Sombras y luces de la visita de Juan Carlos I
Ni la Casa del Rey ni el Gobierno precisan el dispositivo especial montado para este retorno y el Ayuntamiento de Sanxenxo y su Club N¨¢utico ya calculan los beneficios de tanta promoci¨®n
Juan Carlos I ha pasado cinco d¨ªas en Espa?a rodeado de una gran expectaci¨®n medi¨¢tica, despu¨¦s de 654 d¨ªas viviendo en Abu Dabi, adonde regres¨® en el mismo avi¨®n privado en el que aterriz¨® el jueves pasado en el aeropuerto de Peinador en Vigo. Un viaje plagado de inc¨®gnitas como, por el ejemplo, el pagador de ese vuelo, que siguieron miles de personas a trav¨¦s de una web especializada. Fuentes del entorno del rey em¨¦rito se?alan que la nave la ofreci¨® el jeque emir de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed, para dar a Juan Carlos I libertad de movimientos. Tampoco se ha precisado la envergadura del dispositivo especial para este retorno. Ni la Casa del Rey, ni la Delegaci¨®n del Gobierno en Galicia, ni el Ayuntamiento de Sanxenxo (Pontevedra), donde se aloj¨®, han dado detalles, solo indican que su incremento sobre lo habitual fue m¨ªnimo. En seguridad, los cuatro agentes habituales pasaron a ser ocho. Otro de los interrogantes es el beneficio que el Real N¨¢utico de Sanxenxo y el Ayuntamiento de la localidad pontevedresa han obtenido de la campa?a medi¨¢tica. Por ello, ambos estamentos ya han encargado que los calcule a la empresa multinacional Kantar, de medici¨®n de proyecci¨®n.
Como extitular de la Corona, el rey em¨¦rito dispone en Abu Dabi de un dispositivo de seguridad con cargo a los Presupuestos del Estado. Se trata de cuatro escoltas (guardias civiles o agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa), cuyos sueldos corren a cargo del Ministerio del Interior, aunque las dietas por su desplazamiento al extranjero las paga la Casa del Rey. Adem¨¢s, el exjefe del Estado tiene el apoyo de tres ayudantes personales que se turnan para prestarle servicio en su residencia de Abu Dabi, cuya retribuci¨®n sufraga Patrimonio Nacional. La Embajada de Espa?a en Emiratos ?rabes Unidos (EUA) se encarga de dar apoyo tramitando los visados del personal al servicio de Juan Carlos I, incluido el de los escoltas para portar armas, aunque las autoridades emirat¨ªes nunca han puesto problemas en este aspecto al ser el rey em¨¦rito un invitado personal del jeque Mohamed bin Zayed (MBZ), nuevo presidente del pa¨ªs y hombre fuerte del mismo desde hace a?os. Pese a que nunca se ha desvelado el coste de los apoyos que desde Madrid se brindan al rey em¨¦rito, las fuentes consultadas lo cifran en cerca de 50.000 euros mensuales.
Para este viaje y tras desbordarse las previsiones iniciales, la Casa del Rey duplic¨® los agentes enviados a Sanxenxo para encargarse de la seguridad de Juan Carlos I. Tambi¨¦n estuvo en esa localidad gallega una persona del equipo de comunicaci¨®n de La Zarzuela. La Delegaci¨®n del Gobierno en Galicia solo ha indicado que al tratarse de una actividad privada y no oficial de un miembro de la Casa del Rey, el dispositivo corri¨® a cuenta de los equipos de esa instituci¨®n. Sin embargo, la visita de este martes de su hijo, el rey Felipe VI, a Vigo para un acto oficial tendr¨¢ la cobertura habitual.
