La juez declara al Estado propietario del pazo de Meir¨¢s y obliga a los Franco a devolverlo
La magistrada Marta Canales estima ¨ªntegramente la demanda interpuesta por el Gobierno de S¨¢nchez contra los nietos del dictador
El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 de A Coru?a ha estimado ¨ªntegramente la demanda interpuesta por el Estado y lo declara propietario del Pazo de Meir¨¢s, por lo que condena a la familia Franco a la devoluci¨®n del inmueble sin ser indemnizada por los gastos que afirma haber asumido para el mantenimiento durante d¨¦cadas. En el procedimiento, la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Sada (donde se encuentra el palacete), el de A Coru?a y la Diputaci¨®n Provincial se personaron secundando a la Abogac¨ªa del Estado contra seis nietos del dictador y su sociedad Pr¨ªstina, SL. La sentencia todav¨ªa no es firme y los letrados de los Franco, encabezados por Luis Felipe Utrera-Molina, han anunciado que interpondr¨¢n recurso de apelaci¨®n.
La magistrada Marta Canales declara en la sentencia la nulidad de la donaci¨®n efectuada en 1938 de ¡°la finca denominada Torres o Pazo de Meir¨¢s al autoproclamado jefe del Estado, Francisco Franco Bahamonde, por carecer del requisito esencial de forma¡±. El mismo a?o en que se efect¨²a la donaci¨®n, se constituye una Junta Pro Pazo ¡°del caudillo¡±, formada por prohombres del r¨¦gimen, en plena Guerra Civil, para comprar y regalar el Pazo de Meir¨¢s ¡°al General¨ªsimo de los Ej¨¦rcitos y Jefe del Estado Nacional¡±. ¡°Su nombre era Francisco Franco Bahamonde, pero no se le regala a ¨¦l por s¨ª mismo, sino al jefe del Estado¡±, argumenta la juez de A Coru?a. ¡°Las alegaciones de los demandados en relaci¨®n a la intenci¨®n de las vendedoras, que quer¨ªan que el pazo se regalase a Franco a t¨ªtulo personal, no se comparten¡±, dice la sentencia, donde se concluye que la literalidad de los documentos sobre la compra del pazo y posterior donaci¨®n ¡°no arroja dudas¡± y todos se refieren ¡°al caudillo¡±.
La juez concluye que la compraventa de 24 de mayo de 1941 fue una ¡°simulaci¨®n¡±, por lo que es nula. Este t¨ªtulo era el que defend¨ªan como v¨¢lido los herederos y por el que Franco, a t¨ªtulo particular, logr¨® la inscripci¨®n de la finca en el Registro de la Propiedad de Betanzos. Era el ¨²nico t¨ªtulo de compraventa conocido hasta que hace algo m¨¢s de un a?o los abogados del Estado en A Coru?a localizaron otra acta notarial del 38, la correspondiente a la compra realizada por la Junta Pro Pazo. Con este documento novedoso en la mano, el Gobierno plante¨® la demanda en julio del a?o pasado, bajo la tesis de que una propiedad no pod¨ªa ser vendida dos veces por el mismo propietario original, en este caso los herederos la escritora Emilia Pardo Baz¨¢n.
Cerca de dos meses despu¨¦s de celebrarse el juicio y en una sentencia de 390 folios, Canales no acepta la argumentaci¨®n de los demandados sobre la compra que realiza Franco en 1941 con la intermediaci¨®n de su fiel allegado Pedro Barri¨¦ de la Maza, due?o del Banco Pastor y de Fenosa y financiero del ej¨¦rcito sublevado. La juez la califica de ¡°ficci¨®n¡± llevada a cabo ¡°con el solo objeto de poner el bien a su nombre¡±. El Estado plante¨® esta duplicidad de escrituras como un ¡°fraude¡± y tachaba el precio pactado en 1941 de ¡°irrisorio¡±. Seg¨²n el acta de aquella fecha, rubricada ante el notario Luis Sierra Bermejo, la propiedad solo costar¨ªa 85.000 pesetas, casi la quinta parte de la cantidad que figuraba en la escritura de 1938, 406.346.
¡°Ninguna operaci¨®n subyace entre las partes que se disimule a los efectos que defienden los demandados. El Pazo de Meir¨¢s se hab¨ªa entregado a la Junta Pro Pazo del caudillo en la primavera de 1938, comprado en escritura p¨²blica por la Junta el 5 de agosto de 1938 y la Junta Pro Pazo hizo entrega formal al caudillo el 5 de diciembre de 1938. El 24 de mayo de 1941 no se entrega a Franco el pazo y Franco nada paga¡±, resuelve tajante la magistrada en su fallo. ¡°La vendedora ya hab¨ªa vendido. La reservista [Manuela Esteban Collantes y Sandoval, como madre del nieto de Pardo Baz¨¢n] ya hab¨ªa renunciado a su derecho. Franco nada compra¡±, insiste.
