vez todas las comunidades estamos ah¨ª sin distinci¨®n, como gestores en el mismo nivel. Esto influir¨¢ en la l¨®gica pol¨ªtica despu¨¦s de la crisis¡±.

GASTAR M?S PARA UN SISTEMA PUNTERO

El debate sobre si un Estado jacobino o descentralizado afronta mejor una emergencia sanitaria no debe eclipsar una realidad que supera cualquier organizaci¨®n territorial: los recursos. Los datos son claros: Espa?a se situ¨® en 2017 por debajo de la media de la Uni¨®n Europea en porcentaje del PIB destinado a gasto en sanidad, con un 8,9% frente al 9,9% de la UE, seg¨²n las cifras de Eurostat. Francia y Alemania est¨¢n a la cabeza de la UE en gasto sanitario (11,3% en ambos pa¨ªses). ¡°De aqu¨ª saldremos con un replanteamiento de prioridades. El sistema sanitario espa?ol necesita m¨¢s inversi¨®n p¨²blica¡±, plantea Emiliano Garc¨ªa-Page, presidente de Castilla La- Mancha.

La discusi¨®n sobre la inversi¨®n en Sanidad apenas ha ocupado gran parte del debate p¨²blico hasta ahora, centrado en la b¨²squeda de responsables de actuaci¨®n ante la pandemia. ¡°Entre los pa¨ªses desarrollados hay Estados modernos y otros que se han quedado anticuados. Corea del Sur ha tenido una respuesta moderna, con un confinamiento tecnol¨®gico¡±, apunta Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, presidente de Castilla y Le¨®n. ¡°Espa?a debe definir qu¨¦ sistema sanitario debe tener. Hay que gastar m¨¢s si se quiere un sistema puntero. Para eso, har¨¢ falta destinar algunos impuestos solo a la Sanidad¡±, apunta Guillermo Fern¨¢ndez Vara, presidente de Extremadura.

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