El pacto con Bildu devuelve al Congreso debates de otra ¨¦poca

Para hablar del presente en la pol¨ªtica espa?ola, nada mejor que remontarse al pasado. El orden del d¨ªa de la sesi¨®n de control parlamentario de este mi¨¦rcoles al Gobierno estaba copado por preguntas sobre el proyecto de Presupuestos, y, como era de esperar, de lo que menos se habl¨® fue del proyecto de Presupuestos. Se discuti¨®, y mucho, de otras ¨¦pocas. De ETA, por encima de todo, especialmente en el cruce dial¨¦ctico entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Casado. Tambi¨¦n del franquismo, faltar¨ªa m¨¢s. Hubo quien parafrase¨® a?ejas sentencias de Alfonso Guerra, quien record¨® a los siete magn¨ªficos que crearon Alianza Popular, quien ley¨® p¨¢rrafos de los pactos de Ajuria Enea de los a?os ochenta y quien apel¨® al Pablo Iglesias fundador del PSOE. Alg¨²n orador se remont¨® hasta la Inquisici¨®n y los Reyes Cat¨®licos. Y, sin ir tan lejos, se cit¨® al MPAIAC.

¡ª?Es que Canarias tiene que tener un partido independentista y resucitar al MPAIAC para que Espa?a le haga caso?¡ª clam¨® con rabia Ana Oramas.

La diputada de Coalici¨®n Canaria invoc¨® el fantasma del Movimiento por la Autodeterminaci¨®n e Independencia del Archipi¨¦lago Canario (MPAIAC) ¡ªun peque?o grupo armado que actu¨® en las postrimer¨ªas del franquismo y los primeros a?os de la Transici¨®n¡ª para denunciar un drama muy actual, el que viven las islas ¡°sin recursos para acoger a 17.000 inmigrantes y con el 50% de los trabajadores en ERTE¡±.

La sesi¨®n se hab¨ªa iniciado con el l¨ªder del PP en 1998. Casado no ahorr¨® detalles estremecedores de los asesinatos, ese a?o, del concejal de Sevilla Alberto Jim¨¦nez Becerril y su esposa Ascensi¨®n Garc¨ªa Ortiz. En un esca?o detr¨¢s del l¨ªder del PP se sentaba su compa?era Teresa Jim¨¦nez Becerril, ¡°la t¨ªa que cuid¨® a los tres ni?os hu¨¦rfanos¡± del matrimonio. Casado la se?al¨® y a continuaci¨®n conmin¨® al presidente del Gobierno: ¡°M¨ªrele a los ojos y p¨ªdale perd¨®n¡±.

¡°?Se imagina usted a Biden pactando con los terroristas del 11-S?¡±, prosigui¨® el l¨ªder de la oposici¨®n, ¡°?o a Macron con los de Bataclan? Pues usted pacta con los de Hipercor y Vic¡±. El posible acuerdo con EH Bildu va a ser, seg¨²n Casado, una especie de maldici¨®n para el presidente: ¡°Le va a perseguir toda la vida¡±.

En caso de apuro, nada m¨¢s socorrido para un pol¨ªtico que tirar de argumentario. S¨¢nchez no quer¨ªa entrar al trapo del acercamiento de EH Bildu al Gobierno en busca de un acuerdo presupuestario y las tiranteces que el asunto ha provocado entre los socios del Gobierno. As¨ª que el presidente se acogi¨® a la f¨®rmula ya ensayada la v¨ªspera en el Senado. Su recurso no fue irse hacia atr¨¢s en el tiempo, sino m¨¢s bien lejos en el espacio: acus¨® al PP de practicar ¡°la pol¨ªtica del trumpismo¡±, definida por sus ¡°mentiras y desinformaci¨®n¡±, por ¡°polarizar y volar todos los puentes¡±. ¡°Como Trump, ustedes tampoco reconocen su derrota y dicen que este Gobierno es ileg¨ªtimo¡±, remat¨® sin aludir ni una vez a EH Bildu.

Entre las perlas del argumentario del PP figuraba un juego de palabras ¡ª"un Pablo Iglesias fund¨® el PSOE y otro acabar¨¢ con ¨¦l"¡ª que lucieron la portavoz del grupo, Cuca Gamarra, y el secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea. Gamarra se lanz¨® a comparar pasados lejanos y otros m¨¢s recientes. ¡°?Por qu¨¦ remueven rescoldos de hace 80 a?os y pisotean la memoria de las v¨ªctimas de ETA?¡±, pregunt¨® a la vicepresidenta Carmen Calvo, quien contest¨® con otra pregunta: ¡°?Por qu¨¦ necesitan traer constantemente a ETA a la pol¨ªtica espa?ola?¡±.

Iglesias, en su duelo con Garc¨ªa Egea, acus¨® al PP de estar haciendo el ¡°viaje inverso¡± al de los siete ministros franquistas que fundaron AP y se incorporaron a la democracia. El vicepresidente segundo confes¨® que trabaja para que ¡°la derecha est¨¦ muchos a?os fuera del Estado¡±. Y dijo que con la actual oposici¨®n ¡°puede haber Gobierno socialcomunista para lustros¡±. S¨¢nchez, en cambio, insisti¨® ante la l¨ªder de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas, en que tiene la ¡°mano tendida¡± a todos los partidos y volvi¨® a pedir que no se planteen ¡°vetos cruzados¡±. La vicepresidenta Nadia Calvi?o aplaudi¨® esas palabras con energ¨ªa. El vicepresidente Iglesias, con desgana.