El macropol¨ªgono fantasma que dividi¨® a Cigales: ¡°Solo sirvi¨® para incomodar a todas las familias¡±
Castilla y Le¨®n gast¨® m¨¢s de 54 millones de euros en un proyecto de parque empresarial fallido, con agricultores que siguen sin cobrar sus terrenos desde 2006
Los cuervos graznan sobre este cementerio de asfalto y adoquines. Los conejos corretean sin importarles los pasos de cebra, pues ni coches ni humanos transitan sobre ellos. Hay hasta aparcamiento para personas con discapacidad. Las farolas no dan luz sino sombra a los hierbajos entre baldosas propias de cualquier urbanizaci¨®n. Sobre ellas reposan p¨¢jaros escudri?ando un descampado de 3,5 millones de metros cuadrados concebidos como macropol¨ªgono industrial entre Cigales, Cabez¨®n de Pisuerga y Corcos del Valle (Valladolid). La Junta de Castilla y Le¨®n (PP) invirti¨® 53,4 millones de euros para el parque empresarial m¨¢s grande de la comunidad; la seguridad anual cuesta m¨¢s de 150.000 euros. La idea brot¨® en 2006 y dio esperanzas a estos pueblos por las grandes sumas prometidas por las expropiaciones de terreno agrario, adem¨¢s del empleo asociado. Sumas prometidas. Lleg¨® la crisis financiera, quebraron las empresas y solo algunos propietarios cobraron por sus parcelas. Muchos perdieron terrenos f¨¦rtiles y solo ganaron discursos: crecieron las rencillas incluso entre familias. Algunos siguen sin hablarse.
El plan auton¨®mico junto a la autov¨ªa A-62, entre Valladolid y Palencia, sembr¨® ilusiones hasta en las tierras m¨¢s yermas de los pueblos afectados. Una ir¨®nica sonrisa aflora en Alberto Camaz¨®n, de 86 a?os, paseante por el centro de Cigales, cuando rememora que ¡°todo iba a ser ladrillo y nos ¨ªbamos a convertir en Nueva York, pero estall¨® la burbuja y se lo llev¨® por delante¡±. El hombre agradece la conversaci¨®n y suelta carrete mientras de fondo unas cumbias amenizan el trabajo de unos obreros con unas aceras, actividad que no se ver¨¢ en ese pol¨ªgono fantasma. ¡°Solo sirvi¨® para incomodar a todas las familias¡±, exclama, agarrando firmemente del brazo visitante, pues Caja Segovia s¨ª abon¨® los suelos pero la empresa Fincagest, una de las principales implicadas, colaps¨® y nunca solt¨® el dinero, causando quemazones a¨²n latentes.
Casi la mitad de los propietarios se qued¨® sin esos suelos donde plantaban trigo, cebada y el siempre rentable regad¨ªo y tampoco lograron nada a cambio. ¡°Mi hermana, de 96 a?os, ten¨ªa unas tierras y ni se acuerda; mi hermano tiene 92 y cuando lo recuerda se le revuelven las tripas y me pregunta: ¡®?A m¨ª me cogieron tierras, no?¡±, evoca Camaz¨®n. ¡°Si hubieran pagado a todos ser¨ªa la virgen de la Gloria¡±, lamenta, sin que aquellas manifestaciones, con tractoradas pioneras reprimidas por la Guardia Civil cuando se lanzaban sobre la autov¨ªa, sirvieran para nada.
-¡±Si encuentras alg¨²n comprador¡¡±, se despide el anciano, resignado por la oportunidad perdida. Muchos de los agraviados, a?ade, est¨¢n en el cementerio.
Las expropiaciones afectaron a unos 180 labradores y el pago pendiente rond¨® los 12 millones de euros. ¡°La crisis econ¨®mica general y la situaci¨®n financiera en particular¡± de la empresa p¨²blica implicada, ADE, ¡°forz¨® la paralizaci¨®n de los trabajos e hizo replantearse el desarrollo de las actuaciones¡±, indica un documento de la Junta. La Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda, responsable del macroparque ¡°pol¨ªgono industrial ?rea de Actividades Canal de Castilla¡±, firm¨® en 2022 el compromiso de 615.354 euros en cuatro a?os para la seguridad de ese espacio, definido como ¡°zona empresarial en fase de desarrollo¡± y que ¡°prev¨¦ la puesta a disposici¨®n de 187 parcelas industriales en sus 3.515.274 metros cuadrados¡± en un ¡°eje estrat¨¦gico para el desarrollo industrial de la comunidad¡± por su cercan¨ªa a Valladolid, Palencia y Burgos. Los recientes reparcelamientos y obras de acondicionamiento tampoco han atra¨ªdo inversores.
Tanta palabra pomposa despierta iron¨ªas en los bares de Cigales, c¨®mo no con el aut¨®ctono vino clarete triunfando en las copas como lo hiciese entre 1810 y 1813, cuando Napole¨®n Bonaparte asent¨® en la gran iglesia de Santiago el cobijo de sus ej¨¦rcitos. El templo se apod¨® ¡°la catedral del vino¡± y dice la leyenda que aquello de Pepe Botella se acu?¨® por el gusto del corso por el caldo de Cigales, a¨²n paladeado en las barras con alusiones sarc¨¢sticas a otro viejo emperador, este malquerido, de Castilla y Le¨®n: Tom¨¢s Villanueva. El poderoso pol¨ªtico fallecido era el consejero de Econom¨ªa cuando el macropol¨ªgono entr¨® en la pol¨ªtica auton¨®mica, nombre tambi¨¦n ligado a la actualmente juzgada causa de la Perla Negra por sobrecostes de 20 millones de euros en la compra de un edificio p¨²blico en Arroyo de la Encomienda (Valladolid).
¡°?Villanueva se muri¨® de un disgusto!¡±, exclama un lugare?o en un bar, pidiendo anonimato, pues ¨¦l tampoco cobr¨® por sus terrenos y ya se ha hartado de pelear. Otro compa?ero bromea: ¡°?Se muri¨® golpeado por la pala de un aerogenerador!¡±. Villanueva tambi¨¦n aparec¨ªa en la apodada Trama E¨®lica, donde se investigan a¨²n sin juicio tratos de favor de la Junta para la concesi¨®n de licencias de parques e¨®licos. El exvicepresidente de Castilla y Le¨®n muri¨® por causas naturales en 2017 a los 64 a?os, salpicado por esos casos y al d¨ªa siguiente de que Hacienda le investigara 83 cuentas bancarias. Los agricultores comentan con cansancio los ¡°destrozos entre familias, con primos o vecinos que ya ni se hablan porque unos cobraron y otros no, no se han limado las asperezas en todos estos a?os¡±. Cada hect¨¢rea costaba 5.000 euros de 2006 y se compraron a 34.000, se?alan, un negocio goloso pero con trampa, seg¨²n revel¨® el paso del tiempo. Incluso el Ayuntamiento de Cigales declina posicionarse sobre el delicado tema.
¡°El que cobr¨® se lav¨® las manos¡±, critican los perjudicados, sin sentir el respaldo de los agraciados. Los a?os han pasado sin misericordia por los agricultores y uno de ellos comenta que su padre, due?o de esos suelos, ha muerto recientemente. Sus herederos andan debatiendo c¨®mo administrar los bienes, entre ellos ese legado maldito: ¡°A ver el pufo a quien le cae¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.