Seis expresidentes del Constitucional claman contra los partidos por su conducta en la renovaci¨®n del tribunal
Rodr¨ªguez Pi?ero, Rodr¨ªguez Bereijo, Cruz Villal¨®n, Casas, P¨¦rez de los Cobos y Gonz¨¢lez Rivas hablan de ¡°verg¨¹enza¡± y falta de ¡°excelencia¡± en el proceso
Seis expresidentes del Tribunal Constitucional han coincidido este mi¨¦rcoles en exigir que la instituci¨®n recupere ¡°la excelencia¡± que tuvo en el pasado, y han culpado de las recientes crisis del ¨®rgano a los intereses partidistas que han primado en cada una de sus renovaciones, singularmente en la ¨²ltima. En el acto de apertura de un encuentro de constitucionalistas iberoamericanos, seis expresidentes del tribunal de garant¨ªas lanzaron fuertes cr¨ªticas a las fuerzas pol¨ªticas por haber tensionado a la instituci¨®n hasta el punto de poner en riesgo su prestigio y la eficacia de sus funciones.
?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo, presidente entre 1995 y 1998, critic¨® la falta de transparencia en los procesos de renovaci¨®n y la existencia de ¡°pactos de hierro¡± en las negociaciones entre los partidos, en t¨¦rminos tales que ¡°ning¨²n diputado que quiera seguir en la vida pol¨ªtica¡± puede discrepar. ¡°El Constitucional puede acabar convertido en un tribunal de arbitraje¡±, y mutar ¡°en un tribunal de instancia en materia de derechos fundamentales¡±, cuando en realidad la protecci¨®n de tales derechos debe seguir siendo uno de sus papeles esenciales.
Francisco P¨¦rez de los Cobos, que dirigi¨® el tribunal entre 2013 y 2017, dijo que ¡°los procesos de renovaci¨®n comprometen la autoridad y el prestigio del Constitucional¡±, y ¡°el reparto de cuotas entre los partidos vulnera el esp¨ªritu de las previsiones constitucionales¡±, como igual suponen un incumplimiento de tales principios los retrasos en los relevos de los magistrados. Su sucesor, y presidente hasta el pasado noviembre, Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas extendi¨® este problema al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), del que dijo que es ¡°un esc¨¢ndalo¡± que lleve ya casi cuatro a?os pendiente de un acuerdo para su renovaci¨®n. Tambi¨¦n reclam¨® que cada cambio se haga garantizando ¡°la no dependencia partidista¡± de los integrantes de dichas instituciones.
En similares t¨¦rminos, en un in crescendo de las cr¨ªticas a medida que se expon¨ªan, se pronunciaron los expresidentes Pedro Cruz Villal¨®n (1998-2001), Mar¨ªa Emilia Casas (2004-2011) y Miguel Rodr¨ªguez Pi?ero (1992-1995), quien atribuy¨® el desprestigio a los propios partidos, por su conducta. ¡°Hay un desprestigio notable ¡ªdijo¡ª de los partidos y los dirigentes que no han aceptado el concepto de lealtad constitucional¡±, mientras el tribunal de garant¨ªas corre el riesgo, si se debilita, de ser desautorizado en un momento en el que hay que tener en cuenta que, por la existencia de una justicia europea, ¡°el Constitucional ya no va a ser siempre el que diga la ¨²ltima palabra¡±.
Desde otra perspectiva, Pascual Sala (2001-2013) critic¨® que en el contexto descrito se eche sobre las espaldas del Constitucional, lo que defini¨® como un proceso ¡°de ultimaci¨®n del Estado, que es necesario, y que no le corresponde hacer al tribunal a golpe de sentencias¡±. Casas manifest¨® a su vez que el tribunal ¡°es fuerte si van los mejores¡±, y Gonz¨¢lez Rivas consider¨® necesario ¡°garantizar la no dependencia partidista¡±. Pedro Cruz Villal¨®n, por su parte, estim¨® imprescindible que el tribunal re¨²na ¡°excelencia y reconocimiento¡±, unos requisitos que se respetaron en las primeras composiciones de la instituci¨®n. ¡°Si en un sistema constitucional no hay un tribunal que parta de esa excelencia, ese tribunal lo va a tener muy complicado¡±.
Otro denominador com¨²n fue la reclamaci¨®n de un pacto pol¨ªtico que termine la construcci¨®n del Estado auton¨®mico, y la limitaci¨®n absoluta, incluso la prohibici¨®n, de las recusaciones. En este sentido hubo diversas referencias al error cometido en su d¨ªa con Pablo P¨¦rez Tremps, que fue apartado del tribunal en el recurso contra el Estatuto de Catalu?a tras ser recusado por haber realizado un trabajo cient¨ªfico para una fundaci¨®n vinculada a la Generalitat.
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