Juan Carlos Ondo, exjuez guineano: ¡°La tortura es una pr¨¢ctica com¨²n de Obiang¡±
El expresidente de la Corte Suprema teme por su vida y declara como testigo en la causa espa?ola contra el hijo de dictador
Juan Carlos Ondo, expresidente de la Corte Suprema de Justicia de Guinea Ecuatorial, cargo que ocup¨® entre mayo de 2015 y agosto de 2018, llega puntual a la cita en un hotel cercano a la plaza de Ch?telet, en el centro de Par¨ªs. Viste abrigo de felpa azul marino, traje de cuadros gris Pr¨ªncipe de Gales, camisa blanca, una discreta corbata oscura y zapatos de cuero marrones de hebilla cruzada. Hace dos a?os, este juez fue rescatado de su casa en Malabo, la capital ecuatoguineana, por el entonces embajador de Espa?a, Guillermo L¨®pez Mac-Lellan, y por los de Francia y Estados Unidos, escondido durante semanas en la vivienda de un diplom¨¢tico y ayudado a fugarse de la antigua colonia espa?ola. Quince hombres armados, ocultos con pasamonta?as y a bordo de coches sin matr¨ªcula hab¨ªan rodeado su casa y pretend¨ªan arrestarlo. D¨ªas antes le hab¨ªan advertido de que exist¨ªa un plan para matarlo. Ahora, el magistrado vive discretamente en Par¨ªs y es uno de los testigos principales en la causa que la Audiencia Nacional sigue contra un hijo del presidente Teodoro Obiang y la c¨²pula del Ministerio del Interior guineano por el secuestro y torturas de cuatro opositores, dos de ellos espa?oles. Uno de ellos, Julio Obama, de 61 a?os, acaba de morir en circunstancias no aclaradas y el Gobierno espa?ol ha pedido explicaciones.
El testimonio de este hombre, tranquilo pese a temer por su vida, es clave para acreditar las irregularidades del juicio al que fueron sometidos los opositores y la red internacional de secuestros y asesinatos que, seg¨²n la Polic¨ªa espa?ola, ha tejido el r¨¦gimen del dictador en Europa. Una red muy activa en Espa?a, donde dos sicarios colombianos contratados por el r¨¦gimen intentaron asesinar en 2015 al empresario ecuatoguineano Germ¨¢n Pedro Tomo, testigo contra otro hijo de Obiang en una causa en Francia, y asestaron varias pu?aladas a su hermano confundi¨¦ndolo con ¨¦l cuando sal¨ªa de su casa en Alcorc¨®n (Madrid). Y en Londres, donde dos criminales a sueldo dispararon desde una motocicleta contra el opositor Salom¨®n Abeso en 2018 e hirieron a su hijo. ¡°Venimos a cogeros uno por uno. No os vais a encontrar con Dios, sino con Obiang¡±, dice el audio que han recibido en sus tel¨¦fonos m¨®viles varios opositores. Desde 2018 las denuncias por amenazas se acumulan en las comisar¨ªas espa?olas.
Ondo, de 55 a?os, doctor en Derecho por la universidad francesa de Saint-?tienne, casado y padre de cinco hijos, no milita en ning¨²n partido y es hijo de Purificaci¨®n Angue Ondo, embajadora de Guinea Ecuatorial en Espa?a desde 2012 a 2020. Ahora, est¨¢ decidido a liderar a los partidos de la oposici¨®n en el exilio.
Pregunta. Usted ha presidido la Corte Suprema de Justicia. Para ocupar ese puesto imagino que hay que tener la confianza del presidente Teodoro Obiang.
Respuesta. ?l ten¨ªa confianza en mi madre, embajadora en Espa?a durante ocho a?os. Yo no lo conoc¨ªa personalmente. Hay un f¨¦rreo control en todas las personalidades de la judicatura, pero nunca me hab¨ªa posicionado pol¨ªticamente.
P. ?C¨®mo era la justicia en Guinea Ecuatorial durante los a?os de su mandato al frente de la Corte Suprema?
R. All¨ª los jueces son nombrados y cesados por el presidente de la Rep¨²blica. La Constituci¨®n proclama la independencia de los jueces, pero no se cumple. Propuse distintas reformas, organic¨¦ algunos foros de debate y discusi¨®n sobre temas jur¨ªdicos. A partir de entonces ya fui considerado un disidente.
P. Su cese se produjo cuando critic¨® la muerte por torturas de un magistrado en una comisar¨ªa de Malabo.
R. Detuvieron de forma arbitraria al juez Jos¨¦ Esono. Ten¨ªa 70 a?os, hab¨ªa sido antes profesor de instituto y formado a 20 generaciones. Todo el mundo lo quer¨ªa. Lo torturaron y muri¨® de madrugada en la siniestra comisar¨ªa de Guant¨¢namo. Lo llevaron muerto a la cl¨ªnica Rosa M¨ªstica, intentaron obligar al m¨¦dico a que certificara que muri¨® all¨ª, pero este se neg¨®. Sus familiares me despertaron de madrugada. Me sent¨ª muy abatido, hab¨ªa llegado al l¨ªmite. En el sepelio le¨ª un elogio p¨®stumo, demasiado prudente porque no reflejaba lo que pensaba, y ped¨ª que se esclareciera su muerte. Fue un asesinato gratuito.
