Cuando un peque?o pueblo de Zamora no quiere la riqueza de una planta de biometano
Vega de Tera (300 habitantes) carga contra un plan de la alcaldesa acus¨¢ndola de intereses personales
NO. NO. NO. NO. TAMARA NO. Unas pintadas en may¨²sculas revelan que algo pasa en el Ayuntamiento de Vega de Tera (Zamora, 300 habitantes). Al menos se han escrito con tiza, como si el autor quisiese dar guerra, pero sin pasarse de vand¨¢lico. Unos folios en el exterior de la ventana dicen: ¡°?No a la planta de biog¨¢s!¡± o ¡°Los pocos que quedamos nos vamos¡±. Estas protestas se han unido a una manifestaci¨®n, poco com¨²n en pueblos apacibles como este, contra el plan consistorial de favorecer una planta de biometano. Tamara Fuentes, alcaldesa por el PP, lo defiende como generador de empleo, pero los cr¨ªticos advierten contra el trasiego de camiones, posibles olores y el espanto del turismo rural. La empresa, la multinacional portuguesa Capwatt, baraja ubicaciones para producir biometano mediante el tratamiento de purines. El vecindario teme la proliferaci¨®n de macrogranjas y acusa a la regidora de buscar su beneficio personal, pues ella dirige una granja porcina.
La primera concentraci¨®n se dio el 30 de marzo. Decenas de vecinos, una multitud dada la crisis demogr¨¢fica zamorana, acudi¨® con carteles caseros y contundentes. ¡°Este proyecto huele mal¡±, rezaba uno, acompa?ado del dibujo de una caca. ¡°Cuidemos el valle del Tera¡±, rogaba otro. ¡°No al tr¨¢fico de purines en nuestros pueblos¡±, complementaba otra pancarta. Aquel bullicio contrasta con la quietud de un d¨ªa entre semana, donde solo el canturreo de la bocina de la pescader¨ªa ambulante rompe el silencio. Residentes y gatos acuden con el mismo prop¨®sito: coger algo de pescado. Los primeros optan por sepias, lubinas y gallos de raci¨®n; los segundos aprovechan algunas tripas o restos dispensados por la parlanchina pescadera, quien comenta con la clientela el tema del momento. Una mujer, pidiendo anonimato mientras se estira a por la mercanc¨ªa, admite los ¡°¨¢nimos caldeados¡± por el proyecto y recita los argumentos adversos: el tr¨¢fico de m¨²ltiples camiones sobre esa sencilla carretera, posibles malos olores, proliferaci¨®n de macrogranjas y el inter¨¦s particular de la alcaldesa. Otro vecino, sentado al sol mientras aguarda turno, le destaca a la confidente sobre ruedas su asistencia a la primera manifestaci¨®n y sus planes de asistir a la segunda, prevista el 4 de mayo: ¡°Bueno, bueno¡ estamos todos muy mosqueados¡±.
La escasez poblacional de la comarca induce a proteger la identidad. Nadie quiere ser reconocido por sus testimonios, como una habitante de Vega que desgrana el caso. ¡°Esas plantas deber¨ªan dejar un beneficio, un retorno, esta zona est¨¢ en la UCI porque el partido de la alcaldesa la ha dejado morir y esto es pan para hoy y hambre para ma?ana¡±, resume la mujer, reacia a los argumentos de Tamara. Seg¨²n ella, en las tensas charlas explicativas mantenidas con el censo, implicar¨¢ unos seis puestos de trabajo, repercutir¨¢ en la hosteler¨ªa y atraer¨¢ habitantes. La zamorana an¨®nima recalca el paso del Camino de Santiago por esta zona del oeste de la provincia, tr¨¢nsito humano y econ¨®mico potencialmente disuadido por el tr¨¢fico previsto de 40 camiones diarios, sin¨®nimo de ruido y ant¨®nimo de paz espiritual. A su vez, al tratarse de una entidad extranjera, temen que las plantillas se conformen en el exterior y no den empleo local.
