El Congreso tramita el primer pacto de Estado entre ataques de todos contra todos
El PP usa el acuerdo sobre el CGPJ como arma arrojadiza, al PSOE lo abandonan sus aliados y solo CC se suma a los dos grandes partidos
El primer gran pacto de Estado en seis a?os lleg¨® este jueves al Congreso y all¨ª fue recibido con el paisaje habitual, a saber: gresca a discreci¨®n. El PP se afan¨® en demostrar que la firma del acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no supone una rendici¨®n ante el sanchismo y abri¨® el debate poniendo en liza a su m¨¢s acreditada fuerza de choque: Miguel Tellado. La torrentera de reproches del portavoz popular tuvo su r¨¦plica en el PSOE. Y este, a su vez, recibi¨® ingentes cantidades de le?a de parte de quienes cotidianamente sustentan su Gobierno. En ese ambiente, aderezado con protestas, aspavientos y alg¨²n grito procaz ¨D¡±?venga, a tomar por culo!¡±, se oy¨® desde la bancada popular al t¨¦rmino de la intervenci¨®n del portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n¨D el Congreso aprob¨® el primer tr¨¢mite para la reforma de la ley del Poder Judicial, presentada conjuntamente por socialistas y populares entre las m¨¢s c¨¢lidas muestras de enemistad.
Viendo el espect¨¢culo cualquiera dir¨ªa que all¨ª se estaba poniendo fin a cinco a?os y medio de anomal¨ªa constitucional, en el que el ¨®rgano de gobierno de los jueces se aferr¨® a un mandato legalmente caducado. Lo que PSOE y PP presentaron como un gran ¨¦xito solo logr¨® el respaldo de Cristina Valido, la diputada de Coalici¨®n Canaria, y del socialista expulsado Jos¨¦ Luis ?balos. Hasta el socio minoritario del Gobierno, Sumar, rehuy¨® el apoyo y se qued¨® en la abstenci¨®n, en la que lo acompa?aron el PNV y un incondicional del bloque de la derecha, UPN. El variopinto frente del no lo engrosaron Vox, Junts y Podemos, mientras que ERC, EH Bildu y BNG boicotearon la votaci¨®n ¡°para no participar en esta farsa¡±, en palabras del gallego N¨¦stor Rego. Ni siquiera vot¨® Pedro S¨¢nchez, reunido en La Moncloa con el candidato a presidir el Consejo Europeo, el ex primer ministro portugu¨¦s Ant¨®nio Costa.
En las calles pr¨®ximas al Congreso se captaba antes del mediod¨ªa una premonici¨®n de lo que esperaba dentro. Una camioneta pase¨® por la zona mientras se celebraba el pleno mostrando grandes carteles de la plataforma ultracat¨®lica Hazte O¨ªr con insultos al presidente de Gobierno y su mujer, y llamando a concentrarse este viernes ante los juzgados de Madrid donde prestar¨¢ declaraci¨®n Bego?a G¨®mez como investigada. Ya en el hemiciclo, las intenciones del PP quedaron claras cuando se vio que el elegido para abrir el debate era Tellado. El portavoz popular llegaba de calentar motores en Antena 3, donde pidi¨® la intervenci¨®n de la Armada para frenar la inmigraci¨®n y coloc¨® una ocurrencia m¨¢s sobre la esposa de S¨¢nchez, a la que ha venido dedicando un chiste diferente cada d¨ªa como parte de lo que llama la ¡°semana fant¨¢stica de la corrupci¨®n del PSOE¡±.
En la tribuna de oradores, Tellado se reprimi¨® de sacar el asunto de Bego?a G¨®mez. Por lo dem¨¢s, todo su discurso consisti¨® en una sucesi¨®n de descalificaciones al PSOE. Su tesis fue que el ¡°populismo de S¨¢nchez¡± aspira a ¡°un poder sin l¨ªmites¡±, pero que ¡°ha encontrado por fin sus l¨ªmites: la UE, la Constituci¨®n y el PP¡±. Glos¨® las medidas contenidas en la reforma legislativa para reforzar la independencia de los jueces, como los obst¨¢culos a las puertas giratorias entre la magistratura y la pol¨ªtica. Y concluy¨® con un mensaje para los sectores de la derecha reacios al pacto con los socialistas: ¡°Esto no es un bal¨®n de ox¨ªgeno al Gobierno, sino a la justicia para garantizar su independencia¡±.
