Francia devolvi¨® a Espa?a casi 16.000 migrantes en solo cinco meses

Los controles que ha impuesto Francia en sus puestos fronterizos con Espa?a como respuesta a la amenaza terrorista y a la covid est¨¢n teniendo consecuencias en materia migratoria. Entre noviembre y marzo, las autoridades galas devolvieron a Espa?a 15.757 inmigrantes en situaci¨®n irregular, m¨¢s de 3.000 al mes, seg¨²n datos de la polic¨ªa francesa de fronteras divulgados por el diario franc¨¦s Le Figaro y confirmados a El PA?S. Los n¨²meros se han disparado respecto al mismo periodo del a?o anterior coincidiendo con una mayor presi¨®n migratoria desde Canarias, pero tambi¨¦n con el blindaje que los franceses mantienen unilateralmente en los pasos compartidos.

La inmensa mayor¨ªa de los inmigrantes, 12.288 personas, fueron devueltos cuando intentaban entrar en territorio franc¨¦s. La cifra triplica la registrada entre noviembre de 2019 y marzo de 2020. Las restantes 3.469 personas fueron interceptadas en departamentos vecinos, en particular de los Pirineos Orientales, que hacen frontera con Catalu?a. En este caso se trata de un aumento del 25%. En esos controles las autoridades francesas han detenido a 108 personas por facilitar el cruce de los migrantes por la frontera. ¡°Pueden ser camioneros o compatriotas, no son necesariamente parte de una organizaci¨®n estructurada¡±, declar¨® a Le Figaro el portavoz adjunto de la polic¨ªa francesa, Christian Lajarrige.

Espa?a y Francia forman parte del espacio Schengen y, en teor¨ªa, no hay frontera entre los dos pa¨ªses. Pero, desde los ataques terroristas de 2015, Par¨ªs ha establecido controles fronterizos ampar¨¢ndose en un art¨ªculo del tratado europeo que le permite realizarlos por razones de ¡°seguridad nacional¡±. El pasado mes de noviembre, tras los ¨²ltimos atentados en Francia, su presidente, Emmanuel Macron, dobl¨® el n¨²mero de efectivos en las fronteras y despleg¨® 4.800 polic¨ªas, gendarmes y militares para establecer controles 24 horas al d¨ªa. Macron, que teme el ascenso de la extrema derecha de Marine Le Pen en las elecciones presidenciales del a?o que viene, cerr¨® adem¨¢s 19 puestos fronterizos con Espa?a.

El refuerzo de los controles tambi¨¦n ha repercutido en la frontera alpina entre Francia e Italia. Entre noviembre y marzo, Francia impidi¨® la entrada a 23.537 personas, el doble que en el mismo periodo un a?o antes, seg¨²n las cifras citadas. A ellos se a?aden, 2.502 migrantes detenidos en territorio franc¨¦s, un aumento del 39%.

Para expulsar a los inmigrantes que entran irregularmente a su territorio, Francia y Espa?a se valen de un acuerdo bilateral de 2002 que les permite la devoluci¨®n en las cuatro horas siguientes al paso de la frontera. El acuerdo contempla una serie de garant¨ªas, como que los inmigrantes sean entregados a la polic¨ªa espa?ola o que se formalice por escrito su devoluci¨®n. Los datos de la polic¨ªa francesa no especifican cu¨¢ntos inmigrantes han sido devueltos sobre la base de este acuerdo bilateral, pero fuentes policiales y los propios inmigrantes han se?alado que la mayor parte se realiza sin que medie un solo tr¨¢mite.

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Las abultadas cifras no significan, en cualquier caso, que todas las personas devueltas se queden en Espa?a. Los gendarmes controlan con celo puentes, estaciones, autobuses, coches y trenes, pero la mayor¨ªa de los migrantes lo vuelve a intentar tres, cuatro y hasta cinco veces hasta que finalmente consiguen cruzar. Entre marzo y abril EL PA?S ha estado en contacto con 14 migrantes, la mayor¨ªa malienses, que ten¨ªan como objetivo llegar a Par¨ªs y a otras ciudades francesas. Todos, antes o despu¨¦s y tras varios intentos, lo lograron.

Buena parte de los migrantes que estos meses se han dirigido a la frontera francesa proceden de Canarias. Tras meses bloqueados en las islas han conseguido llegar a la Pen¨ªnsula por sus propios medios o, en el caso de los m¨¢s vulnerables, ha sido la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones la que los ha derivado a centros de acogida en otras provincias. No se conoce cu¨¢ntos de ellos deciden quedarse en Espa?a, pero siempre hay un porcentaje importante que se marcha a Francia y a otros pa¨ªses europeos para encontrarse con parientes y amigos.

Estos flujos migratorios, los llamados movimientos secundarios, son una obsesi¨®n para Par¨ªs y Berl¨ªn que presionan a Madrid para que evite que los migrantes se muevan por el continente. Francia, de hecho, ya ha puesto sobre la mesa una reforma del tratado Schengen para revisar las normas que rigen el espacio de libre circulaci¨®n en Europa y reforzar el control de fronteras interiores.