La derecha rechaza recordar una de las mayores masacres de la Guerra Civil

Fue una de las mayores masacres de la guerra espa?ola, el bombardeo por tierra, mar y aire por parte del ej¨¦rcito franquista, con el apoyo de aviaci¨®n alemana e italiana, de una enorme columna de m¨¢s de 100.000 civiles que hu¨ªan de M¨¢laga a Almer¨ªa. Se le llam¨® la desband¨¢ y se calcula que aquel 7 de febrero de 1937 murieron unas 5.000 personas, ni?os y ancianos entre ellos. El PSOE propuso este martes en el Congreso que ese itinerario mortal sea declarado Lugar de Memoria para que la matanza no caiga en el olvido. Los dos partidos de la derecha lo rechazaron. Y en el caso de Vox no solo eso: puso en duda que la carnicer¨ªa fuese cometida por las fuerzas sublevadas contra la Rep¨²blica.

No hay discurso de un diputado de Vox, por banal que sea el tema a debate, que los suyos no celebren con una ovaci¨®n triunfal, de esas que parecer¨ªan reservadas para los momentos hist¨®ricos. La de este mi¨¦rcoles elev¨® incluso el umbral de entusiasmo habitual de los parlamentarios de la extrema derecha, encabezados por sus jefes, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros y Macarena Olona, esta ¨²ltima, ataviada de una casaca de color verde militar, con una bandera de Espa?a a un lado y la inscripci¨®n ¡°todo por la patria¡± al otro. El ruidoso aplauso de la bancada de Vox era para premiar a su compa?ero Francisco Jos¨¦ Contreras, quien desde la tribuna acababa de poner en duda la versi¨®n m¨¢s extendida de la masacre, que atribuy¨® al ¡°¨²nico relato de un m¨¦dico comunista¡±.

El ¡°m¨¦dico comunista¡± fue el cirujano canadiense Norman Bethune, que escribi¨® un libro contando el horror de los bombardeos de la aviaci¨®n y de dos cruceros de la Armada franquista apostados junto a la costa. Sus descripciones se escucharon desde la tribuna del Congreso evocadas por dos malague?os, el diputado socialista Ignacio L¨®pez Cano y el de Ciudadanos Guillermo D¨ªaz, quien ley¨® p¨¢rrafos del libro y evoc¨® testimonios espeluznantes de Bethune, como la imagen de un beb¨¦ que segu¨ªa intentando mamar del pecho de su madre ya fallecida. Contreras, en cambio, defendi¨® que nunca qued¨® claro lo sucedido y avanz¨® la hip¨®tesis de que las v¨ªctimas cayeron por el hambre y el cansancio, no por las bombas franquistas. En las filas de Vox cundi¨® la euforia, mientras el liberal D¨ªaz se hund¨ªa en su esca?o y mov¨ªa la cabeza con gesto de incredulidad.

El popular Jaime Mateu no entr¨® a discutir las versiones hist¨®ricas. Simplemente expres¨® la negativa de su grupo a apoyar la declaraci¨®n del Lugar de Memoria por considerarlo una prueba m¨¢s del ¡°empe?o socialista en abrir la herida sangrante de la Guerra Civil¡± y ¡°en volar el esp¨ªritu de la Transici¨®n¡±.

El autor de la iniciativa, L¨®pez Cano, apel¨® ¡ªcomo luego otros diputados de la izquierda¡ª a los civiles ucranios que estos d¨ªas huyen de las ciudades bajo el fuego del invasor ruso para se?alar: ¡°Eso pas¨® aqu¨ª, en Andaluc¨ªa, en 1937¡å. ¡°La pregunta no es por qu¨¦ traemos esto aqu¨ª 85 a?os despu¨¦s, la pregunta es por qu¨¦ hemos tardado 85 a?os en hacerlo¡±. Tanto L¨®pez Cano como Martina Velarde, de Unidas Podemos, subrayaron que todav¨ªa hoy Madrid tiene una calle en honor del crucero Baleares, uno de los que arrojaron su fuego sobre la poblaci¨®n que hu¨ªa.