V¨ªdeo | La patada en la puerta que puso fin a una fiesta ilegal durante la pandemia, vista por los polic¨ªas y los detenidos
Interior remite al juez las im¨¢genes de las c¨¢maras que portaban los seis agentes imputados por allanamiento de morada y da?os por entrar en un piso sin orden judicial durante el estado de alarma
El juez de Madrid Jaime Serret, que instruye la causa contra los seis polic¨ªas que el 21 de marzo irrumpieron, sin autorizaci¨®n judicial y tirando la puerta abajo, en una fiesta ilegal en una vivienda durante el estado de alarma por la pandemia, ha incorporado a la causa las im¨¢genes que los agentes grabaron con sus c¨¢maras de v¨ªdeo. La grabaci¨®n, de algo m¨¢s de media hora, da una visi¨®n distinta de la que registr¨® uno de los ocupantes de la vivienda con su m¨®vil y que eran las ¨²nicas conocidas hasta ahora. En el nuevo v¨ªdeo, del que EL PA?S reproduce varios fragmentos, se ve c¨®mo los agentes intentan convencer a los participantes en la fiesta de que salgan y se identifiquen, para sancionarlos, y, ante la negativa de estos, c¨®mo los agentes intentan en vano abrir la puerta sin da?arla introduciendo un pl¨¢stico entre el marco y la cerradura, para posteriormente intentarlo tambi¨¦n, sin ¨¦xito, con una herramienta. Finalmente, los agentes utilizan un ariete para derribar la puerta. ¡°Era la ¨²nica forma de poner fin al delito¡±, ha asegurado este viernes uno de los agentes en su declaraci¨®n como imputado ante el juez.
En el v¨ªdeo grabado por uno de los ocupantes de la vivienda se ve¨ªa a una joven negarse a abrir si los agentes no llevaban un mandamiento judicial. Tras un intercambio de palabras, los polic¨ªas derribaron la puerta. Posteriormente, nueve de las 14 personas que participaban en la fiesta fueron detenidas y acusadas de un delito de desobediencia grave a la autoridad, aunque quedaron horas despu¨¦s en libertad. En su informe, los polic¨ªas recalcaban que su actuaci¨®n hab¨ªa estado amparada, entre otros preceptos legales, por la ley de seguridad ciudadana, conocida como ley mordaza y que fue avalada por el Tribunal Constitucional el pasado enero. En primera instancia, un juez acord¨® abrir diligencias contra los nueve detenidos por los delitos de resistencia o desobediencia a la autoridad y coacciones.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid archiv¨® esta causa en un auto en el que se apuntaba que los polic¨ªas pod¨ªan haber cometido ¡°un exceso en el ejercicio de la autoridad¡±. La querella presentada por el joven que hab¨ªa arrendado la vivienda y que participaba en la fiesta dio pie a la imputaci¨®n de los agentes. Cuando salt¨® la pol¨¦mica d¨ªas despu¨¦s del suceso, el Ministerio del Interior defendi¨® que los agentes hab¨ªan intervenido dentro de la legalidad y esgrimi¨® que la vivienda ¡°no constituir¨ªa morada¡± al tratarse supuestamente de un inmueble tur¨ªstico y que, por tanto, no era necesaria la autorizaci¨®n judicial para entrar. Este argumento fue rechazado p¨²blicamente por numerosos juristas.
En el v¨ªdeo aportado por la polic¨ªa al juzgado a petici¨®n del magistrado se ve a los agentes llamar insistentemente al timbre de la vivienda a la una de la madrugada mientras del otro lado de la puerta se escucha m¨²sica y gritos. Ante la falta de respuesta, uno de los agentes golpea la puerta con su defensa ¡ªla porra¡ª. Solo en ese momento cesan los ruidos. ¡°Polic¨ªa, abran la puerta¡±, piden sin respuesta antes de insistir. ¡°Sabemos que est¨¢n dentro, hemos escuchado la m¨²sica y las risas¡±, insisten.
Uno de los agentes se?ala en esos primeros momentos su sospecha de que se trata de un piso tur¨ªstico y vuelve a pedir que abran la puerta, esta vez en ingl¨¦s. ¡°Por favor, no queremos usar la fuerza, abran la puerta¡±, reiteran en varias ocasiones. En ese momento, el jefe del operativo, en el que participan seis agentes, lanza la primera advertencia: ¡°Se?ores, les habla la Polic¨ªa Nacional, [...] si no abren la puerta, estar¨¢n cometiendo un delito de desobediencia a la autoridad. Tienen que salir e identificarse¡±, les advierte antes de anunciarles que si no lo hacen utilizar¨¢n la fuerza para entrar ¡°para comprobar que no se est¨¢n incumpliendo las medidas anticovid dictadas por el estado de alarma¡±.
El agente a?ade que, si finalmente tienen que entrar por la fuerza, se tratar¨ªa de un delito grave y que proceder¨ªan a detenerlos. ¡°Es un tema serio¡±, les insiste. Se inicia, poco despu¨¦s, el di¨¢logo entre una de las j¨®venes que se encuentra en el interior, y que se niega a franquear a los polic¨ªas la puerta si no van con una orden judicial, y los agentes, que comienzan a intentar forzar la puerta. ¡°La que est¨¢n liando por no abrir la puerta. Est¨¢n en un piso tur¨ªstico no es un domicilio, as¨ª que no tienen derecho a estar dentro si est¨¢n incumpliendo las medidas anticovid¡±, a?ade el agente. Al no lograr abrir por otros medios, los polic¨ªas recurren finalmente a un ariete. ¡°Al¨¦jense de la puerta no sea que les golpee a alguien¡±, les pide el jefe del operativo. Han pasado 15 minutos desde que los agentes llegaran al lugar.
Tras golpear 17 veces con el ariete, la puerta se vence y los agentes entran en la vivienda. ¡°Todo el mundo con las manos a la vista, por seguridad¡±, les exige uno de los agentes, mientras otros les aseguran que no hay problema de que graben con sus m¨®viles la actuaci¨®n policial: ¡°Le hemos contado la legalidad de la misma¡±. A la vez, los agentes exigen a las 14 personas que se encontraban en ese momento en el interior, ninguno conviviente, que se pusieran ¡°inmediatamente las mascarillas¡±. Poco despu¨¦s, el responsable del operativo les informa de que est¨¢n todos detenidos por un delito de desobediencia grave a la autoridad y les informan sobre sus derechos. Tras ser registrados, las im¨¢genes muestran c¨®mo los agentes ponen las esposas a varios de los participantes en la fiesta ¡ªno fueron detenidos los cinco que alegaron que ellos quer¨ªan salir de la casa e identificarse, pero que el resto no les dej¨®¡ª y c¨®mo la joven que discuti¨® con ellos a trav¨¦s de la puerta segu¨ªa poniendo en duda la legalidad de la actuaci¨®n policial. La grabaci¨®n remitida al juez finaliza a las 1.54 de la madrugada, casi una hora despu¨¦s de que los polic¨ªas llamaran por primera vez al timbre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.