Butr¨®n a ninguna parte en dos celdas de la c¨¢rcel de Logro?o
Descubiertos tras dos lavabos sendos agujeros hechos por reclusos para intentar una fuga casi imposible porque no llevaban al exterior
Los funcionarios del Centro Penitenciario de Logro?o desbarataron este martes lo que pretend¨ªa ser un plan de fuga al descubrir dos butrones (agujeros practicados para atravesar una pared) en sendas celdas de la prisi¨®n. Los boquetes, ocultos tras los lavabos, estaban en una fase inicial, seg¨²n coinciden en se?alar varias fuentes penitenciarias consultadas, que a?aden que, aunque se hubieran finalizado, el ¨¦xito de la evasi¨®n era ¡°muy improbable¡±. Seg¨²n detallan estas fuentes, si los reclusos implicados hubieran terminado los orificios ¡°no les hubieran llevado al exterior de la c¨¢rcel¡±, sino a los patinillos, huecos ciegos por los que discurren las diferentes conducciones del centro. A trav¨¦s de ellos, los internos podr¨ªan haber aspirado a acceder a los tejados del centro ¨D¡±algo tambi¨¦n bastante complicado¡±¨D, pero a¨²n lejos del otro lado del muro. Por estos hechos, han sido sancionados los tres reclusos que ocupaban las dos celdas, uno de los cuales se vio involucrado en un segundo incidente horas despu¨¦s al agredir a un funcionario de prisiones.
El intento de evasi¨®n fue descubierto a ¨²ltima hora de la tarde cuando los funcionarios a cargo de la vigilancia del m¨®dulo 5 escucharon unos ruidos extra?os procedente de una de las celdas. Al acudir, descubrieron que el lavamanos hab¨ªa sido arrancado y que en esa parte de la pared un preso hab¨ªa comenzado a hacer un agujero. Tras el hallazgo, los funcionarios iniciaron un registro en profundidad en las otras 47 celdas del m¨®dulo. En una de ellas, tambi¨¦n tras el lavabo, se encontr¨® el segundo butr¨®n, este de mayor tama?o. Seg¨²n los primeros indicios, los reclusos supuestamente hab¨ªan utilizado partes del perchero de la celda para excavar el boquete.
Tras el hallazgo, los reclusos presuntamente implicados fueron trasladados al m¨®dulo de aislamiento. All¨ª, uno de ellos, tras ser informado de que por el incidente quedaba suspendida su participaci¨®n en una salida con otros reclusos que hab¨ªa prevista, agredi¨® al trabajador penitenciario que se lo comunicaba y le ocasion¨® lesiones en una mano que han requerido atenci¨®n m¨¦dica. Instituciones Penitenciarias investiga si en el incipiente intento de fuga hubo alg¨²n tipo de planificaci¨®n previa por parte de los internos.
Reclusos conflictivos
El suceso ha provocado las cr¨ªticas de las principales organizaciones sindicales de funcionarios de prisiones. La mayoritaria ACAIP-UGT achaca el incidente a la decisi¨®n de Instituciones Penitenciarias de ingresar en la c¨¢rcel de Logro?o ¨Duna prisi¨®n antigua y peque?a que alberga a 290 internos¨D a reclusos conflictivos para los que el centro ¡°no est¨¢ preparado¡±. Este sindicato denuncia que ¡°en los ¨²ltimos seis meses se ha producido un incremento en el n¨²mero de internos que ronda el 20%¡± en este centro, algunos de los cuales asegura que cuentan con ¡°expedientes disciplinarios graves¡±. En la misma l¨ªnea se manifiesta la CSIF, que denuncia tambi¨¦n una falta acuciante de funcionarios de prisiones en la c¨¢rcel riojana, que algunas fuentes cuantifican en 40 trabajadores.
Desde 2005 hasta ahora, se han registrado m¨¢s de 10.000 quebrantamientos de condena en c¨¢rceles espa?olas, aunque la mayor¨ªa son detenidos poco despu¨¦s. De esta cifra, el n¨²mero m¨¢s alto se produjo cuando los presos aprovecharon el disfrute de un permiso para no retornar al centro penitenciario. El ¨²ltimo caso conocido ha sido el de Anselmo Sevillano, un conocido narco que aprovech¨® una de estas salidas cuando ya disfrutaba del tercer grado penitenciario o semilibertad para no retornar al Centro de Inserci¨®n Social (CIS) de A Coru?a donde cumpl¨ªa condena. Fue detenido en Marbella un mes despu¨¦s tras una accidentada persecuci¨®n en coche, aunque un juez lo dej¨® posteriormente en libertad.
