La Armada saca m¨²sculo en el Egeo para disuadir a una Rusia en avanzada

Disuasi¨®n, disuasi¨®n y disuasi¨®n. Esta es la palabra que m¨¢s se escuchaba el lunes por las cubiertas, escalerillas y recovecos del Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada espa?ola. Desplegado en aguas de Souda (al norte de la isla griega de Creta), el majestuoso portaaeronaves ¨Descoltado por la fragata Blas de Lezo¨D, junto a parte del grupo de combate expedicionario D¨¦dalo-24, lleva desde hace un mes surcando el Mediterr¨¢neo para apoyar la vigilancia de la OTAN en un contexto internacional marcado, sobre todo, por la guerra en Ucrania y la amenaza rusa. D¨¦dalo se acaba de sumar al ejercicio NEST-24 (Neptune Strike), unas maniobras bajo el paraguas de la OTAN de las que EL PA?S ha sido testigo durante un d¨ªa.

¡°El objetivo es mostrar el compromiso de Espa?a con la disuasi¨®n y defensa de la OTAN, de la Uni¨®n Europea y del Mediterr¨¢neo, el Atl¨¢ntico y el B¨¢ltico¡±, dice desde la cubierta intermedia el comandante de Dedalo-24, el contralmirante Gonzalo Villar, escoltado por dos de los siete aviones Harriers y junto a un despliegue espectacular de armamento y equipo militar de todo tipo custodiado por docenas de infantes de marina; la mayor¨ªa de ellos, con acento andaluz. Del otro lado, otros tantos infantes convierten el otro extremo de la cubierta en un gimnasio improvisado. La actividad en el buque es constante.

Desde que las tropas rusas invadieron Ucrania en febrero de 2022, los socios de la Alianza han sacado m¨²sculo militar por tierra mar y aire ¨Dsobre todo en el flanco Este de Europa¨D, como parte de una estrategia de defensa com¨²n y de disuasi¨®n ante una Rusia que se encamina con fuerza a una gran ofensiva de verano, seg¨²n los analistas, para la que Ucrania a¨²n no se considera preparada. Pero mientras llega la ayuda comprometida por Washington y Bruselas a Kiev, Espa?a y otros socios de la OTAN como Italia, Francia, Turqu¨ªa, Albania y Macedonia del Norte ya est¨¢n mandando se?ales de aviso con su presencia y sus ejercicios anfibios en esta l¨ªnea mar¨ªtima de la Alianza: ¡°Estamos aqu¨ª para evitar [con la disuasi¨®n] una confrontaci¨®n con Rusia¡±, declara Villar.

Mientras el secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Jens Stoltenberg, dibujaba un futuro para Ucrania con cierto optimismo ¨D¡±todav¨ªa no es demasiado tarde para que Ucrania gane [la guerra a Rusia]¡±, vaticinaba el noruego¨D, la Armada espa?ola sacaba m¨²sculo en esta parte del Mediterr¨¢neo. A primera hora de la tarde y bajo un sol de justicia, un sonido atronador se?alaba que los cazas Harriers estaban calentando motores. Cinco de estas aeronaves de fabricaci¨®n estadounidense despegaban desde una cort¨ªsima pista de la cubierta del buque (232 metros) en una demostraci¨®n de la ¡°capacidad militar que Espa?a puede aportar a los socios de la Alianza Atl¨¢ntica¡±, en palabras del contralmirante. Y, llegado el momento, a Kiev. Y es que ¡°Ucrania ser¨¢ miembro de la OTAN cuando el momento sea el adecuado¡±, advirti¨® Stoltenberg en su visita el lunes a la capital del pa¨ªs invadido. Pero hasta entonces, la l¨ªnea de Occidente sigue siendo la de apoyar a Kiev militar y econ¨®micamente sin que las tropas aliadas entren directamente en combate con las de Mosc¨². De hecho, la semana pasada, Espa?a anunci¨® el env¨ªo de una cantidad no determinada de misiles Patriot de defensa antia¨¦rea como parte de esa ayuda al Ej¨¦rcito de Volod¨ªmir Zelenski.

Tras un buen rato de exhibici¨®n a¨¦rea atronadora, el silencio. El aterrizaje en vertical de los Harriets ¨Dun descenso complicado y asombroso por el absoluto silencio que se produce una vez sus ruedas tocan la pista¨D, el ejercicio NEST-24 daba inicio a la fase anfibia. Es decir, desembarco para la toma de una playa del territorio enemigo. Tras bajar varias cubiertas en unas escaleras de v¨¦rtigo y entre una mezcla de olores de alquitr¨¢n y papas con choco (el men¨² del d¨ªa) el portaeronaves Juan Carlos I se hunde unos dos metros para que entre el agua. Con un sistema de diques en la popa, las cuatro lanchas LCM comienzan a salir a mar abierto. Este tipo de transporte, que consiste en unas plataformas de unos 100 metros cuadrados de superficie, se encarga de surcar las olas trasladando a los veh¨ªculos semi blindados y hasta 175 infantes de marina con toda su equipaci¨®n ¨Dmisiles y bater¨ªas anticarro, morteros, equipos de visi¨®n nocturna, todo el material de los zapadores (detecci¨®n y desactivaci¨®n de minas), de comunicaciones, equipos para afrontar ataques nucleares, biol¨®gicos, qu¨ªmicos y radioactivos, y hasta una perra, Lika, experta en la detecci¨®n de explosivos¨D hasta una playa con el objetivo de tomarla. Y es que lo relevante de este buque es su ¡°versatilidad¡±, como repite Ricardo G¨®mez Delgado, comandante del Juan Carlos I en un viaje organizado por el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa al que EL PA?S ha sido invitado.

Presencia espa?ola en el Adri¨¢tico y el B¨¢ltico

Espa?a no solo tiene presencia en esta parte del Egeo. Otro grupo D¨¦dalo de la Armada efect¨²a maniobras similares frente a las costas de Albania. En el Adri¨¢tico est¨¢n presentes el buque Galicia y la fragata Reina Sof¨ªa. Ambos ejercicios NEST-24, a los que se sumar¨¢n un portaaviones franc¨¦s, otro italiano y otro turco, terminar¨¢n el 10 de mayo. Entonces, el Juan Carlos I, despu¨¦s de alguna escala en Espa?a (Rota y Gij¨®n), continuar¨¢ el rumbo hacia el Atl¨¢ntico y B¨¢ltico como parte de ese compromiso con la defensa com¨²n.

All¨ª, el Juan Carlos I ser¨¢ protagonista y testigo de la ¨²ltima ampliaci¨®n de la OTAN. El pr¨®ximo junio, coincidiendo con otro ejercicio de fuerza militar, el BALTOPS-24, el Juan Carlos I albergar¨¢ un helic¨®ptero y varios pilotos y oficiales suecos. Dicho ejercicio terminar¨¢ con una demostraci¨®n de la Marina finlandesa en Helsinki. Suecia ingres¨® formalmente en la OTAN apenas hace un mes y Finlandia lo hizo un a?o antes como consecuencia de la amenaza que representa su cercan¨ªa con Rusia. ¡°Estamos cubriendo todo el frente mar¨ªtimo de la Alianza¡±, resume el contralmirante Villar.