Los investigadores escarban en sus archivos para tumbar el pacto de silencio de los jefes de ETA
Las fuerzas de seguridad reconstruyen la historia de las c¨²pulas de la banda para reforzar una nueva v¨ªa abierta en la Audiencia Nacional contra los terroristas
Las fuerzas de seguridad del Estado escarban desde hace meses en los archivos que han acumulado durante d¨¦cadas sobre ETA ¡ªincluidos los documentos intervenidos en Francia¡ª para tratar de avanzar en los sumarios reactivados recientemente contra los exjefes de la organizaci¨®n terrorista; y sortear as¨ª el f¨¦rreo pacto de silencio de los antiguos dirigentes de la banda armada. Seg¨²n el recuento de EL PA?S, los jueces de Instrucci¨®n de la Audiencia Nacional han solicitado ya informaci¨®n en ocho causas que se?alan a 23 miembros de las sucesivas c¨²pulas etarras, con el objetivo de reconstruir su composici¨®n y probar que nada se mov¨ªa en la banda sin que ellos lo ordenasen y supiesen.
Con el impulso de asociaciones de v¨ªctimas como Dignidad y Justicia (DyJ), la Audiencia Nacional mantiene activa una nueva v¨ªa para tratar de encausar a los exjefes de ETA. A ellos se les apunta como ¡°autores mediatos por dominio¡± de los atentados cometidos por sus subordinados ¡ªes decir, como una especie de inductores intelectuales de los cr¨ªmenes al tener el control total de la organizaci¨®n¡ª. Pero, en esas pesquisas, los investigadores se han topado con la negativa de los exdirigentes etarras a colaborar. El ¨²ltimo ejemplo se produjo el 23 de marzo, cuando tres de ellos (Javier Garc¨ªa Gaztelu, alias Txapote; Ainhoa Mugica, Olga, y Juan Antonio Olarra, Jokin) rechazaron declarar en la causa sobre el asesinato del juez Francisco Querol, su ch¨®fer y su escolta, perpetrado con un coche bomba el 30 de octubre de 2000 en Madrid.
Pese a la actitud de los investigados, los grupos especializados de la Polic¨ªa Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza han ido dando respuesta a la Audiencia Nacional con informes de cientos de p¨¢ginas sobre las c¨²pulas de ETA. Unos an¨¢lisis que recopilan cartas, manuscritos, discos compactos, boletines internos, sentencias¡ para recomponer la estructura de la cima de la banda y c¨®mo funcionaba con mano de hierro.
Estructura de la c¨²pula. Los informes enviados a la Audiencia perfilan primero el organigrama de la c¨²pula de ETA, para luego abordar qu¨¦ personas lo integraron. ¡°El dise?o estructural de la organizaci¨®n alternaba entre tres y cuatro grandes aparatos¡±, incide un documento policial del 14 de marzo de 2023, elaborado por la Oficina Central de Inteligencia de la Ertzaintza sobre el atentado perpetrado en 2008 contra una comisar¨ªa de la polic¨ªa vasca en Ondarroa (Bizkaia), que dej¨® 18 heridos. Este informe subraya, por ejemplo, que a los tres aparatos tradicionales (militar, log¨ªstico y pol¨ªtico) se sumaba en ocasiones un cuarto: ¡°Dado que, en ciertos periodos, la estructura Internacional ha sido parte del aparato pol¨ªtico y en otras ha funcionado independientemente. Algo similar ha ocurrido en distintas fases hist¨®ricas con la estructura dedicada a la Tesorer¨ªa, que en tiempos ha estado englobada en el aparato pol¨ªtico y en otros no¡±.

Una vez descrita la estructura, los investigadores han centrado sus esfuerzos en recabar el mayor n¨²mero de indicios sobre la integraci¨®n de los etarras se?alados en la ¡°zuba¡± ¡ªla c¨²pula, en el argot de la organizaci¨®n criminal¡ª. Demostrar la pertenencia de cada uno de ellos resulta clave para el posible avance de las causas. En esta l¨ªnea, una prueba fundamental se encontr¨® en Salies-de-B¨¦arn (Francia) en 2004, en la actuaci¨®n que permiti¨® arrestar a Mikel Albisu, Antza, y a Mar¨ªa Soledad Iparraguirre, Anboto. En dicha operaci¨®n se intervinieron unas tablas de datos, con las que contabilizaban mensualmente el n¨²mero de militantes de ETA, ¡°clasificados seg¨²n la estructura en la que estaban encuadrados¡±, seg¨²n los investigadores. Se detallaban en ellas las distintas secciones de la c¨²pula y sus miembros, identificados mediante iniciales.

