El defensor del pueblo: ¡°Confinar inmigrantes en Canarias no es la soluci¨®n¡±
Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n se?ala el muelle de Arguinegu¨ªn como el ¡°error m¨¢s evidente¡± de esta crisis
El defensor del pueblo, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n (C¨¢ceres, 74 a?os) ten¨ªa previsto estar esta semana en Canarias para comprobar en persona las condiciones de recepci¨®n y acogida en las islas tras la crisis desatada por la llegada de cerca de 20.000 inmigrantes, pero est¨¢ confinado en su casa de Madrid. Tras conocer que un miembro de su equipo dio positivo en coronavirus tuvo que cancelar el viaje, pero concede esta entrevista telem¨¢tica en la que analiza la situaci¨®n del archipi¨¦lago tras la visita de sus t¨¦cnicos del 16 al 21 del pasado mes de noviembre. ¡°En la coyuntura actual, no valen planteamientos r¨ªgidos, ni soluciones aisladas¡±, advierte. Para Marug¨¢n, el error ¡°m¨¢s evidente¡± en esta crisis ha sido el muelle de Arguinegu¨ªn, donde llegaron a hacinarse 2.600 personas. ¡°No deber¨ªa haber existido¡±, afirma.
PREGUNTA. Este es el segundo gran repunte de llegadas que afronta Espa?a en solo dos a?os. Ya en 2018, propuso algunas medidas que deber¨ªan adoptarse tras m¨¢s de 30 a?os de llegadas de pateras para una mejor gesti¨®n de la migraci¨®n. ?Ha pecado el Ejecutivo de falta de previsi¨®n? ?Era esta una crisis evitable?
RESPUESTA. Hemos visto algunas disfunciones, pero tambi¨¦n algunas actuaciones correctas. Esta no es una crisis de llegadas porque estas se producen y seguir¨¢n produci¨¦ndose. La llegada de extranjeros por las costas en situaci¨®n irregular no es, tristemente, una novedad. De hecho, se trata de un fen¨®meno que nos acompa?a desde los a?os noventa y que sigue patrones c¨ªclicos y con el que debemos convivir. Aunque las cifras actuales son importantes hay que recordar que, en 2006 llegaron m¨¢s de 31.000 personas en cayuco a Canarias. Ahora son 20.000. Por eso me resulta llamativa la sorpresa con la que a¨²n se abordan estas situaciones, que vienen repiti¨¦ndose durante los ¨²ltimos 30 a?os en diferentes puntos del litoral espa?ol. La pregunta principal que deber¨ªamos hacernos es: ?Somos capaces de aprender las lecciones que la ya dilatada experiencia nos va dejando?
P. Entre las medidas que propuso en 2018 estaba la necesidad de modificar el protocolo de llegada a costas para identificar con agilidad a menores, personas con necesidades de protecci¨®n internacional o v¨ªctimas de trata. M¨¢s de dos a?os despu¨¦s, ?cree que se han tenido en cuenta algunas de sus propuestas en Canarias?
R. Las instituciones s¨ª han hecho algunas cosas correctamente. Por ejemplo, la actuaci¨®n de Salvamento Mar¨ªtimo y de la Guardia Civil del Mar que, en muchas ocasiones ponen en riesgo sus propias vidas, rescatan del oc¨¦ano a quienes intentan llegar a nuestras costas en embarcaciones precarias. Tambi¨¦n la de los equipos de Cruz Roja Espa?ola que les tienden la mano y les proporcionan esa primera asistencia humanitaria y la de la Polic¨ªa Nacional, destinados a garantizar su seguridad y protecci¨®n. Es verdad que tambi¨¦n hay una serie de carencias y que deber¨ªamos tener protocolos de intervenci¨®n que garanticen que haya infraestructuras id¨®neas, una presencia importante de medios humanos especializados y¡¤ criterios de colaboraci¨®n y coordinaci¨®n entre administraciones, sociedad civil y organizaciones internacionales.
