El Gobierno concede el visado a la ni?a congole?a a la que neg¨® viajar con su tutor espa?ol
Luis Flores, a cargo de la peque?a Esther, llevaba desde junio lidiando con las autoridades para que dejasen volar a la menor para conocer a su familia en Espa?a
La embajada espa?ola en Kinshasa, capital de Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, ha concedido por fin el visado a la peque?a Esther, una ni?a congole?a de diez a?os tutelada por un veterinario gaditano a la que las autoridades espa?olas no dejaban viajar de vacaciones a Espa?a para conocer a su familia espa?ola.
Luis Flores, que trabaja en un santuario de primates en el pa¨ªs africano desde 2018, llevaba desde junio lidiando para que se permitiese a la peque?a que viajase junto a ¨¦l, su mujer y el beb¨¦ de dos a?os que tienen en com¨²n hasta Jerez de la Frontera (C¨¢diz) y pasar all¨ª dos meses con su familia.
El veterinario conoci¨® a la ni?a poco despu¨¦s de llegar al pa¨ªs africano para dirigir el Centro de Rehabilitaci¨®n de Primates de Lwiro, en la regi¨®n de Sud Kivu, una zona castigada por los conflictos entre grupos armados. La peque?a viv¨ªa con su madre en una chabola cercana a la casa del espa?ol. Pasaba mucho tiempo sola y durante meses estuvo visitando a Flores, que le ofrec¨ªa ropa y comida. El v¨ªnculo se fue fortaleciendo hasta que Flores emprendi¨® los tr¨¢mites para asumir la tutela con el benepl¨¢cito de la madre, la familia paterna y un juzgado local. La ni?a pudo comenzar a ir a la escuela y es ahora la primera de la clase. Habla franc¨¦s y adem¨¢s empieza a chapurrear el espa?ol y el ingl¨¦s.
Desde que Flores comenz¨® los tr¨¢mites para conseguir el visado de la peque?a, las autoridades consulares le advirtieron de que no lo conseguir¨ªa. Tanto el Ministerio de Exteriores como el del Interior plantearon diversas objeciones para impedir que la ni?a obtuviera su visado. En una primera instancia se adujo la norma que actualmente impide entrar a Espa?a, entre otros, a ciudadanos congole?os por cuestiones sanitarias vinculadas a la covid-19. Adem¨¢s, se inform¨® a Flores de que la tutela de ni?a no estaba homologada en Espa?a y de que para poder viajar, aun siendo de vacaciones, era necesario obtener un exequatur, el procedimiento para reconocer sentencias extranjeras. Ambos ministerios mantuvieron, preguntados por EL PA?S, que era imposible conceder un visado de corta duraci¨®n sin que el veterinario homologase la tutela de la ni?a.
Flores nunca estuvo de acuerdo con las objeciones y emprendi¨® una batalla medi¨¢tica ¡ªcon una recogida de firmas incluida que consigui¨® m¨¢s de 61.000 adhesiones¡ª para que la Administraci¨®n cambiase de parecer. Envi¨® adem¨¢s una queja al Defensor del Pueblo, que le dio la raz¨®n y recomend¨® a ambos ministerios que facilitasen el visado a la menor. El Defensor ni siquiera contempl¨® la necesidad del exequatur y consider¨® que el parentesco que la peque?a y Flores hab¨ªan adquirido era suficiente para acogerse a las excepciones que permit¨ªa la normativa sanitaria.
Tras la respuesta del Defensor, la embajada en Kinshasa convoc¨® de nuevo a Flores, que se desplaz¨® desde el otro lado del pa¨ªs para presentar de nuevo la solicitud. Este martes, por fin, ha obtenido luz verde para marcharse. Le esperan en Jerez de la Frontera su padre, que con 89 a?os estuvo a punto de fallecer por la covid, y sus cinco hermanos.
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