Otro n¨²mero importante de quebrantamientos se produce durante salidas para acudir a los juzgados, cuando est¨¢n ingresados en centros hospitalarios o al realizar una actividad cultural fuera de la c¨¢rcel. El pasado 26 de abril, dos internos de la c¨¢rcel de Aranjuez aprovecharon una de estas ¨²ltimas, en la que iba a visitar el Palacio de esta localidad y comer en un restaurante, para escaparse. Cuando estaban en este ¨²ltimo local, pidieron permiso para ir al ba?o y aprovecharon el momento para darse a la fuga. En mayo del a?o pasado, Adolfo Q. S., un recluso de otra c¨¢rcel madrile?a, la de Valdemoro, aprovech¨® una visita al Museo Thyssen, en la capital, para huir a la carrera antes de iniciar la visita.
Las evasiones desde dentro de la c¨¢rcel, como la que supuestamente pretend¨ªa realizar los tres reclusos de la prisi¨®n de Logro?o, son las menos. Desde 2005, solo se han contabilizado 23, seg¨²n los datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso este diario. Las m¨¢s c¨¦lebres de estas fugas se produjeron entre septiembre y diciembre de 2020. Una fue la que protagoniz¨® Bilal M. en la c¨¢rcel de Melilla, quien trep¨® desde el patio al tejado del centro y, desde all¨ª, sali¨® al exterior. Fue detenido 17 horas despu¨¦s tras subir a las redes sociales v¨ªdeos en los que alardeaba de su huida. ¡°Estoy aqu¨ª, con mi madre, para darle un beso¡±, aseguraba en uno.
Los otros dos huidos son Jonathan Mo?iz, El Piojo, y su hermano Miguel ?ngel, que el 5 de diciembre del mismo a?o escaparon de la c¨¢rcel de Valdemoro. Un tercer interno fracas¨® en el interno. Los hermanos Mo?iz fueron detenidos meses despu¨¦s por separado. Seg¨²n la investigaci¨®n, su fuga exigi¨® un largo proceso de preparaci¨®n en la que los hermanos consiguieron elaborar una rudimentaria llave para entrar en un cuarto utilizado como almac¨¦n y de cuya ventana serraron los barrotes para salir al tejado del centro. A trav¨¦s de ellos, recorrieron el centro penitenciario hasta llegar a la ¨²ltima valla del per¨ªmetro, que superaron con la ayuda de una soga fabricada por ellos. Por aquellos hechos fueron investigados un funcionario y dos guardias civiles, que no atendieron a las alarmas cuando saltaron.
Nueve d¨ªas despu¨¦s de esta evasi¨®n, Interior imparti¨® instrucciones a los directores de todos los centros penitenciarios para revisar los sistemas de seguridad e instar a que se aplicaran las medidas contempladas en los protocolos para evitar fugas. Desde entonces, solo se han producido dos fugas m¨¢s, ambas en 2022.
Incidente en la prisi¨®n de Le¨®n
Este martes, cuando se descubrió el intento de fuga en la cárcel de Logroño, otro centro penitenciario registró un incidente. Sobre las 11.25 de la mañana, un grupo de presos del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, en la provincia de León, incitó a sus compañeros del módulo a protestar por la muerte, horas antes, de otro recluso por causas aparentemente naturales. Durante la protesta, que tuvo momentos de elevada tensión, según reconocen varias fuentes consultadas, se rompió mobiliario de las celdas y obligó a acudir a la directora y miembros de su equipo directivo para intentar apaciguar los ánimos. Fuentes sindicales aseguran que estos llegaron a estar “retenidos” durante cerca de una hora. Instituciones Penitenciarias afirma, sin embargo, que “en ningún momento se perdió el control del módulo” y que los funcionarios que consiguieron reconducir la situación “pudieron entrar y salir del lugar cuando quisieron”. Durante el incidente, un funcionario resulto herido. El sindicato ACAIP-UGT ha denunciado que los presos que protagonizaron el incidente “siguen haciendo vida normal". Para la CSIF, el suceso es una muestra más de "la escalada de violencia en las cárceles". Por su parte, la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) critica "la falta de personal, la falta de medios y la no consideración de los funcionarios de prisiones como agentes de la autoridad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.