El Consejo de Europa reclama a Espa?a medidas contra los malos tratos en las c¨¢rceles
Un informe del comit¨¦ contra la tortura se?ala que, aunque la mayor¨ªa de los presos afirma que el trato de los funcionarios es bueno, sigue existiendo ¡°un patr¨®n¡± de abusos y denuncias ¡°generalizadas¡±
El Comit¨¦ Europeo para la Prevenci¨®n de la Tortura (CPT), dependiente del Consejo de Europa, reclama a Espa?a medidas para hacer frente a los presuntos malos tratos en las c¨¢rceles. El informe anual de este organismo, elaborado tras visitar varias prisiones espa?olas en septiembre de 2020, advierte de que, aunque la mayor¨ªa de los reclusos se?alan que el trato de los funcionarios es bueno, ¡°sigue existiendo un patr¨®n de malos tratos f¨ªsicos¡± infligidos por los funcionarios de prisiones ¡°como reacci¨®n desproporcionada y punitiva ante el comportamiento recalcitrante de los presos¡±. ¡°El car¨¢cter generalizado de las denuncias de malos tratos en las prisiones visitadas es motivo de grave preocupaci¨®n para el Comit¨¦¡±, se?ala el texto, de 130 p¨¢ginas, elaborado por la delegaci¨®n del CPT que visit¨® varias c¨¢rceles, los dos hospitales psiqui¨¢tricos penitenciarios de Alicante y Sevilla, un centro de detenci¨®n para menores en Algeciras y los calabozos de comisar¨ªas.
Siete casos de presunto maltrato en prisiones de hombres. Las denuncias de malos tratos se produjeron, sobre todo, en las tres prisiones de hombres que el comit¨¦ eligi¨® el a?o pasado para su ronda de visitas peri¨®dicas a c¨¢rceles: Castell¨®n II, Madrid VII (Estremera) y Sevilla II. Tambi¨¦n se realizaron visitas espec¨ªficas al Centro Penitenciario de Madrid V (Soto del Real), Sevilla I y Valencia (Picassent) para, entre otras cosas, entrevistar a los presos reci¨¦n llegados. La mayor¨ªa de los presos entrevistados no alegaron malos tratos por parte del personal y afirmaron que hab¨ªa funcionarios que eran solidarios y correctos en su comportamiento. Sin embargo, en todas las prisiones visitadas los presos se refirieron a varios funcionarios que buscaban ¡°provocar conflictos¡± o que utilizaban cualquier pretexto ¡°para demostrar su poder¡± sobre los reclusos, incluso mediante malos tratos f¨ªsicos y abusos verbales, seg¨²n el informe. Adem¨¢s, casi todos los presos con los que habl¨® la delegaci¨®n afirmaron que presentar cualquier tipo de queja formal contra un funcionario de prisiones solo empeorar¨ªa su situaci¨®n.
En la mayor¨ªa de los casos, los presuntos malos tratos consist¨ªan en bofetadas en la cabeza y el cuerpo, pero algunos internos denunciaron pu?etazos, patadas y golpes con porras e incluso en falaka (castigo consistente en golpear las plantas de los pies con una vara o un palo). En algunos casos, se?ala el informe, las denuncias de malos tratos estaban respaldadas por las lesiones observadas por los representantes del comit¨¦ o anotadas en los historiales m¨¦dicos. El documento detalla siete casos concretos de presuntos malos tratos (dos en Castell¨®n, uno en Estremera y cuatro en Sevilla). Entre ellos, el de un preso del centro madrile?o que denunci¨® haber sido golpeado por cuatro o cinco funcionarios tras un enfrentamiento con otro interno que en su momento avanz¨® El PA?S. El trabajo reprocha que los informes redactados por los funcionarios implicados y por el jefe de servicio no reflejaban el uso de la fuerza y, en particular, el uso de las porras. Los hechos se hab¨ªan producido unos d¨ªas antes de la visita del comit¨¦, por lo que el m¨¦dico de la delegaci¨®n pudo examinar al recluso y comprobar que presentaba ¡°extensos hematomas¡± en las nalgas, en la parte posterior de las rodillas, en la planta del pie izquierdo y alrededor de los tobillos, as¨ª como alrededor del ojo izquierdo donde hab¨ªa recibido un pu?etazo. El informe recoge im¨¢genes de todas estas lesiones. Espa?a inform¨® en enero al comit¨¦ de que se hab¨ªa abierto un procedimiento disciplinario contra siete funcionarios y estaba pendiente una investigaci¨®n penal y el organismo pide en su informe ser informado de ambos procedimientos.
El comit¨¦ pide tambi¨¦n a las autoridades espa?olas que pongan en marcha una serie de medidas para evitar los malos tratos en prisi¨®n y detectar los que se produzcan. Entre estas iniciativas, el organismo destaca mejorar la supervisi¨®n de la direcci¨®n, una mayor formaci¨®n del personal en el uso de t¨¦cnicas de control y contenci¨®n, una documentaci¨®n m¨¢s rigurosa de las lesiones y la notificaci¨®n ¡°inmediata y sistem¨¢tica¡± de las denuncias de malos tratos a la Fiscal¨ªa. Adem¨¢s, el comit¨¦ insta a tomar medidas para garantizar que los sistemas de videovigilancia de todas las prisiones sean plenamente operativos. ¡°Las denuncias representan una cultura m¨¢s profunda de abuso de poder e impunidad entre ciertos funcionarios de prisiones que trabajan en estas c¨¢rceles¡±, se?ala el documento.
