Trapero, del cielo al infierno en tres a?os

El mayor de los Mossos, Josep Llu¨ªs Trapero, alcanz¨® las cotas m¨¢s altas de poder en los Mossos d¡¯Esquadra de la mano del independentismo. Aunque fue nombrado por el conservador de Uni¨® Ramon Espadaler, fue con el convergente Jordi Jan¨¦ y Carles Puigdemont con quien ascendi¨® al rango de mayor, una categor¨ªa en la escala de Mossos que estaba en desuso, reservada exclusivamente para el jefe del cuerpo. Ese nombramiento, unas im¨¢genes p¨²blicas con Puigdemont compartiendo una paella, sumado al papel de los Mossos durante el refer¨¦ndum ilegal, sin intervenir en los colegios el 1-O, sazon¨® una causa por sedici¨®n ¨Cinicialmente fue acusado de formar parte de una organizaci¨®n criminal- que ha sumido tres a?os a Trapero en una situaci¨®n de impasse. Desde que se interviniese la autonom¨ªa, Trapero, un hombre de car¨¢cter fuerte, conocido por dirigir de manera f¨¦rrea los Mossos d¡¯Esquadra, se ha visto relegado a tareas administrativas, a la burocracia, en un despacho en la comisar¨ªa central de los Mossos en Barcelona, en Les Corts, a la espera de una sentencia que sirviese para dibujar su nuevo camino.

Antes de ser apartado, Trapero hab¨ªa llegado tambi¨¦n a las cotas m¨¢s altas de popularidad. Su gesti¨®n de los atentados de La Rambla de Barcelona y de Cambrils, en 2017, compareciendo de manera firme ante los medios y dando en todo momento un mensaje de control, le convirti¨® en un ¨ªdolo del independentismo. Se hicieron camisetas con su frase de 'Pues bueno, pues molt b¨¦, pues adi¨®s" que le espet¨® a un periodista que se quej¨® porque respondiese primero en catal¨¢n a las respuestas de los medios de comunicaci¨®n. Es lapidaria tambi¨¦n la frase que solt¨® d¨ªas despu¨¦s, tras las cr¨ªticas por la gesti¨®n del atentado por parte del resto de polic¨ªas espa?olas, cuando dijo en Catalunya R¨¤dio: ¡°Unos ponen mierda, otros flores, veremos quien gana¡±. Fuentes de su entorno aseguran que esa frase sell¨® su condena.

Todav¨ªa imputado, en junio de 2018 el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el consejero del Interior, Miquel Buch, ofrecieron de nuevo a Trapero ser el m¨¢ximo jefe del cuerpo. Se reunieron un viernes en el Palacio de la Generalitat, pero Trapero declin¨® el ofrecimiento alegando que no era el momento adecuado ni para ¨¦l ni para los Mossos. Posteriormente, Trapero despleg¨® una defensa en los tribunales implacable con el independentismo: asegur¨® que advirti¨® a Puigdemont de los problemas que podr¨ªa haber en la calle si segu¨ªa adelante con el refer¨¦ndum, explic¨® que ten¨ªa un plan para detenerlo si declaraba la independencia e incluso se ofreci¨® directamente a las autoridades judiciales para arrestarlo. Ahora, con la justicia habi¨¦ndole restituido, el nuevo consejero del Interior, Miquel S¨¤mper, tiene de nuevo sobre la mesa la decisi¨®n de ofrecer o no a Trapero volver a comandar el cuerpo.

El mayor, aseguran quienes tratan con ¨¦l, ha evolucionado en los tres a?os de proceso. Y ha pasado desde no querer saber nada de volver a los Mossos d¡¯Esquadra a poco a poco evolucionar y no descartan que pudiese aceptar la propuesta de dirigir el cuerpo de nuevo. ¡°Trapero es, por encima de todo, polic¨ªa¡±, aseguran. Y repiten que no sabe hacer otra cosa en la vida.