La alcaldesa atiende en la oficina consistorial. ¡°De momento no hay nada firmado, estamos mirando la viabilidad con la empresa, pero se han mosqueado cuatro de fuera, la mayor¨ªa no est¨¢n empadronados¡±, explica, acusando a los forasteros de impedir la inversi¨®n cuando apenas vienen al pueblo ¡°para veranear, con tranquilidad y buenas vistas¡±. Fuentes esquiva las acusaciones de intereses partidistas ¡°como si fuese solo para m¨ª, hay otras empresas, ganaderos o fabricantes de orujo que tambi¨¦n se beneficiar¨ªan y me han apoyado¡±. Tras publicarse este reportaje, la licorer¨ªa del pueblo ha negado ese apoyo, afirmado por la alcaldesa, y sus reposnables han mostrado su rechazo al proyecto. Esta ganadera, que planea ampliar su granja porcina, asegura que ella tiene acuerdos con agricultores para retirarle los excrementos gratuitamente a cambio de regalarles ese abono: ¡°A m¨ª me van a venir igualmente a quitarme la mierda, a m¨ª no me condiciona¡±. Para ella, tanto los empleos posteriores como los obreros necesarios para edificar las instalaciones suponen una oportunidad econ¨®mica y ventajas para el sector primario, principal caudal financiero en las proximidades. Adem¨¢s, argumenta que los dep¨®sitos no huelen porque los purines se estancan y de hecho se eliminan filtraciones a los acu¨ªferos. Fuentes alude a una inversi¨®n de 30 millones de euros y un impacto directo de 500.000 euros en cuanto se firme el proyecto, rechazado en la cercana Santiba?ez de Vidriales por carecer de terrenos. Aqu¨ª disponen de unas parcelas en desuso, utilizadas como vertedero de ¨¢ridos, donde se podr¨ªa construir el conjunto si Capwatt tiene a bien. Las parcelas se encuentran cerca de Villar de Farfan, Juguera y Vega de Tera, argumento esgrimido por los cr¨ªticos por su proximidad a los n¨²cleos, aunque hay algo m¨¢s de un kil¨®metro de margen.
Portavoces de la empresa indican que todo est¨¢ por ver respecto a la planta de biometano, un mecanismo relativamente com¨²n para la producci¨®n ecol¨®gica de gas. ¡°No est¨¢ enviado formalmente y el Ayuntamiento no se opone, tenemos que analizar los terrenos, el proyecto, creemos que s¨ª dejar¨¢ un retorno en el entorno¡±, se?alan estos informadores internos. Capwatt acepta las manifestaciones vecinales ¡°porque cada uno es libre de expresarse¡± pero sugieren esperar a difundir plenamente el plan y entonces debatir, aunque los residentes de Vega de Tera han protestado porque la alcaldesa se explica ¡°con falta de transparencia¡±. Los portavoces de la empresa tecnol¨®gica afirman que esta clase de actuaciones no acarrea los temidos malos olores porque esos ¡°residuos agroganaderos¡± se almacenan en dep¨®sitos cerrados para que la propia putrefacci¨®n natural genere el biog¨¢s como v¨ªa energ¨¦tica.
Esa teor¨ªa aparentemente inocua choca contra la queja general en las calles y en las conversaciones privadas. Los mayores, abundantes en estas peque?as localidades zamoranas, tambi¨¦n se han mostrado inquietos y, seg¨²n los m¨¢s j¨®venes, les han instado a ¡°pelear¡± contra la planta de biometano. La pr¨®xima manifestaci¨®n prev¨¦ mostrarles de nuevo a la alcaldesa y a los responsables de la multinacional la oposici¨®n de Vega de Tera y alrededores para esa iniciativa. El asunto ha tra¨ªdo temas de conversaci¨®n, adem¨¢s de inquietud, para calles poco dadas al jaleo. Hasta entonces, como revela el tabl¨®n de anuncios del ayuntamiento, las principales noticias eran que se iban a construir m¨¢s nichos en el cementerio.
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