P. ?Qu¨¦ vieron sus t¨¦cnicos en el muelle de Arguinegu¨ªn?
R. Algunas personas llevaban m¨¢s de 72 horas en el recinto. Esas personas no deber¨ªan estar all¨ª. En el muelle exist¨ªa un riesgo sanitario elevado. Hab¨ªa hacinamiento, falta de agua, necesidad de desinfectar continuamente, no se garantizaban las cuarentenas y el distanciamiento social no se respetaba. Tambi¨¦n comprobaron la presencia de presuntos menores de edad. Ante el c¨²mulo de disfunciones, la soluci¨®n no era otra que cerrarlo. Por eso le solicit¨¦ al Ministro del Interior que clausurase las instalaciones. El error m¨¢s evidente en esta crisis ha sido el puerto de Arguinegu¨ªn. Ha habido demasiada gente durante demasiado tiempo. Ahora hay que tratar de ordenar el proceso y encontrar una salida razonable y compleja sin renunciar a nada. Por eso mi respuesta no es tanto qu¨¦ vimos en el muelle de Arguinegu¨ªn sino: ?Qu¨¦ es lo que ha fallado para que se hayan tenido que utilizar esas instalaciones para la acogida? O bien: ?Qu¨¦ podemos hacer para que no se vuelva a repetir?
P. ?Y qu¨¦ se debe hacer?
R. Reitero lo que ya dije en 2018. Es urgente que las administraciones se sienten e identifiquen en los lugares de llegada, un cat¨¢logo de infraestructuras pr¨®ximas que puedan utilizarse de forma inmediata seg¨²n las necesidades. Y hay que tener bien preparado un sistema de identificaci¨®n de personas especialmente vulnerables. Las administraciones tienen que tener un grado de colaboraci¨®n que ahora mismo no tienen. Tenemos que adelantarnos a los acontecimientos, la improvisaci¨®n es muy mala consejera.
P. La visita de sus t¨¦cnicos se extendi¨® a todas las islas. ?Con qu¨¦ situaci¨®n se encontraron?
R. Hemos visitado las islas de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, La Palma, El Hierro y Fuerteventura. Estamos elaborando en estos momentos las conclusiones, pero puedo destacar algunas buenas pr¨¢cticas. En primer lugar, la acogida del pueblo canario que en plena emergencia sanitaria, con una crisis econ¨®mica que les est¨¢ golpeando muy duramente, est¨¢ siendo solidario y acogedor. Tambi¨¦n destaco en la recepci¨®n de los cayucos la utilizaci¨®n de una nave en el puerto de Fuerteventura para detenci¨®n e identificaci¨®n durante las primeras 72 horas. Cuando la visitamos acababan de salir los integrantes de varios cayucos y vimos las instalaciones con literas y ba?os, ya desinfectados y en perfecto estado de limpieza. Tambi¨¦n destaco la utilizaci¨®n de las instalaciones que se crearon en 2009 en la comisar¨ªa de Playa de las Am¨¦ricas, en Tenerife, que tiene m¨¢s de 300 plazas que permiten un alojamiento en condiciones adecuadas durante las primeras 72 horas.
P. ?Le preocupa la situaci¨®n de los menores? Ya son m¨¢s de 2.000 los acogidos por el Gobierno canario.
R. Su situaci¨®n siempre es preocupante y valoro el esfuerzo que est¨¢ realizando el servicio de protecci¨®n de menores canario que ha de ser expresamente reconocido. Hemos superado las cifras de entre 2007 y 2009, cuando m¨¢s de 1.000 menores extranjeros no acompa?ados tuvieron que ser acogidos en Canarias y, de nuevo, tenemos que ser capaces de encontrar una respuesta como sociedad y como pa¨ªs a estos ni?os y ni?as que se ven obligados a abandonar sus pa¨ªses en condiciones inimaginables. Volver¨¦ a solicitar respecto de Canarias lo mismo que ped¨ª en su momento para Ceuta y Melilla: que se valoren medidas espec¨ªficas para la acogida y protecci¨®n de los menores no acompa?ados. El esfuerzo que se hace en Canarias no puede ser exclusivo de las instituciones canarias. No es posible que gestionen sin ayuda el impacto que para sus sistemas tienen estas llegadas. Se requiere la solidaridad de los dem¨¢s territorios de Espa?a.
