Nueva trifulca en el Congreso: Irene Montero pasa de atacada a provocadora
La ministra de Igualdad desata la c¨®lera del PP tras acusarlo de ¡°promover la cultura de la violaci¨®n¡± y el PSOE marca distancia con ella
Por un momento, hasta se pens¨® que el Congreso de los Diputados iba a vivir una ma?ana tranquila. Algunas cosas que estaban sucediendo se antojaban extraordinarias: Vox casi no insultaba, Junts preguntaba por los precios de la energ¨ªa sin dar vivas a la Rep¨²blica catalana y el PP apenas hac¨ªa sangre con los nombramientos del Gobierno para el Tribunal Constitucional. Parec¨ªa que todos se estaban tomando en serio los llamamientos a poner fin a la degradaci¨®n del ambiente en la C¨¢mara. Pero no. Tom¨® la palabra Irene Montero y decidi¨® pasar de atacada a provocadora. La ministra de Igualdad acus¨® al PP ni m¨¢s ni menos que de ¡°promover la cultura de la violaci¨®n¡± y la trifulca qued¨® servida de nuevo.
Los insultos machistas de Vox a Montero, la pasada semana, hab¨ªan sido como un aldabonazo que puso en alerta sobre el ambiente tabernario al que la extrema derecha estaba arrastrando al Parlamento. El martes hubo terapia de grupo entre los portavoces de las diferentes formaciones y la presidencia de la C¨¢mara, que al comienzo del pleno semanal de ese d¨ªa tom¨® una actitud m¨¢s activa para poner coto a las provocaciones. La primera medida, retirar la palabra a la diputada de Vox Patricia Rueda despu¨¦s de que dejase caer que el Gobierno ¡°premia a filoterroristas¡±.
El ambiente parec¨ªa m¨¢s sosegado este mi¨¦rcoles durante una sesi¨®n de control en la que todo el PP enarbol¨® la bandera feminista y se volc¨® contra el Gobierno para responsabilizarlo por las reducciones de penas a agresores sexuales en aplicaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª. La ¨²ltima en intervenir era la ministra de Igualdad, interpelada en primer lugar por la diputada popular Bel¨¦n Hoyo, quien invoc¨® la condici¨®n de madre de su contrincante y se?al¨® a las j¨®venes estudiantes que asist¨ªan a la sesi¨®n desde la tribuna de invitados para denunciar que el Gobierno deja desprotegidas a las mujeres. La ministra comenz¨® lamentando que ¡°se utilice el dolor de las v¨ªctimas¡±, continu¨® defendiendo los avances en derechos que contiene su ley y pas¨® al contraataque. La tambi¨¦n dirigente de Unidas Podemos carg¨® contra las controvertidas campa?as de los gobiernos populares de Madrid y Galicia que, a juicio de algunos colectivos feministas, responsabilizan de las agresiones sexuales a las propias mujeres que las sufren. Nada que no se hubiese escuchado ya estos d¨ªas en el Congreso. Pero Montero no se qued¨® ah¨ª y descarg¨® su sentencia: ¡°Ustedes promueven la cultura de la violaci¨®n¡±.
Fue como si hubiese colocado un resorte debajo de los esca?os del Grupo Popular, que se agit¨® autom¨¢ticamente en una corriente espont¨¢nea de indignaci¨®n. Todos reaccionaron a una, desde los m¨¢s vehementes a los m¨¢s contenidos. El hemiciclo retumb¨®. ¡°?Qu¨¦ barbaridad!¡±, gritaba uno. ¡°?Intolerable!¡±, explotaba otro. El grupo al completo acabo uni¨¦ndose en un coro un¨¢nime: ¡°?Di-mi-si¨®n!¡±.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, acudi¨® al quite. Primero exigi¨® a los populares que dejasen terminar a la ministra y luego reconvino a esta: ¡°La expresi¨®n no es adecuada en t¨¦rminos parlamentarios dirigida a un grupo. Les pido por favor respeto en las expresiones y contenci¨®n en el lenguaje. Debemos contribuir a la convivencia en esta C¨¢mara porque queremos contribuir a la convivencia fuera de esta C¨¢mara¡±. A continuaci¨®n pidi¨® la palabra la portavoz popular, Cuca Gamarra, para resumir la indignaci¨®n de todos sus compa?eros: ¡°Es altamente ofensivo para un partido que ha luchado y va a seguir luchando por la igualdad en este pa¨ªs y contra la violencia de g¨¦nero¡±.
