Marlaska se enroca en sus explicaciones sobre la tragedia de Melilla
El ministro sigue negando que ocurriesen ¡°hechos tr¨¢gicos¡± en territorio espa?ol, remarca el car¨¢cter ¡°violento¡± del salto y ataca al PP por cuestionar la actuaci¨®n de la Guardia Civil
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha movido este mi¨¦rcoles ni una coma de su versi¨®n sobre lo ocurrido el 24 de junio en la frontera de Melilla, en la que murieron, al menos, 23 migrantes y refugiados. El ministro, en su segunda comparecencia en el Congreso para dar explicaciones sobre aquel suceso, ha mantenido una vez m¨¢s que ¡°ning¨²n hecho tr¨¢gico¡± tuvo lugar en territorio espa?ol, a pesar de que una investigaci¨®n conjunta de EL PA?S, Lighthouse Reports, Le Monde, Der Spiegel y Enass, un medio independiente marroqu¨ª, revel¨® el martes nuevas evidencias que cuestionan esta versi¨®n oficial. Un testigo y los comentarios grabados a los guardias marroqu¨ªes que sacaban a rastras cuerpos del lado espa?ol del puesto fronterizo apuntan a que, al menos, una persona s¨ª falleci¨® en la zona bajo control espa?ol del recinto.
Marlaska ha reiterado que ¡°los hechos se produjeron fundamentalmente en territorio marroqu¨ª¡±. Y en todo momento se ha referido a ellos como los ¡°sucesos de Nador¡±, en referencia a la ciudad fronteriza marroqu¨ª, y no de Melilla. Y ha puesto todo el ¨¦nfasis en la ¡°violencia¡± con la que actuaron los migrantes. En su r¨¦plica de este mi¨¦rcoles, sin embargo, el ministro ha a?adido una coletilla a su contundente y repetida afirmaci¨®n de las ¨²ltimas semanas: ¡°Seg¨²n nuestra informaci¨®n, seg¨²n nuestro conocimiento, no hubo fallecidos en territorio espa?ol¡±. Todos los grupos parlamentarios, a excepci¨®n de Vox y el PSOE, le han pedido m¨¢s explicaciones.
En su intervenci¨®n, el ministro ha hecho una somera cronolog¨ªa de lo ocurrido entre las cinco de la madrugada del 24 de junio, cuando las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes alertaron a la Guardia Civil de que se aproximaba al vallado un grupo muy numeroso de migrantes desde el cercano monte del Gurug¨², hasta que, pasadas las nueve de la ma?ana, se control¨® la situaci¨®n a un lado y otro de la frontera. Marlaska ha recalcado en varias ocasiones que, durante ese tiempo, el grupo, de ¡°unas 1.700 personas¡±, actu¨® ¡°de forma organizada¡± y con violencia, que incluy¨® el uso de ¡°objetos ofensivos¡± como palos, piedras, mazas, hachas y radiales para forzar las puertas de acceso al recinto fronterizo de Barrio Chino. En este sentido, el ministro ha recordado que 55 guardias civiles resultaron heridos, uno de ellos con fractura de mand¨ªbula.
Marlaska, como ha hecho reiteradamente en los cinco meses transcurridos desde el suceso, ha defendido sin matices la actuaci¨®n de la Guardia Civil, que ha calificado de ¡°absolutamente rigurosa, templada y profesional¡±. Fue esta forma de proceder y la decisi¨®n de los agentes de ¡°mediar¡± la que, en su opini¨®n, ¡°consigui¨® poco a poco rebajar la agresividad de los asaltantes¡±. Marlaska ha vuelto a evitar cualquier cr¨ªtica al proceder de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes, a las que en las im¨¢genes difundidas se ve aporrear a personas en el patio del puesto fronterizo instantes despu¨¦s de la avalancha mortal, actuar con brutalidad en Espa?a para llevarse a la fuerza a aquellos que lograron entrar en Melilla y golpear despu¨¦s a personas heridas en el suelo.
Sobre la devoluci¨®n en caliente de 470 personas que consiguieron cruzar el vallado ¡ªdevoluciones que, seg¨²n el Defensor del Pueblo, se realizaron sin que conste ning¨²n procedimiento legal¡ª, el ministro ha insistido en que se practicaron ¡°respetando la normativa internacional de derechos humanos as¨ª como de protecci¨®n internacional¡±. Marlaska asegura que se confirm¨® ¡°la inexistencia de personas especialmente vulnerables en el grupo¡±, es decir, que hubo un cumplimiento pleno de la legalidad. Uno de los hallazgos de la investigaci¨®n de EL PA?S y Lighthouse Reports es, sin embargo, que entre esas casi 500 personas hab¨ªa al menos un menor, un perfil cuya expulsi¨®n sumaria proh¨ªbe expresamente la ley internacional y espa?ola.