P. ?Tiene que aplicarse esta solidaridad entre territorios con los adultos? ?Est¨¢ a favor de las derivaciones a la Pen¨ªnsula?
R. Creo que la soluci¨®n a este problema pasa por buscar un equilibrio. Recurrir a confinar en Canarias a los inmigrantes que han llegado a lo largo de los ¨²ltimos meses es una opci¨®n que yo calificar¨ªa como no adecuada y no estoy de acuerdo con esta estrategia. Quien propone esto, ha optado por alejarse de las posiciones vers¨¢tiles y por el contrario defiende una respuesta r¨ªgida. Tenemos que acabar con la manida idea de que, si se trasladan esas personas a la Pen¨ªnsula, lo que se fomenta es que vengan m¨¢s. Por eso, creo en la b¨²squeda de una soluci¨®n compleja, en la que se incluya llevar a cabo el traslado de migrantes a la Pen¨ªnsula. No se debe renunciar a esta opci¨®n. En esa zona del mundo, el ?frica sahariana y subsahariana lo que ocurre es un efecto salida por muchos motivos, y uno de ellos consiste en las condiciones que han de soportar sus habitantes para desarrollar una vida digna. En este escenario, hay que moverse y trabajar con planteamientos que contribuyan a que con la cooperaci¨®n podamos fomentar el desarrollo de esas sociedades.
P. Hubo una pol¨¦mica decisi¨®n de la Fiscal¨ªa de Las Palmas por la que se separaron a madres de sus beb¨¦s. ?C¨®mo valora usted esta actuaci¨®n?
R. Esto es un ejemplo de las cosas que no deben hacerse. Lo segu¨ª con mucha preocupaci¨®n y estoy esperando la respuesta de la Fiscal¨ªa General del Estado, a la que le di traslado de las quejas que recib¨ª sobre esta cuesti¨®n.
P. La asistencia letrada en el muelle de Arguinegu¨ªn y otros espacios lleg¨® a ser inexistente. Hoy en d¨ªa ha mejorado, pero sigue sin hacerse de manera individual y de pie. En sus ¨²ltimos informes anuales, refiri¨¦ndose a Ceuta y a Melilla, usted insiste en que las asistencias letradas no pueden convertirse en una mera formalidad. ?Es lo que est¨¢ ocurriendo en Canarias?
R. La asistencia letrada es manifiestamente mejorable y me preocupa que no se preste adecuadamente. Debe hacerse de forma individualizada y por profesionales que puedan dedicar una atenci¨®n suficiente a cada una de las personas a las que asisten. Tanto en Ceuta y Melilla, como ahora en Canarias, he trasladado al Consejo General de la Abogac¨ªa que la presencia de un abogado de oficio, con formaci¨®n en materia de extranjer¨ªa constituye una garant¨ªa para esos migrantes.
P. ?Qu¨¦ pasos cree que son necesarios seguir para aliviar la situaci¨®n actual?
R. No creo que el enfoque correcto sea centrarse en ¡°aliviar la situaci¨®n actual¡±. Creo que es el momento de abordar la cuesti¨®n migratoria desde un punto de vista m¨¢s global. Si no, las soluciones que damos pueden quedar cojas. Se requiere una gesti¨®n m¨¢s eficaz de los flujos migratorios y hacer posible una migraci¨®n legal, ordenada y segura
P. ?Qu¨¦ opina de la creaci¨®n de macrocampamentos en las islas donde se alojar¨¢n 7.000 personas?
R. Han dicho que los campamentos son una soluci¨®n transitoria, el problema es que para aliviar esa transitoriedad no se puede renunciar a otras opciones. Como le he dicho, concentrar a los inmigrantes en Canarias no puede ser la ¨²nica soluci¨®n.
P. ?Qu¨¦ piensa de los brotes xen¨®fobos y la utilizaci¨®n pol¨ªtica que se ha hecho de ellos?
R. Me preocupa mucho y creo que es una responsabilidad de todos los que ostentamos alg¨²n cargo p¨²blico no utilizar la inmigraci¨®n como herramienta de confrontaci¨®n. Instalarse en esa dial¨¦ctica y el abuso de la tensi¨®n es un error.
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