Batet brind¨® a Montero una nueva oportunidad de r¨¦plica. La ministra hab¨ªa recurrido a un concepto, ¡°cultura de la violaci¨®n¡±, acu?ado por el feminismo hace a?os. No se molest¨® en explicarlo, ni tampoco se retract¨®. Insisti¨®, retadora: ¡°?Entonces, c¨®mo le llaman ustedes a decirle a una mujer que vigile su copa en lugar de poner el foco en el agresor, como han hecho en la campa?a institucional de Madrid?¡±. El griter¨ªo brot¨® de nuevo en la bancada popular, pero la ministra sigui¨® percutiendo: ¡°O decirle a una mujer ¡®no deber¨ªa pasar, pero pasa¡¯ [lema de la campa?a gallega], en lugar de decirle a un agresor que deje de agredir sexualmente a las mujeres. P¨®nganle ustedes el nombre¡±. Fue tal la bronca que casi pas¨® inadvertido el cruce posterior de la ministra con la diputada de Vox In¨¦s Ca?izares, a quien volvi¨® a acusar de utilizar contra ella ¡°una estrategia de violencia pol¨ªtica¡±.
Antes de la zapatiesta, el PP hab¨ªa puesto todo el foco en la ley del solo s¨ª es s¨ª. Esa fue la principal l¨ªnea de ataque de Gamarra a Pedro S¨¢nchez, que evit¨® mentar siquiera la cuesti¨®n, y de otros diputados a diferentes ministros: el de Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Justicia, Pilar Llop, o la propia vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o. Tal fue as¨ª que Calvi?o le espet¨® sorprendida a su contrincante Carlos Rojas: ¡°Usted habla de cualquier cosa menos de econom¨ªa¡±. En La Moncloa ya se apresuraban a lanzar el mensaje: ¡°El PP no quiere hablar de econom¨ªa porque la econom¨ªa va bien¡±.
Hab¨ªa inter¨¦s en comprobar la reacci¨®n de Vox despu¨¦s de su plante el martes en protesta por la retirada de la palabra a la diputada que acus¨® al Gobierno de mezclarse con ¡°filoterroristas¡±. Su l¨ªder, Santiago Abascal, abri¨® fuego comparando a S¨¢nchez con Ner¨®n y Cal¨ªgula, hip¨¦rboles que, a estas alturas, ya no asustan a nadie en el Congreso. ¡°Menos lobos, Caperucita¡±, se burl¨® S¨¢nchez. Al final, Abascal volvi¨® sobre lo de ¡°filoterroristas¡±, aunque se las arregl¨® para colocarlo de manera m¨¢s matizada y evitar as¨ª una nueva intervenci¨®n de la presidencia. El l¨ªder de Vox lo acot¨® a los ¡°condenados por enaltecimiento del terrorismo¡±, en alusi¨®n a la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. S¨¢nchez lo acus¨® de ¡°envenenar la convivencia en este pa¨ªs¡± y le reproch¨® su falta de ¡°rendimiento laboral¡± recordando que la extrema derecha ni se molest¨® en presentar enmiendas a los Presupuestos aprobados la pasada semana.
Reprobaci¨®n del PSOE
El PSOE no tard¨® en desmarcarse de Montero. ¡°No me han parecido las mejores palabras despu¨¦s de todo lo que hemos vivido en este Congreso, en esta comunidad. Y precisamente ella, que ha sufrido esa agresividad verbal, no debiera de jugar con esto¡±, afirm¨® el portavoz parlamentario socialista, Patxi L¨®pez. La mayor¨ªa de los diputados del PSOE que se encontraban presentes en el hemiciclo, entre ellos la ministra de Ciencia, Diana Morant, que se sienta al lado de la responsable de Igualdad, no aplaudieron a Montero cuando finaliz¨® su intervenci¨®n. Informa Jos¨¦ Marcos.
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