Juicio al etarra Gadafi por un crimen sin resolver de la banda: ¡°No pienso declarar nada¡±
El fiscal pide 40 a?os de c¨¢rcel para Juan Carlos Iglesias, exjefe de la organizaci¨®n terrorista, por el asesinato del ex guardia civil Francisco D¨ªaz de Cerio en 1991
El sanguinario etarra Juan Carlos Iglesias, alias Gadafi, exjefe de la banda terrorista y condenado ya a cientos de a?os de c¨¢rcel por su participaci¨®n en el asesinato de ocho personas, ha vuelto este jueves a sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional.
¡ª?Piensa declarar a las partes? ¡ªle ha preguntado el magistrado Jos¨¦ Antonio Mora, presidente del tribunal que lo enjuicia ahora por atentar contra Francisco D¨ªaz de Cerio, un antiguo guardia civil al que ETA descerraj¨® cinco tiros por la espalda mientras caminaba por la calle en Bilbao, el 31 de enero de 1991.
¡ªNo voy a declarar nada. Lo ¨²nico que quiero decir es que soy inocente y no s¨¦ por qu¨¦ estoy en este juicio. No pienso declarar nada ¡ªha contestado el terrorista, que se encuentra actualmente encarcelado en la prisi¨®n de Due?as (Palencia).
La muerte de D¨ªaz de Cerio es uno de los m¨¢s de 300 cr¨ªmenes de ETA sin esclarecer. Hasta este jueves, m¨¢s de 31 a?os despu¨¦s del atentado, ninguno de los dos presuntos autores materiales del asesinato se hab¨ªa enfrentado a un tribunal. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, que pide 40 a?os de c¨¢rcel para Gadafi, aquel d¨ªa de 1991, Iglesias y un compa?ero del comando Vizcaya ¡ªJuan Mar¨ªa Ormaz¨¢bal, Turco, muerto a los pocos meses en un tiroteo con la Ertzaintza¡ª secuestraron a un taxista, al que introdujeron en el maletero de su veh¨ªculo. Entonces, a bordo del coche, se dirigieron hasta el bilba¨ªno barrio de Ocharcoaga, donde dispararon a la v¨ªctima.
¡°Hoy, este tribunal es una esperanza para su esposa y su hijo, que se encuentran entre el p¨²blico¡±, ha afirmado la abogada de la viuda de D¨ªaz de Cerio, que ha subrayado que los informes forenses revelan que las balas recogidas en el lugar del crimen fueron disparadas ¡°por el revolver que le fue incautado en el bolsillo del pantal¨®n al Turco¡± cuando muri¨®. Tambi¨¦n, uno de los agentes que intervino en la causa, ha precisado que el taxista, ya fallecido, ofreci¨® una ¡°precisa¡± descripci¨®n de los dos etarras que lo secuestraron, y dijo que se comunicaban por walkie-talkie. Precisamente, ha a?adido el investigador, intervinieron despu¨¦s a la banda dos aparatos de este tipo que ¡°podr¨ªan ser¡± los que se utilizaron ese d¨ªa. Adem¨¢s, otro etarra ha identificado este jueves a Gadafi como miembro del comando Vizcaya.
El fiscal Miguel ?ngel Carballo considera que existen suficientes pruebas para condenar a Gadafi: ¡°Y esperamos que la condena mantenga la proporcionalidad que corresponde a la gravedad de los hechos. Un asesinato inopinado, injustificado como todos, pero que en este caso fue una aut¨¦ntica loter¨ªa criminal: descerrajar cinco tiros por la espalda a una persona que camina por la calle por haber sido guardia civil¡±. ¡°La familia lleva 31 a?os, 1 mes, 24 d¨ªas y unas horas esperando y sufriendo. Durante muchos a?os, adem¨¢s, tambi¨¦n sufrieron las difamaciones en su barrio porque les dec¨ªan que [la v¨ªctima] era narcotraficante y que por eso hab¨ªa sido asesinado¡±, ha denunciado la abogada de la viuda. Por su parte, la defensa ha solicitado la absoluci¨®n al entender ¡°que no hay prueba suficiente para enervar la presunci¨®n de inocencia¡±.
El juicio celebrado este jueves, que el tribunal ha declarado ¡°visto para sentencia¡± tras m¨¢s de tres horas, es uno de los m¨²ltiples frentes que cercan a Gadafi. Iglesias se encuentra tambi¨¦n en el listado de 20 antiguos jefes de ETA investigados por la Audiencia Nacional como ¡°autores mediatos¡± ¡ªuna especie de inductores intelectuales de los cr¨ªmenes al tener el control absoluto de la banda terrorista¡ª de cuatro atentados: los perpetrados contra Gregorio Ord¨®?ez y Miguel ?ngel Blanco, asesinados en 1995 y 1995 respectivamente; contra el magistrado Francisco Querol en 2000, donde perdi¨® la vida el juez y otras personas; y contra la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid) en 2006, con dos muertos.
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