El milagro de la recuperaci¨®n del pinsapo, que vuelve a su territorio
Este ¨¢rbol excepcional de Sierra Blanca (M¨¢laga) se cre¨ªa desaparecido en los a?os 30, pero el cura Vicente Matabuena plant¨® unos ejemplares en 1946 que han permitido ahora, junto con un Plan de Recuperaci¨®n de la Junta, recuperar varios centenares de ejemplares
Hace justo un siglo los ingenieros Luis Ceballos y Manuel Mart¨ªn contabilizaron un pu?ado de pinsapos (abies pinsapo) en Sierra Blanca, cerca de Cortes de la Frontera (M¨¢laga, 2.986 habitantes). El registro era escaso: apenas hab¨ªa una decena de estos excepcionales ¨¢rboles, ¨²nicos en el mundo. Su vida fue tambi¨¦n corta, porque poco despu¨¦s, en los a?os 30, fueron cortados para fabricar carb¨®n. La actividad carbonera hab¨ªa acabado durante el siglo XIX con la importante poblaci¨®n de la especie en la zona y esa ¨²ltima saca fue el golpe definitivo. O eso se cre¨ªa, porque por su peque?o tama?o y la dificultad para acceder a ¨¦l se encontr¨® a un superviviente. Estaba solo, era el ¨²nico de su g¨¦nero en la zona. Ahora est¨¢ rodeado por 300 ejemplares adultos y otras muchas decenas de peque?os arbolitos. Es el fruto del trabajo que all¨ª se ha hecho en los ¨²ltimos cinco a?os desde el Plan de Recuperaci¨®n del Pinsapo de la Junta de Andaluc¨ªa, labor que no hubiera existido sin la que hizo antes el cura del pueblo, Vicente Matabuena, desde 1946.
Aficionado a los ¨¢rboles y la repoblaci¨®n forestal, el sacerdote plant¨® varios pinsapos junto a otros ejemplares aut¨®ctonos a su llegada a la localidad. Aquel esfuerzo impuls¨® las posibilidades de supervivencia de la especie que lleva en la zona millones de a?os. En la pasada d¨¦cada de los 80, el alumnado del instituto del pueblo tom¨® su testigo y a?adi¨® nuevos ¨¢rboles, de los que hoy sobreviven varias decenas con hasta 35 a?os. Y ahora el Plan de Recuperaci¨®n ha retomado su labor para consolidar una poblaci¨®n m¨¢s numerosa. Algo m¨¢s de tres centenares crecen saludables en una superficie que ronda las 40 hect¨¢reas, parte de las m¨¢s de 700 donde se trabaja para impulsar esta estirpe. Cortes de la Frontera, como la Sierra de Alcapara¨ªn (M¨¢laga) y la Sierra de L¨ªjar en Algodonales (C¨¢diz, 5.504 habitantes), es uno de los distintos puntos del territorio andaluz elegidos para reforzar la presencia del ¨¢rbol y ¡°conectar poblaciones¡±, seg¨²n explica Gabriel A. Guti¨¦rrez, miembro del Plan de Recuperaci¨®n del Pinsapo. Es un proyecto puesto en marcha en 2011, cuyo objetivo es sacar a este ¨¢rbol del peligro de extinci¨®n en el que se encuentra en la actualidad ¡ªal nivel del lince o el ¨¢guila imperial¡ª. El principal objetivo es la reintroducci¨®n de nuevos pimpollos y semillas, adem¨¢s de los trabajos auxiliares para aumentar sus probabilidades de vida para alcanzar 30 metros de altura y una biograf¨ªa que se puede extender 500 a?os.
Con el aprovechamiento maderero prohibido desde 1972, hoy hay algo m¨¢s de 8.100 hect¨¢reas de pinsapos en Andaluc¨ªa. Est¨¢n repartidos por un pu?ado de municipios y solo existen tres grandes bosques. Uno en Grazalema de unas 400 hect¨¢reas, otro con un centenar de hect¨¢reas en Sierra Bermeja¡ª que se vio afectado por el gran incendio forestal de la zona en 2021¡ª y el tercero en la Sierra de las Nieves, monta?as donde est¨¢n ¡°los pinsapares m¨¢s extensos y mejor conservados del mundo¡±, como explicaba el bot¨¢nico Baltasar Cabezudo a EL PA?S SEMANAL. Los tres tienen sus propias din¨¢micas y expanden sus l¨ªmites de manera natural, ¡°as¨ª que ahora se est¨¢n recuperando otras poblaciones dentro del ¨¢rea de distribuci¨®n conocida¡±, subraya Guti¨¦rrez. Seg¨²n refleja la ficha de resumen del Plan de Recuperaci¨®n, son espacios que enlazan unos con otros desde Grazalema hasta la Sierra de las Nieves, rodeando Ronda por el sur hasta Estepona. No ser¨¢n los ¨²nicos, ya se estudia la inclusi¨®n del pinsapo en zonas en las que nunca estuvo, como la Sierra de los Filabres (Almer¨ªa), o reforzar la peque?a poblaci¨®n que fue introducida hace d¨¦cadas en Hu¨¦tor T¨¢jar (Granada). ¡°La idea es hacer m¨¢s viable el futuro de la especie¡±, insiste el especialista. Para ello, tambi¨¦n se ha comprobado gen¨¦ticamente que los ejemplares existentes en las 15 hect¨¢reas del pinsapar de Orcajo (Zaragoza) proceden de Andaluc¨ªa y, por tanto, se podr¨ªan utilizar tambi¨¦n para repoblar suelo andaluz. Hay un leitmotiv: a m¨¢s ejemplares, m¨¢s posibilidades de conservaci¨®n.