Propiedad incorporada de ¡°mala fe¡±
Sobre la liquidaci¨®n del estado posesorio, es decir, la restituci¨®n de los gastos en los que podr¨ªa haber incurrido la familia mientras fue titular del inmueble, la magistrada entiende que no es posible, porque la propiedad fue incorporada al patrimonio de la familia Franco ¡°de mala fe¡±. Esa ¡°mala fe¡± se materializa ¡°cuando, tras aceptar el caudillo la donaci¨®n del pazo de Meir¨¢s, en su calidad de jefe del Estado, otorga una escritura p¨²blica el 24 de mayo de 1941 con la sola finalidad de inscribir este bien a su nombre en el Registro, sin mediar precio alguno¡±, vuelve la juez sobre la misma idea.
Marta Canales recuerda adem¨¢s que el Estado asumi¨® todos los gastos de la residencia estival, que fue mantenida y administrada como residencia oficial del jefe de Estado: ¡°El pazo de Meir¨¢s se gestionaba de forma id¨¦ntica al palacio de El Pardo¡±, equipara en su resoluci¨®n. Los nietos del dictador (Carmen, Jaime, Arancha, Crist¨®bal, Mar¨ªa del Mar y Mar¨ªa de la O Mart¨ªnez-Bordi¨²) blandieron en el juicio una serie de gastos asumidos entre finales del siglo XX y principios del XXI, cuando su madre, Carmen Franco Polo, decidi¨® rehabilitar parcialmente la mansi¨®n ubicada en el municipio coru?¨¦s de Sada, que hab¨ªa sufrido graves da?os en un incendio en 1978. Sin embargo, en las sesiones celebradas en A Coru?a no se concret¨® la cifra gastada en las obras. La demanda del Estado tambi¨¦n se formulaba contra los ¡°ignorados herederos de do?a Manuela Esteban Collantes¡±, la nuera de Pardo Baz¨¢n que supuestamente se prest¨® a revender la propiedad que ya no pose¨ªa en 1941, pero estos fueron declarados en rebeld¨ªa procesal.
Acerca del momento en el que se presenta la demanda (en julio de 2019, por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez y justo cuando se manten¨ªa el pulso con los nietos del general¨ªsimo por su exhumaci¨®n del Valle de los Ca¨ªdos), que los letrados de la familia Franco tachaban de retraso desleal, la magistrada tambi¨¦n se alinea con el Estado. ¡°La posibilidad de articular la demanda nace de un importante estudio hist¨®rico y de un consenso social, logrado tras muchos a?os¡±, explica, algo que ¡°responde a una madurez de nuestro sistema democr¨¢tico¡±. En todo este tiempo, destaca Canales, el Estado ¡°nunca renunci¨® a sus derechos¡± y ahora al fin ha demostrado ¡°la nulidad del t¨ªtulo de compraventa esgrimido por los demandados¡± y ha ¡°acreditado de forma contundente la posesi¨®n p¨²blica, pac¨ªfica, ininterrumpida y en concepto de due?o¡±. En su extensa sentencia, la titular del juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 enumera un buen n¨²mero de acciones y pronunciamientos ciudadanos y pol¨ªticos para la devoluci¨®n del pazo y recuerda que los movimientos reivindicativos comenzaron en 1977, en plena Transici¨®n.
Al entender que la propiedad del pazo corresponde al Estado, la juez declara tambi¨¦n nula la parte de la escritura por la que los herederos de Franco se hicieron con el inmueble, lo mismo que la donaci¨®n de las fincas que se recoge en un acta notarial de noviembre de 1982. La magistrada obliga a los Franco a pagar las costas de la Abogac¨ªa del Estado, no obstante, los letrados de los Franco han decidido aprovechar el plazo de 20 d¨ªas que se les otorga para recurrir ante la Audiencia Provincial de A Coru?a.
Guardias civiles hasta 1990
Para la juez, durante el juicio ¡°el Estado prob¨® que las obras de mantenimiento de Meir¨¢s se ejecutaron a cargo de la Comandancia de Fortificaciones y Obras de la 8? Regi¨®n Militar del Ministerio del Ej¨¦rcito, en coordinaci¨®n con la Casa Civil y Militar¡±. Durante ¡°m¨¢s de 30 a?os¡±, abunda el fallo judicial, ¡°son innumerables las actuaciones ejecutadas con cargo a los Presupuestos Generales del Estado¡±, inversiones ¡°no solo encaminadas a garantizar la seguridad del Jefe del Estado y del inmueble (construcci¨®n y reformas en el acuartelamiento), sino dirigidas a la propia conservaci¨®n, ornato y mejora del Pazo, sus dependencias y jardines¡±.