En su reciente informe sobre el atentado de Ondarroa de 2008, la Ertzaintza traduce la nomenclatura que usaba la banda en esas tablas para complicar la identificaci¨®n de sus integrantes. As¨ª, ¡°Zuba¡± es el acr¨®nimo de ¡°Zuzendaritza Batzordea¡± (¡±comisi¨®n de direcci¨®n¡±), ¡°lo que antes se llamaba ¡®comit¨¦ ejecutivo¡¯: el m¨¢ximo ¨®rgano directivo de ETA, que contaba con seis componentes¡±. ¡°Zubadinamika es la versi¨®n reducida de la comisi¨®n de direcci¨®n, encargada de la toma de decisiones de car¨¢cter inmediato, integrada por tres integrantes en julio de 2004¡±: ¡°?¡± era Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera; ¡°Oi¡± era la abreviatura de ¡°Oihan¡±, en referencia a Aitzol Iriondo, Gurbitz, y ¡°Txe¡± era la menci¨®n acortada de Garikoitz Aspiazu, Txeroki.
La polic¨ªa vasca incorpora un listado donde detalla los miembros de m¨¢s secciones: del ¡°A-T¡±, acr¨®nimo de ¡°Ardurandun Taldea¡± (¡°responsable de grupos¡±); del ¡°Ordezkariak¡± (¡°representantes o delegados¡± de ETA en los contactos que puedan llevarse a cabo con el Gobierno), o del ¡°Zubahitu¡± (¡°comisi¨®n de la direcci¨®n secuestrada¡±: en ETA, cuando un militante est¨¢ en la c¨¢rcel, se lo considera ¡°secuestrado por el enemigo¡±).

La jerarqu¨ªa. Todos los informes apuntan en la misma direcci¨®n: la banda funcionaba de forma jer¨¢rquica, con unas ¨®rdenes que flu¨ªan de arriba abajo y que eran acatadas sin rechistar. ¡°En sus inicios, la organizaci¨®n ETA era mayoritariamente asamblearia. Pero la necesidad de protegerse de las investigaciones policiales hizo que, a partir de 1977, se decidiera la constituci¨®n de un comit¨¦ ejecutivo, que ser¨ªa el que tomara las decisiones de tipo estrat¨¦gico, que deb¨ªan de ser obedecidas por el resto de la militancia¡±, recalca la Polic¨ªa Nacional, que a?ade: ¡°Las ¨®rdenes de cada responsable se acataban en la convicci¨®n de que no se trataba de una orden personal, sino que respond¨ªa a un plan elaborado por la cabeza de la organizaci¨®n¡±.
En esa l¨ªnea incide la Guardia Civil en otro informe: ¡°Las acciones terroristas cometidas por los comandos armados eran el reflejo del dise?o de la estrategia a seguir en cada momento realizada en el seno de su comit¨¦ ejecutivo¡±. Tambi¨¦n la Ertzaintza destaca lo mismo en sus conclusiones: ¡°ETA ha sido una organizaci¨®n perfectamente estructurada, donde cada uno de sus componentes ha tenido una misi¨®n y se ha encontrado sometido a la disciplina y a las ¨®rdenes que el comit¨¦ ejecutivo ha dictado en cada momento¡±.
Cartas. Las ¨®rdenes de la c¨²pula quedaban plasmadas en diversa documentaci¨®n, que a lo largo de d¨¦cadas se incaut¨® a los etarras detenidos. Los investigadores bucean ahora en ese material para recomponer el puzle que permita conectar a cada exjefe con cada atentado. Entre otros papeles, se han recuperado cartas manuscritas. Por ejemplo, las firmadas por Jos¨¦ Javier Arizcuren, Kantauri, intervenidas en 1997 en la desarticulaci¨®n del Comando Vizcaya e incorporadas al sumario sobre el asesinato del exconcejal popular Miguel ?ngel Blanco, en las que la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional han hecho hincapi¨¦ en recientes informes.
Esas misivas recogen ¡°instrucciones¡± para perpetrar ¡°acciones contra pol¨ªticos del PP, concretamente contra concejales¡±, seg¨²n explica un informe de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la Polic¨ªa, fechado el 10 de marzo. Una de ellas reza as¨ª: ¡°Es muy importante darles a los pol¨ªticos del PP. Deciros que cualquier pol¨ªtico del PP es objetivo [¡] Otra cosa: poner toda la fuerza posible en levantar [secuestrar] a un concejal del PP, dando un ultim¨¢tum de d¨ªas para que los presos est¨¦n en Euskadi. En relaci¨®n a este tema [secuestro], hacerlo lo antes posible¡±.

