La Fiscal¨ªa pide nueve a?os de c¨¢rcel para un presunto yihadista acusado de incendiar un veh¨ªculo policial
El ministerio p¨²blico asegura que Hafid M. M., un delincuente com¨²n de Melilla, se radicaliz¨® en prisi¨®n y busc¨® informaci¨®n sobre armas de fuego y drones
La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional ha solicitado nueve a?os de prisi¨®n para Hafid M. M., un antiguo delincuente com¨²n que supuestamente sufri¨® un proceso de radicalizaci¨®n yihadista durante su estancia en la c¨¢rcel y que, posteriormente, emprendi¨® una campa?a de difusi¨®n de material extremista con el objetivo de ¡°alimentar¡± el fundamentalismo e ¡°incitar a la incorporaci¨®n a una organizaci¨®n terrorista¡±. El ministerio p¨²blico asegura que este procesado, de nacionalidad espa?ola y vecino de Melilla, lleg¨® a recabar informaci¨®n sobre c¨®mo adquirir un arma de fuego y drones con capacidad de carga de hasta cuatro kilos. E incluso, seg¨²n el escrito de acusaci¨®n, incendi¨® un veh¨ªculo de la Guardia Civil que lo estaba vigilando.
El juicio contra Hafid M. M. comienza el pr¨®ximo lunes en la Audiencia Nacional, seg¨²n el calendario que maneja el ministerio p¨²blico, que le atribuye un delito de ¡°autoadoctrinamiento pasivo mediante tenencia de documentos id¨®neos para incitar a la incorporaci¨®n a una organizaci¨®n terrorista¡± ¡ªpor el que pide que se le castigue a tres a?os de c¨¢rcel¡ª; y otro delito de ¡°da?os por medio de incendio a medios de las fuerzas y cuerpos de seguridad¡± ¡ªpor el que solicita otros seis a?os de reclusi¨®n¡ª.
La presunta historia de extremismo de Hafid M. M. comienza a finales de 2018, cuando aterriza en el centro penitenciario de Botafuegos (Algeciras). Seg¨²n la documentaci¨®n disponible en la Audiencia Nacional, el sospechoso lleg¨® a la prisi¨®n gaditana con antecedentes por robo con violencia y conducci¨®n temeraria sin tener carn¨¦. Y all¨ª, durante su encierro, empez¨® a experimentar ¡°una progresiva radicalizaci¨®n¡±, que lo condujo hasta ¡°postulados de car¨¢cter yihadista¡±. Este proceso le llev¨® ¡°a consumir y difundir v¨ªdeos de tal naturaleza¡±, seg¨²n describe la Fiscal¨ªa.
Una vez en libertad, el presunto yihadista continu¨® con esa actividad de adoctrinamiento, seg¨²n la acusaci¨®n. El ministerio p¨²blico explica que, cuando se le vuelve a detener el 12 de marzo de 2021, la Guardia Civil encuentra en su domicilio un tel¨¦fono iPhone 11, que conten¨ªa ¡°im¨¢genes de la Shahada, un icono de combate¡± del Estado Isl¨¢mico. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, ese dispositivo revel¨® igualmente que hab¨ªa accedido y visionado v¨ªdeos ¡°alusivos a la yihad¡± y escenas ¡°incitando al martirio yihadista¡±: ¡°Era un consumidor habitual de material salafista contenido en una plataforma [web]¡±, apostilla el escrito de acusaci¨®n, que a?ade que, con el objetivo de ejecutar ¡°comportamientos terroristas en el futuro¡±, Hafid M. M. us¨® ese terminal para ¡°efectuar b¨²squedas para la adquisici¨®n de un arma de fuego y de drones con capacidad de carga de hasta cuatro kilos¡±.
La radicalizaci¨®n de los reclusos en prisi¨®n es una de las grandes preocupaciones de las fuerzas antiterroristas. El Ministerio del Interior no solo mantiene bajo vigilancia a los encarcelados por yihadismo, sino que ha puesto la lupa sobre otros reos comunes que pudieran verse adoctrinados. Por estos motivos, actualmente hay 159 reclusos bajo la lupa en los centros penitenciarios del pa¨ªs: 66 condenados o preventivos vinculados a delitos de terrorismo yihadista; 39 encarcelados por delitos comunes a los que se les ha detectado haciendo proselitismo del islamismo radical en las c¨¢rceles; y otros 54 que ¡°han puesto de manifiesto actitudes o conductas que pudieran considerarse indiciarias de radicalizaci¨®n violenta de car¨¢cter islamista¡±.
En su escrito de acusaci¨®n, la Fiscal¨ªa tambi¨¦n describe c¨®mo Hafid M. M. prendi¨® supuestamente fuego a un veh¨ªculo policial camuflado que lo estaba vigilando con un ¡°equipo de grabaci¨®n encubierto¡±. La Guardia Civil hab¨ªa aparcado este autom¨®vil frente al domicilio del presunto yihadista, pero este sospech¨® y, tras romperle una ventanilla para comprobar que escond¨ªa una c¨¢mara, ¡°roci¨® un l¨ªquido inflamable en su interior¡± y lo incendi¨®.
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