¡°Parece que el pacto le da verg¨¹enza¡±, le replic¨® el socialista Patxi L¨®pez, antes de a?adir sus propias dosis de malicia: ¡°Igual es que algunos o algunas [el pronombre femenino pronunciado con gran retint¨ªn] est¨¢n enfadados y usted viene aqu¨ª a disimular¡±. L¨®pez sostuvo que el acuerdo entre los dos grandes partidos abre una ¡°rendija¡± por la que podr¨ªan colarse m¨¢s. El portavoz del PSOE puso dos sobre la mesa, ambos muy conflictivos para el PP: la renovaci¨®n del pacto de Estado sobre la violencia de g¨¦nero ¨Dque enfrenta a los populares con Vox¨D y otro para el reparto de menores inmigrantes. Sobre esto ¨²ltimo tambi¨¦n reclam¨® la canaria Valido ¡°altura de Estado¡± a los partidos ante la situaci¨®n que vive el archipi¨¦lago.
Sumar hizo equilibrios entre su apoyo a la f¨®rmula para poner fin a la an¨®mala situaci¨®n del CGPJ y la distancia respecto a algunos de los acuerdos. Su portavoz de justicia, Enrique Santiago, critic¨® que se haya encargado al Consejo revisar el sistema de elecci¨®n de sus miembros, cuando ¡°no tiene competencias para ello¡±, y que el PSOE haya aceptado nombrar para el Constitucional al magistrado Jos¨¦ Mar¨ªa Mac¨ªas, con un curr¨ªculo de feroces cr¨ªticas al Gobierno.
De los grupos soberanistas, el PSOE no recibi¨® una palabra amable y escuch¨® descalificaciones muy gruesas contra miembros del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional por su hostilidad a la ley de amnist¨ªa. La m¨¢s ruidosa, como de costumbre, fue M¨ªriam Nogueras, de Junts, que, entre las protestas del PP, denunci¨® la existencia de una ¡°mafia togada¡± que ¡°prevarica¡±. La portavoz de Carles Puigdemont en Madrid vaticin¨® que los planes de regeneraci¨®n anunciados por S¨¢nchez ser¨¢n ¡°papel mojado¡±.
Rego, del BNG, habl¨® de ¡°jueces fascistas¡±. Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, se?al¨® que la magistratura ¡¤¡±se ha autoerigido en pilar fundamental del r¨¦gimen del 78¡å con el objetivo de ¡°criminalizar¡± a ¡°cualquiera que intente sobrepasar sus l¨ªmites¡±. Con el frenazo en el Supremo a la amnist¨ªa, abund¨® Ione Belarra, de Podemos, ¡°la derecha judicial ha querido demostrar que manda m¨¢s que este Congreso¡±. Rufi¨¢n se centr¨® en el pacto PP-PSOE, que ¡°juegan a odiarse, pero para las cosas de comer, para el reparto del Estado, se ponen de acuerdo¡±.
De entre los aliados del Gobierno solo el PNV evit¨® la confrontaci¨®n con los jueces. Es m¨¢s, defendi¨®, como la derecha, que deber¨ªan ser ellos quienes eligiesen el CGPJ. Su diputado Mikel Legarda dej¨® constancia de que su formaci¨®n no fue consultada para el acuerdo y anunci¨® su abstenci¨®n.
Al PP tambi¨¦n le toc¨® escuchar lo suyo de boca del aliado en autonom¨ªas y municipios. Pepa Mill¨¢n, de Vox, lo acus¨® de ¡°salir al rescate del Gobierno¡± y ¡°legitimarlo¡± despu¨¦s de haberlo denunciado en Europa por ¡°aut¨®crata¡±. Y deplor¨® que se hubiese recurrido a la mediaci¨®n de Bruselas para negociar el acuerdo, ¡°como si Espa?a fuese un Estado fallido¡±.
Este es el clima en que, a lo largo de este mes, se tramitar¨¢ la reforma de la ley del Poder Judicial, tanto en el Congreso como en el Senado, y se votar¨¢n los nombres de los 20 nuevos vocales del CGPJ. Un pacto de Estado entre improperios.
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