Cantadas. A este material se suman las ¡°cantadas¡±. Estos documentos eran generalmente manuscritos que los etarras detenidos estaban obligados a elaborar y enviar a la direcci¨®n lo m¨¢s r¨¢pidamente posible tras su detenci¨®n, para informar a sus mandos sobre c¨®mo se produjo el arresto, qu¨¦ creen que lo propici¨®, los atentados cometidos, qu¨¦ datos facilitaron a la polic¨ªa y el juez¡ Todo ello, con la intenci¨®n de que los jefes de la banda pudiesen adoptar medidas de seguridad para evitar la ca¨ªda de otros terroristas y saber qu¨¦ infraestructura peligraba.
En el informe de la Polic¨ªa Nacional del 10 de marzo sobre el asesinato de Miguel ?ngel Blanco se detalla el contenido de algunos de estos papeles. As¨ª, Luis Mari?elarena, Xabier, capturado en 2001 e integrante del comando Aramba, comenzaba su cantada: ¡°Hola, Otsagi [denominaci¨®n utilizada para el aparato militar]. Primero, decir que os costar¨¢ entender mi letra, pero es lo que hay. No s¨¦ por d¨®nde empezar¡¡±. E I?aki Bilbao, Txikito, detenido en 2002, lo hac¨ªa con: ¡°Hola, jefes, recibid un gran abrazo revolucionario de todo coraz¨®n. Estoy obligado a hacer una profunda autocr¨ªtica, tanto respecto de las declaraciones que hice en comisar¨ªa como por las razones de la ca¨ªda¡¡±.
La Polic¨ªa considera que estos textos se llevaban en mano a los dirigentes de la organizaci¨®n y, por tanto, el hallazgo en su poder son una prueba de su peso dentro de ETA. A I?aki Gracia Arregi, I?aki de Renter¨ªa, la Polic¨ªa lo intervino en septiembre del 2000 en la villa de Bidart (Francia), donde este resid¨ªa. Las cantadas iban dirigidas a nombre de Gorosti, el alias utilizado por ¨¦l.
Declaraciones de otros etarras. La ley del silencio u omert¨¤ dentro de ETA se ha roto muchas veces en el pasado. Aritz Arnaiz, miembro del comando Nafarroa, aseguraba a la Guardia Civil tras su detenci¨®n, en diciembre de 1994, que solo unos meses antes hab¨ªa acudido a Francia a recibir un cursillo de adiestramiento. Arnaiz detall¨® que, tras finalizarlo, pernoct¨® en varias viviendas del pa¨ªs galo y que, en ese tiempo, se entrevist¨® con Mikel Albisu, Antza, aunque ¨¦l lo conoc¨ªa como Chupach¨²s. Seg¨²n su testimonio, Albisu se present¨® como responsable del aparato pol¨ªtico de ETA y le inform¨® ¡°sobre la situaci¨®n pol¨ªtica¡± de la organizaci¨®n. Su declaraci¨®n era una de las primeras que situaba a Antza en la c¨²pula de la organizaci¨®n tras la ca¨ªda, dos a?os antes, de la c¨²pula etarra en la localidad de Bidart.
Los informes elaborados por las Fuerzas de Seguridad para adjudicar a determinados etarras su condici¨®n de jefe de la organizaci¨®n terrorista en el momento en el que se cometi¨® el atentado investigado son numerosos. As¨ª, por ejemplo, adem¨¢s de la declaraci¨®n del miembro del comando Nafarroa, el informe de la Polic¨ªa Nacional recoge otros cuatro testimonios de miembros de ETA que se?alan a Antza como jefe de la banda. En el caso de su pareja sentimental, Soledad Iparragirre, Anboto, son cuatro. Y en el de Gracia Arregi, ascienden a cinco. En el mismo informe se detalla que al menos 15 etarras se?alaron tambi¨¦n como dirigente de la organizaci¨®n a Jos¨¦ Javier Arizkuren, Kantauri, como jefe de los llamados comandos ilegales (integrados por terroristas fichados por la Polic¨ªa). Uno de ellos, Juan Jos¨¦ Rego Vidal, condenado por el intento de atentado, en 1995, contra el rey Juan Carlos I. Rego asever¨® a los agentes que Kantauri le propuso cometer el magnicidio en una reuni¨®n que mantuvieron en Burdeos.
Documentos internos. A los informes se incorporan m¨¢s indicios. Como los ¡°lotes de comunicados de ETA¡±, decenas de ejemplares de las publicaciones internas de la organizaci¨®n e, incluso, el guion para grabar un v¨ªdeo que alentara a los funcionarios de prisiones, convertidos en objetivo de ETA, a no seguir las ¨®rdenes de sus superiores.
Entre todo este marem¨¢gnum, destaca un CD hallado en la operaci¨®n que permiti¨® arrestar a Antza y Anboto. Ese dispositivo conten¨ªa 151 comunicados y notas de prensa de la banda, y 14 entrevistas difundidas por ETA entre enero de 1992 y diciembre de 2003. ¡°Es innegable que este tipo de documentaci¨®n de tan alto nivel estrat¨¦gico solo podr¨ªa estar a disposici¨®n de los m¨¢ximos responsables de ETA, especialmente los miembros de la zuba¡±, destaca un informe policial.

Este informe tambi¨¦n destaca el hallazgo de otro documento: una circular dirigida a los miembros de ETA que utilizaban la Euskal Guda Posta (Correo del Soldado Vasco) ¡ªa trav¨¦s del cual, la banda hac¨ªa llegar las cartas que los terroristas enviaban y recib¨ªan clandestinamente de sus familiares y amigos¡ª. La circular pretend¨ªa advertir a los usuarios del peculiar servicio que en sus misivas no pod¨ªan incluir ning¨²n dato o informaci¨®n interna de ETA para evitar que, si ca¨ªan en manos de la Polic¨ªa, esta accediera a datos que pudieran propiciar detenciones.
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