El Ayuntamiento de Sanxenxo asegura que no aument¨® en nada la plantilla de polic¨ªas locales que normalmente se refuerza a partir del 1 de junio para la temporada de verano de esta importante villa tur¨ªstica de las R¨ªas Baixas. Fuentes implicadas en ese operativo apuntan que no hubo m¨¢s dotaciones de la Guardia Civil de las ya existentes, ni por tierra, ni por mar o por aire. Los organizadores del evento llegaron a plantear la posibilidad de disponer de un coche especial para trasladar al rey em¨¦rito desde el aeropuerto de Vigo a Sanxenxo con las ventanillas tintadas y se rechaz¨®. Viaj¨® en el coche particular del presidente del Club N¨¢utico, Pedro Campos, que lo alberg¨® en su vivienda particular, con la escolta en un veh¨ªculo que iba detr¨¢s. De hecho, el monarca se par¨® en alguna ocasi¨®n en el trayecto para hacerse alg¨²n selfie con ciclistas que lo reconocieron en paradas espor¨¢dicas a causa del tr¨¢fico. Solo en el callej¨®n de acceso a la vivienda de Campos, ya en una parroquia a la entrada de Sanxenxo, se pusieron algunas vallas de seguridad, que normalmente no existen, y se situ¨® un agente de seguridad.
El Ayuntamiento y el Real Club N¨¢utico de Sanxenxo han encargado ya a la empresa multinacional Kantar que mida la proyecci¨®n que ha podido tener en la localidad la presencia en las regatas de Juan Carlos I. La competici¨®n empez¨® el viernes y acab¨® este domingo, y para la cobertura de la misma y de la participaci¨®n del rey em¨¦rito se acreditaron 200 representantes de medios de comunicaci¨®n, muchos de ellos extranjeros. Juan Carlos I lleg¨® a comentar, en tono de broma cuando observ¨® el despliegue de medios, que no hab¨ªa habido tantos ni en su boda en Grecia con Do?a Sof¨ªa, la reina em¨¦rita. El N¨¢utico solo tuvo que reforzar su servicio de internet con tres l¨ªneas de alta capacidad y preparar una sala para un centenar de periodistas.
El rey em¨¦rito quiso utilizar esta prueba para comprobar su estado f¨ªsico, tras casi tres a?os sin navegar, despu¨¦s de ser operado de coraz¨®n en el verano de 2019. Era su gran preocupaci¨®n, seg¨²n varios de los compa?eros de tripulaci¨®n que navegaron estos d¨ªas con ¨¦l. En la despedida, este lunes a primera hora en Vigo, coment¨® al propio Campos, regatista con varios t¨ªtulos, que pretende estar de vuelta en Sanxenxo para el campeonato del mundo de la clase 6mR, cuyo t¨ªtulo ostenta desde que lo gan¨® en 2019 en Finlandia, pero tambi¨¦n le dijo que est¨¢ preocupado por su estado de forma. Tambi¨¦n ratific¨® en esa conversaci¨®n que quiere volver para esas fechas si no ocurre nada raro. El inter¨¦s despertado estos d¨ªas en Sanxenxo se ha notado tambi¨¦n en el alto nivel de inscripciones previstas y programadas para tomar parte en esa nueva prueba. Tanto es as¨ª, que este lunes llegaron a 42 embarcaciones de nivel internacional.
Juan Carlos I reside, como hu¨¦sped de honor del emir, en una lujosa mansi¨®n en la selecta isla de Nurai, a un cuarto de hora en barco de Abu Dabi. Fuentes del entorno del rey em¨¦rito colocan a Mohamed bin Zayed como pagador tambi¨¦n del jet privado en el que Juan Carlos I ha viajado a Espa?a; el que lo llev¨® el jueves hasta Vigo y este lunes a Madrid, primero, y de vuelta a Abu Dabi, despu¨¦s. Sin embargo, el aparato (un Gulsfstream G-450 con bandera de Aruba, en las Antillas holandesas) no es propiedad de la familia real emirat¨ª, sino que pertenece a una empresa de alquiler de vuelos de negocios con sede en Angola y su coste asciende a decenas de miles de euros, 100.000 seg¨²n algunos c¨¢lculos. A bordo viajaron, adem¨¢s de la tripulaci¨®n, parte del personal espa?ol que le presta servicio en el emirato del golfo P¨¦rsico . Se da la circunstancia de que tanto el jueves, cuando lleg¨®, como este lunes, cuando se ha marchado, hab¨ªa vuelo directo por l¨ªnea a¨¦rea comercial desde Dub¨¢i a Madrid, lo que solo sucede algunos d¨ªas de la semana.
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