Otro Podemos, otro Gobierno
Yolanda D¨ªaz ofrece m¨¢s gesti¨®n y menos ruido, pero la pugna interna con el PSOE proseguir¨¢ con el programa pactado como caballo de batalla
Pablo Iglesias se va y el primer Gobierno de coalici¨®n de la democracia se queda. La marcha del enfant terrible del Gabinete deja a¨²n muchos cabos sueltos, aunque tambi¨¦n la certidumbre de que algunas cosas importantes van a cambiar. En Unidas Podemos, por la decisi¨®n de Iglesias de abrir paso a lo que ha definido como un ¡°liderazgo colectivo¡±, con ese protagonismo adjudicado a Yolanda D¨ªaz, y, en un papel m¨¢s discreto, al partido al que esta pertenece, un PCE que parec¨ªa casi olvidado. Y en el Gobierno porque la nueva cabeza visible del socio minoritario llega con un estilo distinto. Menos ruidoso, aunque igual de dispuesto a dar la batalla entre bastidores en defensa del programa pactado.
Los primeros mensajes internos de Yolanda D¨ªaz en el Ejecutivo, tras su toma de posesi¨®n como vicepresidenta tercera, han sido para reafirmar el compromiso con la coalici¨®n y su prop¨®sito de evitar situaciones que la pongan en peligro. Sin que eso signifique que Unidas Podemos renuncie a seguir batallando dentro del Gabinete para exigir al PSOE que se cumpla el programa en cuestiones como la reforma laboral o los precios de los alquileres. ¡°Aunque con otro car¨¢cter, Yolanda puede ser m¨¢s dura que Pablo¡±, asegura una persona pr¨®xima a la tambi¨¦n ministra de Trabajo. Ya se ha visto en sus choques, siempre puertas adentro, con Nadia Calvi?o, vicepresidenta econ¨®mica, que D¨ªaz no se echaba atr¨¢s. Ese pulso contin¨²a y continuar¨¢ a prop¨®sito de la reforma laboral, una bandera que la titular de Trabajo no se muestra dispuesta a arriar de ning¨²n modo. Otra cosa es que intente dirimir las diferencias a su manera, con eso que ella suele definir como una ¡°forma femenina de hacer pol¨ªtica¡±.
¡°Necesitamos gesti¨®n, demostrar que sabemos gestionar¡±, proclam¨® D¨ªaz en su primer acto pol¨ªtico tras asumir la vicepresidencia, el pasado jueves, en la presentaci¨®n de la candidatura de Iglesias a las elecciones de Madrid. Esa apelaci¨®n a lo pragm¨¢tico, a ocuparse de las cosas materiales y no solo de la disputa ideol¨®gica, es ahora mismo una de las divisas de D¨ªaz. A sus interlocutores les repite que la prioridad para ella seguir¨¢ estando en el Ministerio de Trabajo y que su funci¨®n en el Gobierno se centrar¨¢ en sacar adelante medidas concretas.
El nuevo equipo que prepara D¨ªaz para la vicepresidencia tendr¨¢ un perfil fundamentalmente t¨¦cnico, aunque con un pol¨ªtico al frente. Seg¨²n fuentes gubernamentales, el cargo de jefe de gabinete recaer¨¢ en Josep Vendrell, exdiputado en el Congreso de En Com¨² Podem y miembro de Iniciativa per Catalunya. Vendrell comenz¨® su militancia pol¨ªtica en el PSUC, el partido catal¨¢n hermano del PCE hasta que se diluy¨® en Iniciativa. En la parte m¨¢s t¨¦cnica estar¨¢ al frente la jurista Mar¨ªa Amparo Ballester, que ya dirig¨ªa el gabinete de la ministra en Trabajo.
Los nuevos equilibrios dentro de Unidas Podemos han quedado de manifiesto en el relevante papel que Iglesias ha otorgado a militantes de lo que era una fuerza menor de la coalici¨®n, el Partido Comunista. Su secretario general, Enrique Santiago, ha entrado en el Gobierno como secretario de Estado de la Agenda 2030 en el ministerio que dirige una miembro de Podemos, Ione Belarra. Lo que se llam¨® nueva pol¨ªtica ha acabado recurriendo a la cantera del ya casi centenario PCE.
