La metamorfosis del yihadismo en Espa?a

Espa?a ha cambiado en estas dos ¨²ltimas d¨¦cadas. La amenaza yihadista, tambi¨¦n. Desde que 10 mochilas bomba estallaran el 11 de marzo de 2004 en cuatro trenes de cercan¨ªas de Madrid y causaran la muerte a 192 personas y heridas a cerca de 2.000, las fuerzas de seguridad han realizado m¨¢s de 400 operaciones contra el terrorismo islamista y detenido a 1.049 presuntos yihadistas. El ¨²ltimo, el pasado mi¨¦rcoles en Melilla. Pero el perfil de los detenidos ha ido evolucionando. Siete factores explican los cambios.

De Al Qaeda al ISIS. Fernando Reinares, catedr¨¢tico de la Universidad Rey Juan Carlos, investigador asociado del Real Instituto Elcano y autor de varios libros sobre el 11-M, recalca que la estructura terrorista que cometi¨® los atentados de Madrid ¡°ten¨ªa una conexi¨®n directa con el mando de Al Qaeda¡±, entonces organizaci¨®n yihadista hegem¨®nica. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, el protagonismo lo acapara el autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). Los miembros de la c¨¦lula de Ripoll, autora de los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017, estaba enlazada en B¨¦lgica con el aparato de seguridad exterior de este grupo. En el ¨²ltimo decenio, m¨¢s del 95% de los yihadistas detectados en Espa?a segu¨ªa los postulados del ISIS, seg¨²n estimaciones policiales. No obstante, expertos de la lucha antiterrorista admiten que en ocasiones estas lealtades son confusas: ¡°No son extra?os los casos de terroristas que consumen y difunden propaganda de organizaciones distintas e, incluso, dispares¡±.

Gaza para convencer. El general de la Guardia Civil Manuel Navarrete, director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO, dependiente del Ministerio del Interior), destaca cambios en la propaganda yihadista difundida por internet, su gran altavoz en la actualidad: ¡°El ISIS ha utilizado en su ¨¦poca de apogeo sus ataques terroristas para atraer a nuevos seguidores, pero ahora que cometen menos usan otros se?uelos¡±. ?Cu¨¢les? ¡°Durante la pandemia fue la covid, presentada como una maldici¨®n religiosa. En la actualidad, la quema de Coranes en Suecia y Dinamarca, y la guerra en Gaza¡±. Navarrete a?ade que este ¨²ltimo conflicto ¡°ha sido instrumentalizado por los yihadistas para convertirlo en una guerra de religi¨®n¡± a pesar de que Ham¨¢s [la organizaci¨®n palestina que perpetr¨® los ataques del 7 de octubre en Israel] tiene un componente mucho m¨¢s nacionalista.

De inmigrantes a crecidos en Espa?a. Para Reinares, ¡°la principal transformaci¨®n¡± en estos 20 a?os est¨¢ en el perfil de los terroristas. Como en otros pa¨ªses de Europa, siguen siendo mayoritariamente varones, aunque cada vez m¨¢s j¨®venes. Sin embargo, la diferencia sustancial en Espa?a es que ¡°este terrorismo ha dejado de ser protagonizado por inmigrantes de primera generaci¨®n para serlo por hijos de aquellos, j¨®venes que ya han nacido o se han criado en Espa?a¡±. Y pone un ejemplo: ¡°De los 26 individuos que integraban la red que cometi¨® los atentados del 11-M, todos menos uno [Rachid Aglif, que lleg¨® con 14 a?os] eran inmigrantes de primera generaci¨®n. En la c¨¦lula de Ripoll, en 2017, fue al rev¨¦s: solo a uno [el im¨¢n Abdelbaki Es Satty] se le pod¨ªa considerar inmigrante de primera generaci¨®n. El resto eran nacidos, crecidos o socializados en Espa?a¡±.