Pocas denuncias en las c¨¢rceles de mujeres. En las dos c¨¢rceles para mujeres visitadas, la de ?vila y los M¨®dulos 9 y 10 de Estremera, solo se recibieron un par de denuncias de malos tratos. En el apartado sobre estos centros, el informe pone el acento, sobre todo, en la necesidad de desarrollar una pol¨ªtica penitenciaria espec¨ªfica orientada ¡°a las necesidades y vulnerabilidades biol¨®gicas y de g¨¦nero particulares de las mujeres¡±. ¡°A la hora de desarrollar nuevos enfoques para la evaluaci¨®n de riesgos con perspectiva de g¨¦nero y la clasificaci¨®n de los reclusos, deber¨ªa tenerse en cuenta el hecho de que las mujeres suelen presentar un riesgo de seguridad menor que los hombres¡±, a?ade el documento.
El Comit¨¦ tambi¨¦n insta a Espa?a a separar los hospitales psiqui¨¢tricos penitenciarios de prisiones y dejar su gesti¨®n en manos del Sistema Nacional de Salud. Los pacientes con los que se entrevist¨® la delegaci¨®n hablaron, en general, de forma positiva del trato por parte del personal, aunque se recibieron algunas denuncias de malos tratos f¨ªsicos consistentes en golpes con porras de goma y en fijaciones mec¨¢nicas dolorosas e inadecuadas. El comit¨¦ descubri¨® durante su visita, al examinar la grabaci¨®n de las c¨¢maras de videovigilancia del centro de Sevilla, un caso de malos tratos a un paciente sometido a fijaci¨®n mec¨¢nica.
Internos con esquizofrenia sobremedicados. El organismo lamenta que el tratamiento m¨¦dico proporcionado a los pacientes psiqui¨¢tricos en los dos establecimientos que visit¨® era principalmente farmacol¨®gico. ¡°Esto no fue una sorpresa dada la falta de psiquiatras, psic¨®logos, enfermeras y terapeutas ocupacionales presentes en ambos establecimientos¡±, se?ala el texto, que advierte tambi¨¦n de que algunos pacientes afectados por esquizofrenia parec¨ªan estar sobremedicados. El comit¨¦ tambi¨¦n critica la constataci¨®n de que en varios casos el consentimiento de los pacientes para aceptar el tratamiento prescrito parec¨ªa ¡°haber sido coaccionado por el personal¡±.En lo que respecta a los medios de restricci¨®n como el aislamiento y la fijaci¨®n mec¨¢nica, el organismo critica la actuaci¨®n del centro de Sevilla, en particular, las ¡°restricciones prolongadas de la libertad impuestas a los pacientes durante hasta cuatro meses sin las salvaguardias legales apropiadas y una revisi¨®n judicial inadecuada¡±.
Siguen las fijaciones mec¨¢nicas en centros de menores. La visita al centro para menores de Algeciras dej¨® una ¡°impresi¨®n positiva¡± al comit¨¦ por la ¡°actitud afectuosa del personal¡± y ¡°su compromiso con la justicia restaurativa¡±. No obstante, varios menores que se consider¨® que hab¨ªan alterado el buen orden del centro se quejaron del comportamiento brusco del personal de seguridad y el uso de las esposas. ¡°Deber¨ªa transmitirse al personal de seguridad un mensaje claro sobre el uso de la fuerza m¨ªnima, junto con una formaci¨®n adecuada sobre medidas de desescalada y contenci¨®n¡±, se?ala el texto.
El comit¨¦, como ha hecho en a?os anteriores, examin¨® los medios de contenci¨®n y fijaci¨®n mec¨¢nica que se usan sobre los menores, despu¨¦s de que en 2016 recomendara suprimir estas medidas. No obstante, el comit¨¦ concluy¨® que, aunque el personal mostraba en principio una actitud profesional en la sujeci¨®n de los menores, segu¨ªan existiendo ¡°cuestiones problem¨¢ticas¡±. Entre ellos, los per¨ªodos prolongados de fijaci¨®n, las ¡°inyecciones forzadas¡± a los menores fijados y los m¨¦todos de contenci¨®n bruscos y las esposas apretadas por parte del personal de seguridad, por lo que el organismo ha vuelto a pedir a las autoridades espa?olas que supriman la fijaci¨®n mec¨¢nica reducida y prolongada de los menores. El comit¨¦ pide tambi¨¦n a que se ponga fin al recurso del aislamiento de menores durante un m¨¢ximo de siete d¨ªas con fines disciplinarios, a la luz de las normas internacionales, entre ellas las Reglas Penitenciarias Europeas.
Denuncias de maltrato en los calabozos de las comisar¨ªas. Respecto al trato que reciben los detenidos en dependencias policiales, el comit¨¦ se?ala que, aunque la mayor¨ªa de las personas declararon haber sido tratadas correctamente por los agentes de la ley, la delegaci¨®n recibi¨® ¡°un n¨²mero importante de denuncias de malos tratos¡±, incluso de menores, que afectaban principalmente a la Polic¨ªa Nacional. Los malos tratos se inflig¨ªan supuestamente como medio para obligar a los sospechosos a proporcionar informaci¨®n o a confesar determinados delitos o para castigarlos por el supuesto delito cometido, seg¨²n recoge el informe, que concluye que es necesaria una acci¨®n concertada para abordar el problema de los malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad. ¡°Esto deber¨ªa incluir un mensaje claro por parte del ministro del Interior y de los l¨ªderes de la polic¨ªa de que tal comportamiento es ilegal y poco profesional, y que ser¨¢ sancionado en consecuencia¡±, se?ala el texto.
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