Interior ha detenido desde diciembre a seis captadores yihadistas en las c¨¢rceles

El Ministerio del Interior ha detenido, en cuatro operaciones antiyihadistas desarrolladas en las c¨¢rceles desde diciembre, a seis presos que intentaban atraer a otros reclusos a postulados extremistas. El ¨²ltimo, el pasado jueves, en el centro penitenciario de Murcia II. En este mismo periodo han sido arrestados otros dos presuntos islamistas que acababan de ser excarcelados. Instituciones Penitenciarias tiene bajo control a 223 presos que, o bien entraron en prisi¨®n por yihadismo o, tras hacerlo por delitos comunes, se han radicalizado.

A sus 31 a?os, I. S. no era un desconocido para la Polic¨ªa Nacional cuando el jueves fue detenido en la prisi¨®n de Murcia II, en la localidad de Campos del R¨ªo, acusado de adoctrinar a otros reclusos en el ideario del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). En noviembre de 2017 hab¨ªa sido arrestado, y desde entonces estaba en prisi¨®n, acusado de ser un ¡°reportero¡± de la yihad, utilizado para distribuir en tiempo real propaganda del ISIS a trav¨¦s de las redes sociales y aplicaciones de mensajer¨ªa instant¨¢nea. Entonces, captaba con estos contenidos a j¨®venes en Ceuta, a los que facilitaba informaci¨®n para desplazarse a zonas de conflicto. Ahora, sin los medios inform¨¢ticos que dispon¨ªa cuando estaba en libertad, utilizaba su liderazgo en prisi¨®n para atraer a otros presos al islamismo radical.

Con su arresto, ya son cuatro las operaciones antiyihadistas desarrolladas desde diciembre en las c¨¢rceles espa?olas, con el resultado de seis internos y un antiguo recluso detenidos. Adem¨¢s, un quinto operativo concluy¨® con el arresto de un exinterno radicalizado en la c¨¢rcel que hac¨ªa labores de proselitismo. En diciembre de 2020, la Guardia Civil detuvo en la prisi¨®n de Las Palmas II a Yassine K., condenado por delitos comunes y que mostraba su intenci¨®n de crear una c¨¦lula para atentar cuando fuera excarcelado. El pasado 10 de marzo, los arrestados eran Mohamed F., de 40 a?os, en el Centro Penitenciario de Daroca (Zaragoza) y Mohamed A., de 43 a?os, y Karroubi B., de 62, en la prisi¨®n de Murcia II. Integraban presuntamente una c¨¦lula que instigaba con amenazas a otros presos musulmanes a seguir los postulados del ISIS. Los tres cumpl¨ªan condenas por delitos comunes.

Solo dos d¨ªas despu¨¦s ca¨ªa en Melilla un exrecluso que, durante su paso por la prisi¨®n de Mor¨®n (Sevilla), hab¨ªa difundido material yihadista. Su actividad se descubri¨® tras detectar los funcionarios que un familiar intentaba pasarle durante una visita una peque?a memoria inform¨¢tica con v¨ªdeos y c¨¢nticos del ISIS. El 26 de marzo era detenido en la c¨¢rcel de C¨®rdoba Kamal Mohamed D., condenado por yihadismo a seis a?os de c¨¢rcel, y, un d¨ªa despu¨¦s el expreso Mohamed A., quien hab¨ªa cumplido una pena de dos a?os y dos meses por enaltecimiento del terrorismo y que, cuando sali¨® de prisi¨®n el a?o pasado, no pudo ser expulsado a su pa¨ªs de origen, Marruecos, por la pandemia. Ambos hab¨ªan mantenido presuntamente su actividad yihadista tras coincidir, en 2018, en la c¨¢rcel de Botafuegos (Algeciras), donde aparecieron varias pintadas relacionadas con el Estado Isl¨¢mico.

¡°Las c¨¢rceles son un caldo de cultivo yihadista. Por eso seguimos pendientes de los terroristas que entran en prisi¨®n, para evitar que sigan all¨ª con su actividad¡±, se?ala uno de los agentes de la Polic¨ªa Nacional que ha participado en la ¨²ltima detenci¨®n. La Fiscal¨ªa tambi¨¦n apunta en el mismo sentido. En su ¨²ltima memoria, constataba que ¡°d¨ªa a d¨ªa proliferan las investigaciones de organizaciones o grupos terroristas yihadistas en el interior de las prisiones, lo cual denota la dificultad de la reinserci¨®n de los internos condenados por dichos delitos, as¨ª como su peligro como adoctrinadores¡±. Y conclu¨ªa: ¡°Los centros penitenciarios se han convertido en uno de los focos principales de captaci¨®n, radicalizaci¨®n y adoctrinamiento¡±.

La fiscal¨ªa pon¨ªa como ejemplo el arresto, en febrero de 2019, de cinco presos en la c¨¢rcel de Valdemoro (Madrid) en la Operaci¨®n Kafig. El cabecilla del grupo propon¨ªa a presos cometer atentados cuando salieran de la c¨¢rcel. Un a?o antes, la Guardia Civil hab¨ªa desmantelado en la Operaci¨®n Escribano una red presente en 17 c¨¢rceles en la que participaban 26 reclusos musulmanes, entre ellos dos condenados por el 11-M.

El profesor de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla Manuel R. Torres, integrante del Grupo de Estudios de Seguridad Internacional (GESI), coincide en que las c¨¢rceles son ¡°un entorno caliente de radicalizaci¨®n desde hace a?os¡±. Sin embargo, Torres hace una lectura positiva de las recientes operaciones: ¡°Demuestran que existe un control eficaz sobre lo que se mueve dentro de las c¨¢rceles. Esto no se produce, por ejemplo, en Francia, donde ni siquiera existe un censo de los presos radicalizados¡±.

En Espa?a, tras los atentados del 11 de marzo de 2004, Instituciones Penitenciarias puso su foco en estos presos y, a?os despu¨¦s, comenz¨® a aplicar un protocolo para detectar la radicalizaci¨®n. Este manual divide a los reclusos yihadistas en tres grupos. El primero, formado en la actualidad por 108 internos, lo conforman los condenados por terrorismo. El segundo est¨¢ integrado por 41 que entraron en prisi¨®n por delitos comunes, pero han derivado a postulados religiosos de defensa de la violencia. El tercero engloba a los denominados ¡°presos vulnerables¡± que, por su situaci¨®n personal, corren el riesgo de ser captados. Interior incluye en este a 74 internos. ¡°Estos 223 presos han sido dispersados por las c¨¢rceles para evitar que creen un frente com¨²n¡±, detalla un experto de Instituciones Penitenciarias en procesos de radicalizaci¨®n.