Hist¨®rica cosecha de pi?as
Las localizaciones se basan en referencias hist¨®ricas de la presencia del pinsapo, pero tambi¨¦n en un modelo de incidencia social puesto en marcha en 2014 para analizar los lugares que por su temperatura, lluvia y altitud son adecuados. Las posibilidades se han visto mejoradas tambi¨¦n por la propia naturaleza. La producci¨®n de pi?as ha sido la m¨¢s alta desde que se tienen registros. ¡°Es excepcional¡±, seg¨²n Juan Ram¨®n P¨¦rez, director general de Pol¨ªtica Forestal y Biodiversidad de la Consejer¨ªa de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Econom¨ªa Azul de la Junta de Andaluc¨ªa. El personal t¨¦cnico ha conseguido recolectar algo m¨¢s de 1.500 kilos. Cada una alberga entre 200 y 300 pi?ones. Su tasa de mortalidad ronda el 90%, pero la enorme cantidad recogida permitir¨¢ potenciar a¨²n m¨¢s el trabajo para favorecer la presencia del pinsapo en la monta?a. Las semillas tienen tres principales fines. A un lado, buena parte de ellas se han destinado a varios viveros donde se esperan conseguir 100.000 ejemplares de pinsapo para repoblar (acci¨®n que se desarrolla cada a?o en noviembre). Al otro, servir¨¢n para realizar la siembra a voleo directamente en el campo, cuya eficacia es mayor de lo que se cre¨ªa. Una tercera parte servir¨¢ para realizar estudios de germinaci¨®n.
A la labor realizada por la Junta de Andaluc¨ªa se suma la de colaboraci¨®n de entidades que realizan repoblaciones gracias al voluntariado. Una de ellas es la Asociaci¨®n por los Caminos P¨²blicos de la Serran¨ªa de Ronda. Bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ G¨®mez Zotano, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa F¨ªsica de la Universidad de Granada, la organizaci¨®n ha plantado, entre finales de 2022 y principios de 2023, unos 300 ejemplares en Parauta (M¨¢laga) a la entrada del Parque Nacional Sierra de las Nieves, no lejos de varias ca?adas de pinsapar y donde se ubica el Pinsapo de las Escaleretas, cuya edad se estima entre 350 y 550 a?os. Los j¨®venes reci¨¦n plantados tienen una media de 15 a?os, proceden de una zona cercana y son regados cada 15 d¨ªas para garantizar su supervivencia mientras arraigan. ¡°Aqu¨ª hab¨ªan desaparecido porque los vecinos de la zona ven¨ªan a cogerlos como ¨¢rboles de Navidad¡±, recuerda G¨®mez Zotano. Con apoyo de voluntarios tambi¨¦n ha plantado otros 250 de estos ¨¢rboles en la cercana finca El Navasillo ¡°con la idea de reforzar las distintas poblaciones de pinsapo en toda la Serran¨ªa de Ronda para favorecer el intercambio gen¨¦tico¡±, explica el experto. En marcha tiene un ambicioso proyecto de investigaci¨®n para conocer si hubo pinsapos en toda la cordillera b¨¦tica, para lo que ya realiza catas en desde la Sierra de Tramontana (Baleares) hasta Gibraltar.
Hace unos a?os, aquel ¨²ltimo pinsapo que sobrevivi¨® a la explotaci¨®n humana en Cortes de la Frontera muri¨®, pero los 300 ¨¢rboles ya adultos ¡ªy los m¨¢s peque?os y recientes a¨²n por inventariar¡ª que hay a su alrededor auguran un buen futuro para la colonia, como ocurre en otras zonas de Andaluc¨ªa. Eso s¨ª, el propio Plan de Recuperaci¨®n subraya en su diagn¨®stico que el cambio clim¨¢tico es una gran amenaza para la especie. La acuciante sequ¨ªa que afecta al sur de Espa?a ¡ªy las plagas consecuentes¡ª o los incendios de sexta generaci¨®n como el que afect¨® al pinsapar de Sierra Bermeja en 2021 son peligros consecuencia de ello. Ahora la misma mano del hombre que estuvo a punto de extinguirlos ha conseguido ¡ªgracias al cura de Cortes de la Frontera y su alumnado, el voluntariado que apoya en Parauta y todas las actuaciones del Plan de Recuperaci¨®n¡ª que en ¨²ltimo siglo su territorio de expansi¨®n se duplique hasta las m¨¢s de 8.100 hect¨¢reas actuales.
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