Stranger S¨¢nchez contra Rufi¨¢n y la primera regla del ultim¨¢tum de Bourne
La sobreactuaci¨®n del presidente va muy en la l¨ªnea de la nueva pol¨ªtica imbuida de las redes sociales: nada se puede decir o hacer, todo es susceptible de ser remitido a un gran drama personal o colectivo
A ¨²ltima hora de la tarde del martes, Gabriel Rufi¨¢n (ERC) subi¨® a la tribuna de oradores y sac¨® tres balas del bolsillo. Al pasar por el control policial y el detector de metales yo no me qued¨¦ desnudo de milagro, como Laporta en aquel aeropuerto, pero luego llega Rufi¨¢n, te cuela tres balas, se sienta en el hemiciclo, juguetea con ellas en el bolsillo y al llegar a la tribuna, con todos a tiro, las saca de la chaqueta y las estampa ruidosamente contra el atril. Si se sube con ellas Teodoro Garc¨ªa Egea y se las lleva a la boca, revienta la ¨²ltima fila de la tribuna de invitados.
Rufi¨¢n, por tanto, sac¨® tres balas en el Congreso anunciando que hab¨ªan sido recogidas en la frontera con Marruecos. Balas que mataron al menos a 23 personas que quer¨ªan cruzar la valla. Lo hizo para reprochar a Pedro S¨¢nchez su benevolencia con Marruecos, benevolencia que en esta entrevista en EL PA?S fue tan euf¨®rica que, si yo fuese el rey marroqu¨ª, pensar¨ªa que viene a por el trono. Pero esta vez la performance ¨Dun arte que domina Rufi¨¢n y que quiso copiar Albert Rivera con resultados a la vista¨D no le sali¨® bien al portavoz de Esquerra. S¨¢nchez reaccion¨® con indignaci¨®n. ¡°Ha cometido usted un grav¨ªsimo error¡±, dijo en su turno mientras Rufi¨¢n lo miraba con cara de ¡°pero qu¨¦ dice este zumbado¡±. Y entonces S¨¢nchez le hizo a Rufi¨¢n lo que Rufi¨¢n tantas veces hace con sus adversarios: sobreactuar. ¡°La mera exhibici¨®n de balas en este hemiciclo es un error imperdonable, imperdonable, imperdonable¡±, dijo bajando un tono cada vez, hasta ser un susurro silabeante que hizo parpadear las luces del Congreso como cuando se manifiesta el malo de Stranger Things. Una r¨¢pida reacci¨®n de Rufi¨¢n habr¨ªa desactivado el anticl¨ªmax: ¡°?Qui¨¦n le ha dicho usted que las traje para exhibir?¡±. Y S¨¢nchez: ¡°Ah, ?con co?itas, adem¨¢s? Mal escenario para las bromas esta C¨¢mara: aqu¨ª se lleg¨® a prometer el AVE a Vigo en 2001¡å. Lo dram¨¢tico es que la sobreactuaci¨®n de S¨¢nchez va muy en la l¨ªnea de la nueva pol¨ªtica imbuida de las redes sociales (nada se puede decir o hacer, todo es susceptible de ser remitido a un gran drama personal o colectivo en el que nadie hab¨ªa reparado hasta que el primer ofendido se lo recuerda, con aspavientos tr¨¢gicos, a los dem¨¢s).
In¨¦s Arrimadas (Ciudadanos) sigue en el Congreso. Habl¨® de ETA. S¨¢nchez le dijo que ETA ya no exist¨ªa. Luego enumer¨® las razones (las socialistas) por las que la banda terrorista ya no exist¨ªa, y al terminar se fue a su esca?o y se encontr¨® con que sus diputados se hab¨ªan levantado para aplaudir. Alguien debi¨® de decirle algo, as¨ª que se subi¨® corriendo al esca?o de Patxi L¨®pez, le dio un abrazo muy fuerte y volvi¨® a su esca?o. El abrazo en medio de dos acciones tan r¨¢pidas remiti¨® a aquel abrazo hist¨®rico que Joaqu¨ªn Reyes, en Muchachada Nui, le da a su madre cuando frena el coche para atar a su cu?ado rapero spanglish a la baca (el chico empujaba el asiento de delante y las rodillas de la madre de Reyes se doblaban contra el salpicadero, dando paso a una frase inmortal: ¡°?My mother? ?Con las rodillas clavadas in the guanter?¡±. M¨¢s tarde sali¨® Aitor Esteban (PNV), de moda desde hace muchos a?os en la izquierda, como el tofu. Dijo la mejor reflexi¨®n que se escuch¨® estos d¨ªas en el Congreso. ¡°Como dicen en El ultim¨¢tum de Bourne, y es mi regla n¨²mero uno: espera lo mejor y prev¨¦ lo peor¡±. La sola idea de ver El ultim¨¢tum de Bourne (y distinguirlo de los otros Bourne) con el ¨¢nimo de apuntar citas es una genialidad solo al alcance de Aitor Esteban, al que se le supone entrando al cine para ver Arma Letal 2 con tres cuadernos. Esa flexibilidad, esa cintura, ese moderneo sin perder de vista lo cl¨¢sico est¨¢ detr¨¢s del fenomenal y eterno ¨¦xito del PNV en la pol¨ªtica y en el cine.
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