El riesgo de los retornados. Los conflictos en Siria e Irak incorporaron a la amenaza la figura de los Combatientes Terroristas Extranjeros (CTE). Especialistas del CITCO destacan que cuando estos regresan a sus pa¨ªses de origen, su peligrosidad es doble: ¡°Tienen experiencia en el manejo de armas y explosivos y, adem¨¢s, son vistos como h¨¦roes, lo que les convierte en poderosos instrumentos de radicalizaci¨®n¡±. Otras fuentes policiales alertan tambi¨¦n sobre los combatientes ¡°frustrados¡±, es decir, aquellos que intentaron sin ¨¦xito alcanzar territorios controlados por el ISIS y que, tras su fracaso, pueden intentar atentados en sus lugares de residencia. Las estad¨ªsticas del CITCO reflejan que 272 yihadistas han salido de Espa?a desde el a?o 2015 para desplazarse a zonas de conflicto (una cifra relativamente baja comparada con otros pa¨ªses como Francia, con cerca de 2.000; Alemania, m¨¢s de mil, o B¨¦lgica, por encima del medio millar). De ellos, al menos 65 han retornado a Europa y, del resto, algo m¨¢s de un centenar ha fallecido y una cifra similar contin¨²a en zona de conflicto (principalmente Siria o Irak).

M¨¢s mujeres. ¡°La c¨¦lula de Abu Dandah [desarticulada por la polic¨ªa espa?ola en 2001 por su relaci¨®n con los atentados del 11-S] dejaba literalmente a las mujeres en la cocina cuando se reun¨ªan. Ahora ellas tienen un papel m¨¢s activo¡±, dice un veterano polic¨ªa de la lucha antiterrorista. El general Navarrete coincide: ¡°Es cierto que las mujeres est¨¢n adquiriendo un papel cada vez m¨¢s protagonista. Aunque en Espa?a la mayor¨ªa se sit¨²a en el apoyo log¨ªstico, el reclutamiento o la financiaci¨®n, en otros pa¨ªses ya se les han intervenido planes para atentar¡±. Seg¨²n un estudio del Real Instituto Elcano, entre 2001 y 2011 no hubo ninguna mujer detenida en Espa?a por yihadismo. Hoy representan cerca del 12% de los arrestos.

Y m¨¢s menores. El a?o pasado fueron detenidos ocho menores por yihadismo, seg¨²n el CITCO. Tres de ellos ten¨ªan manuales para elaborar explosivos y planes para atentar contra un ¡°ap¨®stata¡±. En lo que va de 2024 ha sido arrestado otro menor que ultimaba un artefacto de fabricaci¨®n casera. ¡°La propaganda yihadista cada vez est¨¢ m¨¢s dirigida a los menores¡±, se?ala el general Navarrete, que a?ade que son reclutados en plataformas de juegos online y en redes sociales. Tambi¨¦n se han detectado versiones yihadistas de juegos de guerra como el popular Call of Duty. El Real Instituto Elcano apunta que los que iniciaron su radicalizaci¨®n cuando a¨²n no eran mayores de edad han pasado de representar el 17,1% de los condenados o fallecidos en Espa?a entre 2001 y 2011, al 23,4% entre 2012 y 2023.

El foco de las c¨¢rceles. A finales de febrero hab¨ªa en las c¨¢rceles espa?olas 81 presos acusados de terrorismo yihadista. A ellos se suman los 38 reclusos que entraron en prisi¨®n por otros delitos pero se han radicalizado dentro, y tambi¨¦n los 59 internos que muestran signos de seguir los mismos pasos, seg¨²n datos de Instituciones Penitenciarias. En total, 178. Seg¨²n el Real Instituto Elcano, el 10,5% de los yihadistas condenados o muertos en Espa?a hasta octubre de 2018 y que se radicalizaron total o parcialmente en Espa?a, lo hicieron en prisi¨®n. A finales del a?o pasado, Instituciones Penitenciarias puso en marcha un nuevo plan de reinserci¨®n al que se han apuntado 17 internos yihadistas. No obstante, un integrante del CITCO recalca que la reincidencia es ¡°baja¡±. Hasta ahora, siete presos que cumplieron condena por yihadismo en Espa?a han vuelto a la c¨¢rcel por delinquir. Y, de ellos, dos lo fueron por otros delitos.