Sobre el derecho al asilo al que no tuvieron acceso los refugiados que conformaban el grupo, el ministro ha sido taxativo: ¡°Se ha llegado a afirmar que las personas que asaltaron nuestra frontera de forma violenta lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo. Y sencillamente es falso¡±. Grande-Marlaska ha insistido en que la ley establece lugares para pedir protecci¨®n internacional y que ¡°el intento de superar una infraestructura fronteriza no constituye un punto habilitado para pedir protecci¨®n internacional¡±. Esto es importante porque el Tribunal Constitucional exige garant¨ªas para que puedan realizarse los rechazos en frontera. Entre ellas, que el pa¨ªs disponga de un acceso real y efectivo a los procedimientos legales de entrada, para que todas las personas que se enfrenten a una persecuci¨®n, con riesgo para su vida, y alcancen las fronteras puedan presentar una solicitud de protecci¨®n internacional.
La afirmaci¨®n de Grande-Marlaska tiene trampa. Los puestos que la ley reconoce como habilitados para pedir asilo, incluidos los puestos fronterizos, son todos ellos espacios ya en territorio espa?ol o para los que se requiere una autorizaci¨®n que permita el acceso a ellos. Son, por tanto, inaccesibles para quien, sin permiso de entrada en Espa?a, busca refugio desde otro pa¨ªs. Solo las embajadas y consulados ser¨ªan una opci¨®n para quien quiere entrar regularmente en Espa?a y pedir protecci¨®n. Pero la ley de asilo, de 2009, a¨²n no tiene un reglamento que la desarrolle y, en la pr¨¢ctica, y salvo contadas excepciones, las misiones diplom¨¢ticas no hacen estos tr¨¢mites.
El martes, de hecho, la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, concluy¨® tras una visita a Melilla que no existe ¡°un acceso real y efectivo al asilo en la frontera¡±. Mijatovic declar¨®: ¡°En la pr¨¢ctica, parece que no hay otra forma de entrar en Melilla y buscar protecci¨®n ante las autoridades pertinentes que no sea nadando o saltando la valla¡±.
Respecto a la cuesti¨®n de si el lugar donde se produjeron los hechos es territorio espa?ol o marroqu¨ª, Marlaska ha insistido en varias ocasiones en que es territorio marroqu¨ª, y ha restado valor a lo que se desprende en sentido contrario de los mapas oficiales de la Direcci¨®n General del Catastro (DGC), dependiente del Ministerio de Hacienda, y del Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN), organismo dependiente del Ministerio de Transportes, as¨ª como de los tratados que, en el siglo XIX, fijaron las actuales fronteras entre Espa?a y Marruecos. ¡°Los l¨ªmites entre los pa¨ªses est¨¢n meridianamente claros desde hace m¨¢s de 30 a?os. As¨ª lo ratifica la actuaci¨®n de los gobiernos de Espa?a y de Marruecos¡±, ha a?adido sin m¨¢s concreci¨®n. Interpelado repetidas veces para que determine cu¨¢les son esos l¨ªmites, el ministro no ha respondido.
El ministro del Interior ha sido especialmente cr¨ªtico con la actitud del PP, al que ha acusado de ¡°una grave irresponsabilidad¡± por, en su opini¨®n, haber sembrado ¡°dudas sobre la actuaci¨®n de la Guardia Civil¡±. Marlaska tambi¨¦n ha cargado contra los populares por asegurar que los agentes sufrieron una falta de medios para hacer frente a un salto de aquella magnitud. Para el ministro, esta afirmaci¨®n ¡°es sencillamente indigna de un partido que se dice de gobierno¡±, para recordar a continuaci¨®n que durante el Ejecutivo de Mariano Rajoy, el instituto armado sufri¨® una merma de 13.000 efectivos que asegura que el Gabinete actual ha paliado. ¡°Se?or¨ªas del Partido Popular, espero de ustedes una rectificaci¨®n sobre las insidias que han lanzado sobre nuestros agentes y su actuaci¨®n¡±, ha reclamado. Marlaska tambi¨¦n ha criticado, como ya hizo el viernes, que el grupo de diputados que particip¨® en el visionado de las im¨¢genes grabadas por el helic¨®ptero y el dron de la Guardia Civil solo revisaran ¡°un tercio¡± de las ocho horas que Interior puso a su disposici¨®n.
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