De Santiago se espera un importante peso pol¨ªtico en el Ejecutivo. Tiene una amistad de a?os con D¨ªaz y tambi¨¦n un estilo m¨¢s a la vieja usanza: rocoso hacia dentro, diplom¨¢tico hacia fuera. Tras las elecciones generales de abril de 2019, tanto ¨¦l como la nueva vicepresidenta abogaban por facilitar la investidura a Pedro S¨¢nchez, aun sin acuerdo, para evitar unos nuevos comicios. Entonces prevaleci¨® el criterio de Iglesias. Hay otro miembro del PCE en el Gobierno, el ministro de Consumo, Alberto Garz¨®n, aunque su caso es diferente: fue la disconformidad con su liderazgo en IU lo que llev¨® a D¨ªaz a abandonar esa formaci¨®n, el a?o pasado. Las relaciones de Garz¨®n con Iglesias tambi¨¦n son fr¨ªas desde hace tiempo.
El incremento de la tensi¨®n en el Gobierno llev¨® a S¨¢nchez a suspender las reuniones de maitines que su equipo manten¨ªa con el de Iglesias al comienzo de semana. Por ahora, el presidente no ha comunicado a D¨ªaz si tiene previsto reanudarlas. Fuentes pr¨®ximas a la vicepresidenta subrayan que esta mantiene una comunicaci¨®n habitual y fluida con S¨¢nchez, m¨¢s all¨¢ de los encuentros formales. Las pugnas internas de D¨ªaz se han concentrado hasta ahora en Calvi?o. Con el resto de ministros del PSOE, apenas ha tenido tiranteces. Pero su protagonismo en los ¨²ltimos meses hab¨ªa empezado a levantar suspicacias en las filas socialistas. Con las encuestas en la mano, D¨ªaz aparece como una rival para el PSOE m¨¢s competitiva que Iglesias.
La vicepresidenta se escabulle cada vez que le preguntan por su posible candidatura a las pr¨®ximas elecciones generales, que Iglesias da por hecha en todas sus apariciones p¨²blicas. Sigue sin haber pistas de hasta d¨®nde va a llegar el liderazgo de D¨ªaz ni c¨®mo se va a relacionar con el de Iglesias, al que ella se declara irreductiblemente fiel, por encima de las diferencias pol¨ªticas que han mantenido en ocasiones. Ni tampoco c¨®mo se repartir¨¢n los papeles con los otros dirigentes de Podemos.
Despu¨¦s de que el exvicepresidente cediese el testigo a D¨ªaz, en el entorno de Iglesias ya precisaban que, en la nueva etapa, tendr¨¢n tambi¨¦n m¨¢s protagonismo, tanto en el Gobierno como en el Congreso, las ministras Irene Montero y Ione Belarra. El propio Iglesias, en una entrevista en la Cadena SER, ha hablado de un ¡°liderazgo colectivo¡± y de su voluntad de pasar de una pol¨ªtica ¡°personalista¡± ¨Dque ¨¦l mismo admiti¨® as¨ª, aunque aleg¨® que hab¨ªa sido necesaria en el pasado¨D a la ¡°coralidad¡±.
Centrado en la campa?a madrile?a, Iglesias se ha desentendido por ahora del Gobierno. Est¨¢ por ver qu¨¦ pasar¨¢ en el futuro y si seguir¨¢ siendo un interlocutor de S¨¢nchez, con quien, pese a todo, ha logrado consolidar una relaci¨®n pol¨ªtica. Y c¨®mo se combinan los prop¨®sitos de mayor discreci¨®n de D¨ªaz con la combatividad verbal de los dirigentes de Podemos, incluido el que va a seguir siendo su secretario general, enfrentado a una suerte incierta en las elecciones madrile?as. En cualquiera de los casos, la coalici¨®n con Izquierda Unida ¨Dy el PCE dentro de esta¨D ha abierto un nuevo ciclo. Entre los dirigentes ya se ha empezado a considerar la idea de dar una forma organizativa m¨¢s s¨®lida a Unidas Podemos, que trascienda la mera confluencia electoral y parlamentaria. Hay algo nuevo gest¨¢ndose a partir del paso atr¨¢s de Iglesias, aunque todav¨ªa est¨¢ por definir.
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