P. ?Hay muchas m¨¢s muertes en extra?as circunstancias en su pa¨ªs? La ¨²ltima, la de Julio Obama, d¨ªas despu¨¦s de que se conociera la investigaci¨®n judicial espa?ola.
R. Es dif¨ªcil disponer de la informaci¨®n. Las familias tienen miedo y las noticias no llegan a los jueces. Nadie denuncia. Por respeto, Guinea Ecuatorial tiene que ayudar a repatriar el cuerpo de Obama para que se haga una autopsia. Han emitido un certificado de defunci¨®n, no sabemos en concepto ni por orden de qui¨¦n. Cualquier negativa u obstrucci¨®n a la repatriaci¨®n demostrar¨ªa la inconsistencia de ese certificado.
P. Ahora lo acusan a usted de liderar el supuesto intento de golpe de Estado de 2017 por el que han sido secuestrados y condenados varios espa?oles.
R. Mire, no ha habido un solo juez que le haya dicho a Obiang lo que yo le he dicho. Me han acusado desde la televisi¨®n p¨²blica, pero no hay una sola acusaci¨®n formal. Es una declaraci¨®n extrajudicial de culpabilidad, sin juicio alguno. Una locura m¨¢s.
P. Usted es uno de los testigos principales de la causa que se sigue en la Audiencia Nacional contra Carmelo Ovono Obiang, hijo del dictador, y la c¨²pula de Interior por el secuestro y torturas de los cuatro opositores al presidente ahora presos en una c¨¢rcel de Malabo.
R. Acept¨¦ testificar por razones morales. Cuando se inici¨® ese juicio yo era el presidente de la Corte Suprema de Justicia. He sido v¨ªctima de ese terrorismo de Estado por la tentativa de secuestro que sufr¨ª. Se habl¨® de que se hab¨ªa organizado mi secuestro o asesinato. Miembros de los servicios de inteligencia han viajado a Europa para averiguar mi paradero.
P. ?Recibieron usted o sus compa?eros alguna orden o recomendaci¨®n relacionada con ese juicio donde se condenaron a estas cuatro personas a penas de entre 60 y 90 a?os de prisi¨®n?
R. Soy testigo en la causa abierta en Espa?a. No puedo responderle a esa pregunta.
P. Tanto el fallecido Julio Obama como las otras tres personas presas y condenadas han logrado relatar las torturas que sufrieron en prisi¨®n. Y se?alan como uno de los autores a Carmelo Ovono, uno de los hijos de Obiang y jefe del servicio de Inteligencia Exterior.
R. En este caso han sido las propias v¨ªctimas las que han denunciado sus torturas. Han estado tambi¨¦n incomunicados durante un a?o. Las autoridades guineanas no se esconden de esas pr¨¢cticas. Como juez he visto a muchas personas con graves secuelas f¨ªsicas. Es una pr¨¢ctica com¨²n de Obiang.
P. A usted le salvaron la vida los embajadores de Espa?a, Estados Unidos y Francia cuando en 2020 acudieron a su casa a rescatarle.
R. Antes me hab¨ªan advertido de que hab¨ªa un plan para asesinarme. Y traslad¨¦ mi preocupaci¨®n al embajador de Alemania y de la Uni¨®n Europea. Cuando llegaron aquellos encapuchados armados llam¨¦ a las embajadas. Aquella noche pens¨¦ que era mi ¨²ltimo d¨ªa sobre la Tierra. Sali¨® el embajador espa?ol a hablar con ellos y a decirles que era aberrante lo que estaban haciendo. Amenazaron a los embajadores y les dijeron que ten¨ªan orden del presidente de disparar a los coches diplom¨¢ticos si me sacaban en sus coches. No puedo decirle c¨®mo consegu¨ª ponerme a salvo y salir del pa¨ªs porque comprometer¨ªa a otras personas. Obiang hab¨ªa dado la orden de abatirme. Fue una cacer¨ªa.
P. La Polic¨ªa espa?ola recoge en sus informes numerosas denuncias de opositores a Obiang residentes en Espa?a, donde denuncia amenazas.
R. Las redes sociales lo han cambiado todo y ahora hay muchos activistas que lo cuentan ah¨ª. La Polic¨ªa espa?ola ha sido receptiva y las toma en serio. Los sicarios y las amenazas no son una fantas¨ªa.
P. ?Teme usted por su vida? ?Por qu¨¦ no se ha instalado en Espa?a como han hecho otros opositores?
R. Claro que temo por mi vida. Tengo a uno de mis hijos con asistencia psicol¨®gica. Cuando estoy en Madrid me siento como una pieza de cacer¨ªa. La comunidad madrile?a est¨¢ llena de chivatos y delatores. El actual embajador es un antiguo miembro de la seguridad. Ha venido a Espa?a con la misi¨®n de organizar los seguimientos a los opositores. Me instal¨¦ en Par¨ªs por seguridad. Ped¨ª protecci¨®n y me la han dado. Las c¨¦lulas de Obiang aqu¨ª son menos activas.
P. Obiang gobierna Guinea Ecuatorial desde hace 43 a?os con mano de hierro. ?Cu¨¢l cree que es su futuro inmediato?
R. Obiang solo puede empeorar, no cambiar. Su psicolog¨ªa es desafiante.
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