Desde 1938 a 1975 ¡°el Pazo de Meir¨¢s se convierte en la residencia oficial estival del Jefe del Estado, sede de celebraci¨®n de los Consejos de Ministros desde 1946 a 1975, de actos y reuniones oficiales y de oficinas del aparato estatal¡±, prosigue Marta Canales. ¡°Los gastos ordinarios del Pazo eran asumidos por la Casa Civil¡±, explica, ¡°en la contabilidad de ¨¦sta se recog¨ªan mensualmente partidas para la residencia de verano¡±. De igual forma, en los documentos ya desclasificados ¡°constan los pagos realizados por la Casa Civil en concepto de salarios y seguros sociales del ¡¯personal obrero¡¯ del pazo de Meir¨¢s¡±, y tambi¨¦n el abono continuo de ¡°gastos de cocina y de facturas de panader¨ªa, carnicer¨ªa, leche, huevos, fruta y hortalizas, establecimientos de ultramarinos, etc¨¦tera¡±. ¡°Todos los productos precisos para el pazo se adquir¨ªan a trav¨¦s del Servicio de Intendencia de la Casa Civil (comida, bebida, menaje)¡±, detalla la magistrada, y este organismo asum¨ªa adem¨¢s ¡°los costes de servicios como el tel¨¦fono y las reparaciones¡±. ¡°De la adquisici¨®n de tabaco y alimentos al portador se encargaba el Gobernador Civil de A Coru?a¡±, recoge la sentencia, ¡°despu¨¦s de ser requerido al efecto por el Inspector de Servicios, abonando a continuaci¨®n la Casa Civil el importe correspondiente¡±.
¡°La presencia administrativa en el pazo era evidente¡±, describe la juez: ¡°albergaba oficinas permanentes de la Casa Civil y Militar, fundamentalmente, en la antigua Granja de Meir¨¢s (que se reforma para dicha finalidad, pasando a denominarse Pabell¨®n de Servicios) y en la Casa del Guarda¡±. All¨ª dentro, contin¨²a, ¡°todo el personal que prestaba servicios pertenec¨ªa a la Casa Civil y Militar¡± y ¡°se desplazaba desde el Palacio del Pardo¡±. La Casa Militar ¡°se encargaba de la seguridad¡± y ¡°decid¨ªa qu¨¦ cuerpos armados y qu¨¦ n¨²mero de efectivos eran necesarios, incluidas las tropas marroqu¨ªes hasta 1957¡å. Este departamento tambi¨¦n se responsabilizaba de la gesti¨®n de infraestructuras relacionadas con la seguridad, ¡°como el acuartelamiento, la red de garitas o la iluminaci¨®n interior o exterior para la vigilancia¡±. Incluso las obras de ampliaci¨®n y mejora de la carretera se llevaron a cabo para dar servicio a la mansi¨®n que disfrutaban Francisco Franco, su esposa, Carmen Polo, y su hija, Carmen Franco.
Exist¨ªa intramuros una figura conocida como los ¡°guardias hortelanos¡±, encargados de los trabajos en la explotaci¨®n agropecuaria que funcionaba dentro del recinto del pazo y cuyos rendimientos, seg¨²n defendi¨® en el juicio el abogado de los nietos, se embolsaba el propio dictador. Los guardias hortelanos, miembros seleccionados entre la Guardia Civil, continuaron viviendo y trabajando all¨ª tras el fallecimiento de Francisco Franco hasta marzo de 1990.
Las promesas a Galicia del ¡°fundador del Nuevo Imperio¡±
La juez tambi¨¦n estudia al detalle el pergamino entregado a Franco en 1938, en el acto oficial de la donaci¨®n. En este documento misteriosamente desaparecido en 2006 del archivo de la Diputaci¨®n de A Coru?a, se dice que se entrega el bien inmueble al ¡°Fundador del Nuevo imperio, Jefe del Estado, General¨ªsimo de los Ej¨¦rcitos y Caudillo de Espa?a, Francisco Franco Bahamonde¡±. La magistrada hace hincapi¨¦ en los t¨ªtulos citados y concluye que Meir¨¢s no fue entregado a t¨ªtulo personal. ¡°?C¨®mo se puede sostener que se trat¨® de un regalo a Franco?¡±, se pregunta. ¡°No, fue un regalo al caudillo. Desde la g¨¦nesis misma de esta idea hasta el acto de entrega el 5 de diciembre de 1938, todos los pasos realizados lo demuestran¡±.
En contrapartida, en el mismo acto, Franco hizo una serie de promesas a la tierra en la que se hab¨ªa llevado a cabo la cuestaci¨®n popular forzosa para pagar el pazo. ¡°Acepto gustoso¡±, dec¨ªa el dictador, ¡°exclusivamente por tratarse de un obsequio de mis paisanos¡±. ¡°Galicia, por su fecundidad, ha sido la regi¨®n que m¨¢s ha tenido que dar en este Movimiento¡±, prosegu¨ªa su discurso. ¡°Ahora, se?ores, hay que estudiar la manera de compensar esos sacrificios, es decir, hay que estudiar aquellas obras o planes que sea necesario ejecutar en las cuatro provincias gallegas. En otras provincias que no son de esta regi¨®n hay que preocuparse de llevarles el agua para resolver sus problemas. Aqu¨ª en Galicia, como no existe tal preocupaci¨®n, hay que pensar en cambio en otro tipo de obras¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.