El precio de un voto: dinero, comida, trabajo y, a veces, droga o pa?ales

A veces el precio de un voto es solo un par de billetes de 50 euros. Otras, vales de comida. En el mejor de los casos, un puesto de trabajo. Los hay que se intercambian por una peque?a cantidad de droga o unos pa?ales. Las tres operaciones policiales que han sacado a la luz esta semana sendas tramas de compra de votos en Melilla, Moj¨¢car (Almer¨ªa) y Albudiete (Murcia) ¨Dque suman ya 30 detenidos¨D revelan grandes similitudes en la forma de cometer el fraude electoral, pero tambi¨¦n en el valor econ¨®mico que las redes dan a los sufragios. Los tres tipos de pagos m¨¢s habituales que hac¨ªan tanto las tramas destapadas en la campa?a del 28-M como las descubiertas en comicios anteriores, y sobre las que la justicia ya ha dictado sentencia, son el dinero en met¨¢lico, las ofertas laborales y los cupones para adquirir comida. El objetivo de todas ellas son las personas en una situaci¨®n econ¨®mica precaria.

El pago en efectivo era el medio presuntamente utilizado por la trama desmantelada el pasado martes en Melilla, y que salpica a Coalici¨®n por Melilla (CpM) de Mustafa Aberch¨¢n tras el arresto de uno de sus consejeros, Mohamed Ahmed Al-Lal. Las pesquisas apuntan a que la trama ofrec¨ªa entre 100 y 150 euros por voto a miembros de familias vulnerables a los que captaban, en muchos casos, a trav¨¦s de peque?os delincuentes que recorr¨ªan los barrios m¨¢s humildes de la ciudad. De los m¨¢s de 11.700 votos por correo registrados, las estimaciones policiales creen que la red pudo acaparar m¨¢s de la mitad, lo que supone un desembolso superior al mill¨®n de euros.

Este no es el primer esc¨¢ndalo de compra de voto que sacude Melilla, aunque en las dos anteriores las formas de pago fueron diferentes. En febrero de 2021, el Tribunal Supremo conden¨® a dos a?os de c¨¢rcel al propio Aberch¨¢n y a un dirigente local socialista por un delito de fraude electoral cometido en las elecciones generales de 2008. Seg¨²n consider¨® probado la Audiencia Provincial de M¨¢laga, desde la sede de Coalici¨®n por Melilla y desde las Juventudes Socialistas de la ciudad aut¨®noma se organiz¨® una trama consistente en convencer a ciudadanos para que solicitaran el voto por correo y les entregasen a ellos el sobre. A cambio del voto, los dirigentes pol¨ªticos les hab¨ªan prometido un contrato en los planes de empleo que ten¨ªa en marcha la Delegaci¨®n del Gobierno. M¨¢s recientemente, en mayo de 2022, la Audiencia Provincial de M¨¢laga ratificaba el fallo de un segundo caso de compra de votos en la ciudad aut¨®noma, en este caso ocurri¨® durante la campa?a para las elecciones municipales y auton¨®micas del 27 de mayo de 2011. Esta vez, en lugar de empleos o dinero en met¨¢lico, la trama entregaba a cambio de los sufragios vales de comida de 60 euros para gastarlos en un supermercado de la localidad.

En Moj¨¢car (Almer¨ªa), la reciente investigaci¨®n de la Guardia Civil apunta en una triple direcci¨®n. Por un lado, las pesquisas han constatado que la trama ¨Den la que estaban presuntamente implicados el dos y el cinco en la lista del PSOE a las elecciones municipales¨D ofrec¨ªa a veces 100 euros por voto. En otras ocasiones, se compromet¨ªan a dar un puesto de trabajo a partir de junio. En las menos, promet¨ªan pagar una mensualidad del alquiler de una vivienda. El supuesto objetivo de la red era el ama?o de 500 votos, el n¨²mero de sufragios que les falt¨® a los socialistas para hacerse con la alcald¨ªa en esta localidad tur¨ªstica en las elecciones de 2019.

Menor fue la distancia en votos que separ¨® al PSOE de hacerse en aquellos comicios con la mayor¨ªa absoluta en el municipio murciano de Albudeite (1.390 habitantes). En concreto, 94. La trama desmantelada por la Guardia Civil este jueves, y en la que estaban implicados dos candidatas socialistas al Ayuntamiento y uno a la Asamblea de Murcia, ha revelado que la red ofrec¨ªa hasta 100 euros por cada voto, aunque en ocasiones la oferta estaba acompa?ada de peque?as cantidades de droga, seg¨²n confirman fuentes cercanas a la investigaci¨®n. De hecho, las primeras informaciones que permitieron al instituto armado iniciar las pesquisas sobre este presunto fraude electoral surgieron durante la investigaci¨®n a una red de tr¨¢fico de estupefacientes en la que los pinchazos telef¨®nicos revelaron que algunos de los sospechosos tambi¨¦n negociaban la compra de votos.

En los ¨²ltimos a?os, la justicia ha dictado sentencia por otros dos casos de compra de votos ocurridos en la Regi¨®n de Murcia. El primero ocurri¨® en la localidad de Fortuna durante las elecciones municipales de 2003. Seg¨²n consider¨® probado el Tribunal Supremo en septiembre de 2012, el entonces regidor de la localidad, Mat¨ªas Carrillo, y la exedil Mar¨ªa Dolores S¨¢nchez, ambos del PP, junto con algunos militantes de su partido ¡°pusieron en pr¨¢ctica un plan preconcebido con el fin de obtener votos para la candidatura del PP¡±. El fallo se?alaba que este consist¨ªa en usar las atribuciones del alcalde y la concejala de Empleo para ¡°ofrecer a interesados en obtener un empleo en el Consistorio de la localidad la posibilidad de conseguir un contrato de trabajo eventual o determinadas prestaciones, consistentes en ayudas en comida u otras¡± a cambio de que les entregaran la documentaci¨®n necesaria para que ellos votaran por correo. Durante la vista, seg¨²n recoge la sentencia, una de las testigos asegur¨® que ¡°vot¨® por correo para que la farmacia le diese pa?ales¡±.

El segundo caso se registr¨® en el municipio de Mazarr¨®n durante las elecciones de mayo de 2007. Una d¨¦cada despu¨¦s de aquellos comicios, la Audiencia Provincial de Murcia confirm¨® la condena impuesta al entonces candidato del Partido Democr¨¢tico Espa?ol (PADE) en este municipio, Ignacio Vivancos, por contactar ¡°con electores conocidos suyos, algunos de ellos analfabetos y en precaria situaci¨®n econ¨®mica, para que firmaran el impreso de solicitud de voto por correo¡± para hacer que la documentaci¨®n de todos ellos llegara al domicilio del candidato o al de un familiar de este y, posteriormente, entregar ¨¦l los votos supuestamente manipulados en Correos. En la investigaci¨®n, se apunt¨® que a algunos de estos votantes se les lleg¨® a ofrecer entre 50 y 100 euros, aunque, seg¨²n destaca el fallo, una de ellas admiti¨® ante el juez instructor que la cantidad que le ofrecieron fue menor: solo 20 euros.